Lavapi¨¦s como pieza de museo
Lo dom¨¦stico puede ser un espacio desde donde construir lo colectivo Eso quiso contar Andr¨¦s Jaque, con ayuda de Candela, en una obra que ha adquirido el MoMA
Candela Logros¨¢n P¨¦rez ha encontrado un remedio para la soledad. Ha llenado su casa de soledades. Su vivienda de protecci¨®n oficial, en un primer piso de la calle Mes¨®n de Paredes en el barrio de Lavapi¨¦s, es casi un centro de peregrinaci¨®n. Por all¨ª pasa ¡°a llorarle¡± Dulce, la dominicana; y Pilarucha, una ex compa?era de trabajo, y ¡°el abuelo¡±, un vecino mayor que le trae la ropa para que se la lave; y, cuando no est¨¢ en la c¨¢rcel, el cubano que pasa hach¨ªs en la esquina; y viven sus seis perros y sus dos hijas con sus tres nietos; y su hijo, que ahora tambi¨¦n ha vuelto a casa (los tres en la treintena); y suben algunos chavales que hacen malabares en la plaza; y algunos ¡°negritos¡±... En la mesa del sal¨®n, o incluso con un cubo que sube y baja por el balc¨®n, ¡°la Candela¡±, como ella misma se denomina, le da de comer a quien puede si tiene. Unos d¨ªas son unos y otros, otros. Hasta ah¨ª, esta historia no pasar¨ªa de ser la de una hero¨ªna de barrio con una intensa vida social de 54 a?os que ya acusan sus piernas, artr¨®sicas de d¨¦cadas fregando escaleras. Pero la cosa adquiere otra dimensi¨®n cuando esa cotidianidad, esos retales de vida que transcurren en los 15 metros cuadrados que suman su cocina y su sal¨®n, se trasladan al MoMA de Nueva York como una instalaci¨®n de la colecci¨®n del museo de arte moderno. Y as¨ª es como ¨¦ste se convierte en el cuento de c¨®mo La Candela lleg¨® al MoMA, o c¨®mo un pedazo del coraz¨®n de Lavapi¨¦s se plant¨® en la Gran Manzana.
?Desde hace tiempo, Andr¨¦s Jaque ven¨ªa d¨¢ndole vueltas a un par de ideas. A sus 41 a?os lidera un estudio en Madrid (Andr¨¦s Jaque Arquitectos) pre?ado de talento joven y empe?ado en explorar la dimensi¨®n pol¨ªtica de la arquitectura. Y se obsesion¨® con dos ideas. Una: ¡°Los arquitectos nos hemos acostumbrado a crear nuevas realidades, pensamos que llegar¨¢ lo nuestro y sustituir¨¢ a lo que existe. Pero yo creo que lo que hay que hacer es al contrario, debemos observar lo que hay para proteger y preservar las relaciones sociales que ya existen en un sitio determinado y no entrar como elefantes en cacharrer¨ªa¡±.
Y dos: ¡°En Espa?a, donde se han construido tantas viviendas, no se ha atendido suficientemente al ¨¢mbito dom¨¦stico que, frente a ese concepto de ¡°rep¨²blicas independientes de tu casa¡± o lugares donde olvidarse del mundo, son tambi¨¦n espacios en los que se construye lo colectivo, sitios desde los que conectarse al mundo y crear v¨ªnculos sociales".
La cr¨ªtica tambi¨¦n puede hacerse desde la arquitectura (Pedro Gadanho)
Bajo esas dos premisas surge IKEA Disobedients, un objeto art¨ªstico con forma de acci¨®n, una ¡°situaci¨®n arquitect¨®nica¡±, dicho en el lenguaje del gremio, una categor¨ªa que el MoMA incluye por primera vez en su colecci¨®n de Dise?o y Arquitectura de la mano del comisario portugu¨¦s Pedro Gadanho, responsable del departamento desde el pasado mes de diciembre y una figura central en el movimiento de ficci¨®n arquitect¨®nica (architecture fiction movement)
La excepcional adquisici¨®n, promovida por el inter¨¦s del comisario del MoMA en el boom inmobiliario de los ¨²ltimos a?os, eleva al nivel de arte la vida dom¨¦stica local, lo que ocurre en el interior de esas miles de viviendas construidas.
¡°La cr¨ªtica tambi¨¦n puede hacerse desde la arquitectura, desde c¨®mo los arquitectos reflejan el mundo, hacia una mayor amplitud del espacio p¨²blico a la vez que generan nuevas ideas que sirven de soporte de esta disciplina¡±, explicaba en una reciente entrevista en la revista italiana Domus, en la que ya anunciaba: ¡°En septiembre, mi primera apuesta en la colecci¨®n tendr¨¢ la forma de una muestra sobre actitudes pol¨ªticas en la arquitectura¡±.
La inauguraci¨®n y presentaci¨®n de la obra nacida en Madrid, con el sello de Jaque y los suyos, ser¨¢ el pr¨®ximo 12 de septiembre en ese templo del arte de la calle 53. El propio Gadanho pudo verla (para despu¨¦s adquirirla) en el evento de la Tabacalera del pasado mes de noviembre, Arte es Acci¨®n, donde se present¨® por primera vez.
