Bajo fuego amigo
El famoso "escudo de austeridad" que nos promet¨ªa el presidente ha saltado por los aires
La Democracia Feijoniana debe estar flipando ?Qu¨¦ he hecho yo para merecer esto? ?Qui¨¦n necesita una oposici¨®n cuando ya se padece un gobierno amigo que no deja de disparar fuego a discreci¨®n? Se preguntar¨¢ con raz¨®n. Si el candidato Feij¨®o vuelve a ganar las elecciones y gobernar no har¨¢ historia, habr¨¢ obrado un milagro. El Marianismo no se lo est¨¢ poniendo dif¨ªcil, simplemente se lo est¨¢ dejando imposible.
El d¨ªa que Rajoy dej¨® de correr y subi¨® a la tribuna del Congreso a inmolarse como Zapatero, los da?os colaterales fueron para la Democracia Feijoniana. Seg¨²n se iba desgranando el amargo discurso del abrumado inquilino de la Moncloa, se iba dinamitando sin remisi¨®n y punto por punto el argumentario armado por Feij¨®o para salvar su gesti¨®n desde que los suyos deciden en Madrid.
Habr¨¢ ajuste brutal y sufrimiento masivo, en Galicia tambi¨¦n. Los tres a?os de austeridad feijoniana mientras los dem¨¢s iban de fiesta no nos van a salvar. No existe la famosa excepci¨®n gallega. Vamos a padecer tanto como los valencianos o los madrile?os, a pesar de no haber mentido en nuestras cuentas, o llevar meses de ventaja en la marat¨®n de los recortes. El famoso ¡°escudo de austeridad¡± que nos promet¨ªa Feij¨®o como blindaje frente al dolor ha saltado por los aires. Su apuesta por la reinvenci¨®n del modelo tradicional del cacique gallego, haci¨¦ndolo evolucionar del t¨®pico ¡°conseguidor¡± de favores del poder al eficaz "evitador" de desgracias programadas desde el mismo poder, no sirve. Su cacique 2.0 ha muerto. Cuenta como otra v¨ªctima m¨¢s de la operaci¨®n de rescate europeo a mayor abundancia de nuestro glorioso sistema financiero.
Rajoy ha dado un hachazo a las clases medias, a los d¨¦biles y al estado del bienestar espa?ol, pero tambi¨¦n al coraz¨®n de su base electoral. Los funcionarios que tanto anhelaban la vuelta del orden y la estabilidad que acostumbra a invocar la derecha, ya pueden celebrarla esta Navidad con el ¨®bolo de su paga extraordinaria para financiar las desavenencias de Rato y De Guindos. Los parados ser¨¢n vagos y diletantes a quien conviene empujar a buscar empleo a recortazo limpio, pero todos tenemos uno en casa, o cerca de casa, y sabemos la verdad. Los aut¨®nomos y emprendedores solo constatan que les han subido el IVA mientras contin¨²an sin llegar los incentivos llamados a convertirles en los h¨¦roes de la recuperaci¨®n econ¨®mica. Los jubilados ya pueden entretenerse echando sus cuentas para comprobar que palman m¨¢s pasta que con el despiadado Zapatero. No deja de resultar ir¨®nico y desconcertante que, en la misma semana que el Baltarismo vuelve a estar en el punto de mira de las investigaciones por corrupci¨®n, el Marianismo nos anuncie que el futuro son las diputaciones.
"La deuda es de todos y debemos pagarla entre todos", se le ocurri¨® declarar al presidente Feij¨®o para justificar la subida del IVA, en una de la peores y m¨¢s inoportunas afirmaciones que se le recuerdan. Usted y yo ya la estamos pagando, hace tiempo, aunque el presidente no se haya enterado. Abonamos nuestras deudas y la de los barandas de las empresas del IBEX, que el a?o pasado se subieron sus sueldos un 5% y se embolsaron una retribuciones medias de 7.5 millones de euros. Ni pagamos todos, ni sufrimos todos igual. Esa evidencia aniquil¨® a los gobiernos socialistas y devorar¨¢ tambi¨¦n a los gobiernos populares.
?Para qui¨¦n gobiernan Rajoy y Feij¨®o? Cabe preguntarse a la vista de su toma de decisiones. No parece que los j¨®venes en precario y sin expectativas, los mayores de 50 a?os sin futuro o los padres con abuelos dependientes e hijos desempleados en casa tengan muchas razones para creer que se encuentran en el centro de las preocupaciones de los ejecutivos de Madrid y Compostela.
El verano va a ser todo menos azul. El negro ser¨¢ el color que marque tendencia. Esta solo ha sido otra etapa en esta loca carrera de locos ajustes. Estamos en un c¨ªrculo idiota que solo puede romper un liderazgo pol¨ªtico claro, sin complejos y sin miedo ni al corto plazo, ni a los ciclos electorales ni a la Santa Compa?a del sufrimiento masivo, ni al pensamiento ¨²nico.
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