La derrota (provisional) de Galicia
Xerais recopila art¨ªculos de Ant¨®n Baamonde en EL PA?S y en otros foros y conferencias que abordan los 30 a?os de modernizaci¨®n de la Autonom¨ªa
Mucho antes de que se abriera la veda, Ant¨®n Baamonde (Vilalba, 1959), profesor de filosof¨ªa y ensayista, ya llamaba a Julio Fern¨¢ndez Gayoso y Jos¨¦ Luis M¨¦ndez por su nombre y adjetivos. Esa visi¨®n cr¨ªtica de la sociedad gallega con su pol¨ªtica, su incipiente burgues¨ªa y sus medios de comunicaci¨®n impregnan todos sus textos publicados en este diario y en conferencias y jornadas que ahora recoge el ensayo A derrota de Galiciaeditado por Xerais. En 320 p¨¢ginas radiograf¨ªa el proceso de modernizaci¨®n de Galicia durante las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. Y a pesar del t¨ªtulo, el autor no entrega la cuchara: la derrota de Galicia es, a tenor de sus l¨ªneas, a¨²n provisional.
Por si no todo estuviera perdido, el texto de Baamonde ofrece recetas para cambiar el signo de su tierra, la primera de ellas, existir con un proyecto propio desde una identidad proactiva y abandonar por fin el rebufo de Espa?a, la Uni¨®n Europea y el reguero de ayudas comunitarias, para confiar en un destino original vinculado a la sociedad-red mundial que saque partido a su posici¨®n atl¨¢ntica y a la cada vez m¨¢s difusa frontera con Portugal.
El an¨¢lisis de Baamonde se detiene sobre el proceso de desagrarizaci¨®n m¨¢s raudo de Europa, donde el 60% de la poblaci¨®n que hace tres d¨¦cadas viv¨ªa del campo ahora atiende el sector servicios y se ha mudado a la ciudad. La consecuencia, seg¨²n el autor, propicia el desarraigo cl¨¢sico de una sociedad en tr¨¢nsito desde los valores tradicionales que ha dejado atr¨¢s hacia pautas a¨²n no interiorizadas de la era moderna. Esa anomia ¡ªel t¨¦rmino sociol¨®gico lo toma prestado de Durkheim¡ª explica a su vez la degradaci¨®n del medio ambiente, algunos comportamientos de las mafias de las R¨ªas Baixas y la progresiva hemorragia de gallegohablantes, ¨²nica batalla que ya ve medio perdida.
Y as¨ª, La derrota de Galicia se para a analizar el papel de las ciudades y sus reg¨ªmenes: el pacovazquismo en A Coru?a que Caballero se empe?a en emular con una d¨¦cada de retraso en Vigo, cada uno con su lobby. Los art¨ªculos descienden a los barrios de Monte Alto y Lavadores, donde pervive a¨²n algo de la lucha de clases, aunque sea en las pandillas que marcan el territorio ante los ni?os bien. Y se explaya en el estropicio de Sanxenxo que relaciona con el ascenso de una clase media reci¨¦n llegada y sus anhelos de distinci¨®n social en medio de un urbanismo siempre embarullado por la burbuja inmobiliaria.
El ensayo no busca empatizar con la parroquia de siempre: reconoce a Manuel Fraga su acierto con el turismo y reprocha al bipartito de PSdeG y BNG que ¡°en lugar de dar voz a la sociedad civil en busca de una modernidad sin complejos se preocupase m¨¢s de cooptar a las ¨¦lites¡± de toda la vida.
La morajela del texto hace ver que las respuestas est¨¢n en casa. ¡°La falta de autoestima no es ninguna broma, es una dolorosa realidad¡±, proclama. Contra ella pide luchar ahora que se ha dejado atr¨¢s ese ¡°pa¨ªs agrario, eclesi¨¢stico y perif¨¦rico¡±. Pero recomienda atajar antes la crisis demogr¨¢fica, porque como subraya el economista Pedro Rey, cuyas palabras toma prestadas, ¡°con una poblaci¨®n estancada no se conoce en el mundo experiencia alguna de modernizaci¨®n¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.