La pieza est¨¢ formada por un archivo de personas que, como la Candela, realizan sus actividades dom¨¦sticas cotidianas. Junta a esa mujer de raza, curtida en la dificultad y en la escasez de un matriarcado, est¨¢n tambi¨¦n To?i con todos los de la chirigota de Vallecas. O Berta (ahora ya Teo) que vive en una nave industrial okupada por una comunidad de mujeres lesbianas que se organizan a todos los niveles: econ¨®mico, de ocio...
Todas ellas son personas localizadas por Silvia Rodr¨ªguez, la soci¨®loga del estudio de Jaque encargada de nutrir el archivo que ahora se ha apropiado el museo neoyorkino y que ahora seguir¨¢ creciendo con habitantes de la Gran Manzana.
La arquitectura es algo m¨¢s que edificios, est¨¢ intentando volver a la sociedad (Ariadna Cant¨ªs)
¡°Llev¨¢bamos ya a?os investigando en la dicotom¨ªa entre el espacio p¨²blico y el privado¡±, cuenta. ¡°Y fuimos haciendo el archivo a base de contactar con asociaciones de vecinos o y¨¦ndonos directamente a las plazas y haciendo trabajo de campo all¨ª, a pelo. As¨ª encontramos a Candela y a todos los dem¨¢s¡±, explica. ¡°Se trata de formas de convivencia mucho m¨¢s comunes y reales que las que aparecen en los cat¨¢logos de Ikea¡±, concluye.
Adem¨¢s, la adquisici¨®n del MoMA incluye la instalaci¨®n formada por una monta?a de muebles de Ikea montados desobedeciendo las instrucciones de la empresa sueca [fotograf¨ªa de la izquierda]; y una performance, en la que vecinos de Manhattan, localizados all¨ª, reproducen comportamientos y actitudes que tienen en sus casas y muestran su manera de habitar y utilizar el espacio dom¨¦stico como espacio social.
La arquitectura como un arte de investigaci¨®n social
Andr¨¦s Jaque dirige la firma Andr¨¦s Jaque Architects y el peque?o laboratorio de innovaci¨®n pol¨ªtica (tiny lab Office for Political Innovation), considerada una de las oficinas m¨¢s desafiantes y propositivas del panorama internacional que ha introducido visiones derivadas de la pol¨ªtica en las pr¨¢cticas arquitect¨®nicas contempor¨¢neas. Exploran el papel de la arquitectura en la construcci¨®n de las sociedades y administran, desde 2004, la marca Arquitectura Parlamento. Son autores de lemas como: ¡°Arquitectura es la sociedad representada¡±, con el que experimentan las implicaciones para la arquitectura actual de lo pol¨ªtico, o ¡°Ecologizar no es Verdear¡±, bajo el que han desarrollado lecturas pol¨ªticas sobre la innovaci¨®n de la cultura de la sostenibilidad.
Su trabajo ha sido publicado en importantes revistas especializadas y medios de comunicaci¨®n generalistas. Asimismo, ha sido expuesto en importantes museos de todo el mundo y Espa?a (Schweizerisches Architektur Museum de Basilea, la Cit¨¦ de l¡¯Architecture et du Patrimoine y el Pavillon de l¡¯Arsenal de Par¨ªs, en la s¨¦ptima bienal de Venezia...). Son autores de las publicaciones Pol¨ªticas del d¨ªa a d¨ªa y Eco-Ordinary. Etiquetas para la pr¨¢ctica cotidiana de la arquitectura y su obra Casa Sacerdotal Diocesana de Plasencia ha recibido el Premio Dionisio Hern¨¢ndez Gil.
El objetivo de esta especie de obra en proceso constante (work in progress) es mostrar c¨®mo el hogar no es, o no solo, un sitio para huir del mundo, sino tambi¨¦n un espacio de compromiso p¨²blico y pol¨ªtico: ¡°Desde una casa de chicos y chicas Erasmus, hasta una residencia confesional; desde un hogar de personas mayores solas que alquilan habitaciones a estudiantes, a una casa okupada o a una vivenda-patera¡ Hemos analizado a fondo casi un centenar de casos para hacer nuestro archivo¡±, cuenta Jaque.
El proyecto art¨ªstico lo ha comisariado Ariadna Cant¨ªs, siempre vagabundeando en ese espacio a caballo entre el arte y la arquitectura. Ella, por encargo del Ministerio de Cultura, fue la encargada de montar la muestra de Arte es Acci¨®n el pasado mes de noviembre y, entre otros proyectos, seleccion¨® el de Jaque: ¡°Es un estudio muy interesante que incluye investigaci¨®n y cr¨ªtica y que tiene un alto grado de denuncia social en lo relativo a la vivienda, las nuevas formas de familia, la ecolog¨ªa, las desigualdades sociales...¡±, explica. ¡°El hecho de que el MoMA haya adquirido esta pieza con todos sus componentes es un hito pero tambi¨¦n marca un cambio de papeles con respecto a lo que ven¨ªa sucediendo hasta ahora: Ya no es la bienal de arquitectura de Venecia la que marca la vanguardia, sino el museo neoyorkino que es quien ahora est¨¢ haciendo una apuesta por lo desconocido y por reivindicar que la arquitectura es algo m¨¢s que edificios. La arquitectura est¨¢ intentando volver a la sociedad y, para lograr eso, no hay nada mejor que contar con ella. La disciplina est¨¢ en un momento de cambio. No hay conclusi¨®n pero s¨ª hay investigaci¨®n y reflexi¨®n¡±, sentencia.
De la Tabacalera al MoMA, de Lavapi¨¦s a Manhattan. Un pedazo de vida de La Candela cruzar¨¢ el oc¨¦ano que ella nunca ha cruzado. Lo sabe. Sabe que la ver¨¢ mucha gente en Nueva York, ¡°qu¨¦ verg¨¹enza¡±, aunque para ella, desde el traj¨ªn de su casa, el MoMA sea ¡°una cadena de muebles m¨¢s cara que el Ikea¡±.
Desobedecer en Lavapi¨¦s, obedecer en Manhattan
Hace poco m¨¢s de dos d¨¦cadas, el C¨ªrculo de Bellas Artes mostr¨® la pieza Sans¨®n, de Chris Burden, una enorme viga que presiona paredes conectada a un torno. La idea era proporcionar a un gran ¨¦xito un gran problema: cuanta m¨¢s gente pasaba por el torno para entrar en el museo, o la galer¨ªa, m¨¢s debilitado quedaba el establecimiento. Burden hab¨ªa calculado que con 500.000 visitantes la presi¨®n derrumbar¨ªa el edificio. El C¨ªrculo acept¨® exponer la pieza en la muestra El sue?o imperativo con una condici¨®n: el torno deb¨ªa desactivarse. La protesta tiene mala cabida en los museos y hacerla entrar es una de las grandes obsesiones del arte actual aunque la legitimaci¨®n de la protesta se desactive con el aplauso del reconocimiento.
Hace apenas un lustro, Andr¨¦s Jaque explicaba en este mismo peri¨®dico que Ikea hab¨ªa logrado transformar las casas de Europa m¨¢s que la arquitectura. Consideraba entonces, como ahora, que las grandes renovaciones de nuestro entorno son an¨®nimas o colectivas y aseguraba que YouTube hab¨ªa transformado el espacio p¨²blico: de la plaza a la pantalla dejando espacio para que lo marginal pueda conocerse.
Jaque es un arquitecto culto, sagaz y reivindicativo. Como su maestro, Juan Navarro Baldeweg, est¨¢ convencido de que la arquitectura no se agota en los edificios. Pero su manera de indagar el potencial arquitect¨®nico es mucho m¨¢s social que pl¨¢stica. Profesor de proyectos de la ETSAM, defiende el espacio dom¨¦stico como un lugar hogare?o pero reivindicativo. Por eso le gusta hablar de la casa politizada, un animal raro frente a la polis, el espacio p¨²blico, de donde deriva, precisamente, la palabra pol¨ªtica.
Con todo, a Jaque no le faltan razones para protestar, y resulta esperanzador que lo haga. Pero podr¨ªa morir de ¨¦xito en el MoMA. Su performance tiene tanto de marketing como de arquitectura. Asociar el nombre propio a un nombre planetario, como el de Ikea, es una jugada maestra para hacerse escuchar en todos los idiomas. ?Hubiera adquirido el MoMA su performance si la cr¨ªtica no incluyera a una multinacional reconocible en su t¨ªtulo? Dudarlo cambia la lectura de la pieza. El propio marketing de la instituci¨®n adquirir¨ªa mayor credibilidad si la cr¨ªtica se dirigiera no contra un potentado, sino contra uno de sus potentados patrocinadores, como tantas veces intenta Hans Hacke.
La adquisici¨®n del MoMA es importante para Jaque, que ve reconocido su sentido cr¨ªtico y su encomiable voluntad de romper la tradicional endogamia de la arquitectura para repensarla como una actividad dependiente de, y con consecuencias para, la sociedad. La compra es tambi¨¦n positiva para el museo, que demuestra conexi¨®n con su tiempo y con los sectores de la sociedad que este siglo se han convertido en tema para el arte. Sin embargo, que el proyecto de Jaque entre en el MoMA puede no ser una buena noticia para la arquitectura. La arquitectura empieza detectando un problema, pero exige desarrollar una soluci¨®n. Ikea Disobedients recibe el aplauso por un diagn¨®stico, no por una curaci¨®n. As¨ª, expuesta en Nueva York, o formando parte de la colecci¨®n del MOMA, se estanca. El principal problema de la performance de Jaque es, justamente, el arte. Que sea considerada arte, eso es una performance, es en realidad una derrota para la arquitectura. Si una arquitectura tan hipersocial como la que propone termina convertida en pieza de museo, el problema no se comunica, se estetiza, queda desactivado. Toda instituci¨®n exige sus obediencias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.