La Catedral de Santiago cambia las cerraduras y empieza a vigilar sus llaves
El cabildo presenta su plan de seguridad, con un circuito de "m¨¢s de 40 c¨¢maras"
Algunos fieles ya se han quejado. No les gusta nada que, despu¨¦s de tantos a?os yendo a misa a diario, la Catedral de Santiago les impida ir al aseo entre rezo y rezo. La culpa, nuevamente, la tiene Manuel Fern¨¢ndez Casti?eiras, Manolo el electricista, que confes¨® el robo del C¨®dice. ?l iba a misa al amanecer en la Capilla de la Comuni¨®n, y luego saludaba a unos y otros, y deambulaba por el templo. Tambi¨¦n sol¨ªa cruzar la sacrist¨ªa (donde suele haber alguna monja atendiendo a todo) hacia el edificio claustral, a veces con la excusa de ir al ba?o. Pero el ba?o est¨¢ cerca de esa otra puerta que lleva al Archivo, donde vuelve a dormir el Calixtino despu¨¦s de su secuestro.
Hay otros muchos habituales del templo, pero ajenos a la plantilla y al grupo de can¨®nigos, que entraban y sal¨ªan con libertad. Nadie les pon¨ªa trabas porque son como de la casa. Hasta ahora. El nuevo Plan de Seguridad Integral, aprobado por el cabildo catedralicio en diciembre y puesto ya en buena parte en marcha, fue presentado ayer e incluye, entre sus medidas m¨¢s llamativas, la obligatoria identificaci¨®n (mostrando el DNI al guardia de seguridad, que llevar¨¢ registro de los nombres) de cualquier persona que se mueva por las zonas de acceso restringido de la bas¨ªlica.
Adem¨¢s, se han instalado ¡°m¨¢s de 40 c¨¢maras¡±, explica el director de seguridad, una nueva figura en el templo que ocupa Ricardo Sanz, t¨¦cnico de ProArPa (Protecci¨®n de Arte y Patrimonio), la empresa contratada por el cabildo, que ya prestaba servicio en otras 14 di¨®cesis. En adelante, habr¨¢ ocho agentes de seguridad privada que cubrir¨¢n las 24 horas del d¨ªa en tres turnos. En principio, uno se dedicar¨¢ a vigilar el templo y otro permanecer¨¢ en el llamado centro de control, un espacio reci¨¦n habilitado en la sacrist¨ªa donde se reciben todas las se?ales de v¨ªdeo y de alarma y donde se guardan todas las llaves.
Si alguien (sea empleado de la casa, voluntario que colabora con el culto, sacerdote o trabajador de una empresa externa contratada para una obra) pide cualquier llave del edificio, no solo deber¨¢ registrarse, sino que en muchos casos, seg¨²n Sanz, ni siquiera tocar¨¢ la llave porque uno de los vigilantes ¡°acompa?ar¨¢¡± al interesado para abrir y cerrar. La Iglesia est¨¢ convencida de que as¨ª se har¨¢ imposible realizar copias, como hab¨ªa hecho durante a?os Fern¨¢ndez Casti?eiras, que guardaba r¨¦plicas para todas las cerraduras que se cuentan en el templo.
La polic¨ªa se incaut¨® del voluminoso juego de llaves del electricista, pero ante el temor de que circulen m¨¢s copias que las suyas, el plan de seguridad tambi¨¦n obliga a ir reemplazando paulatinamente los cierres. De momento, lo que asegura Ricardo Sanz es que los del Archivo ¡°ya se cambiaron todos¡±.
El C¨®dice, con otros documentos medievales, est¨¢ custodiado en el dep¨®sito de seguridad de este ¨¢ngulo del claustro. En otro lugar est¨¢ la caja fuerte del dinero. En el ¨¢rea de administraci¨®n se guardan despu¨¦s de contarse los ingresos, que proceden de las colectas, las taquillas de Museo y Cubiertas, y los cobros por arrendamientos de propiedades del Cabildo. Seg¨²n la catedral, all¨ª dentro se mueve una media de 1,62 millones anuales.
Se ha instalado una central de control con monitores en la sacrist¨ªa
Ya hace un par de semanas y ayer nuevamente durante la presentaci¨®n del plan de seguridad, el can¨®nigo fabriquero, Daniel Lorenzo, responsable del mantenimiento del edificio, dijo que ese dinero, a la catedral, no le llega. La colocaci¨®n de las c¨¢maras disparar¨¢ el a?o que viene en 130.000 euros el presupuesto dedicado anualmente a seguridad. El kilom¨¦trico cableado debe revestirse con cobre al tratarse de un monumento, y eso, insiste Lorenzo, triplica el precio de la instalaci¨®n.
Seg¨²n el fabriquero, el Plan de Conservaci¨®n Preventiva elaborado para la seo (un proyecto que la Iglesia planea presentar en septiembre y que demandar¨¢ al a?o m¨¢s de 1.500.000 euros) indica que ¡°lo recomendable¡±, en materia de seguridad, ser¨ªa gastar 400.000 euros. Sin embargo, de momento se est¨¢ empleando una media de 103.400.
El plan de seguridad tambi¨¦n dedica un apartado a la colaboraci¨®n de los servicios de emergencias y las fuerzas del orden. Hace un mes, los bomberos, las polic¨ªas nacional y local y Protecci¨®n Civil participaron en un simulacro de incendio en el Archivo y un empleado del museo represent¨® un infarto en la bas¨ªlica. El octubre, explica el director de seguridad, habr¨¢ reuniones con todos estos cuerpos, se les facilitar¨¢ informaci¨®n sobre las complicadas caracter¨ªsticas del edificio, y terminar¨¢n conociendo sus laberintos y escondrijos. Despu¨¦s, tendr¨¢ lugar un ¡°gran simulacro¡± de evacuaci¨®n, mucho m¨¢s complejo que el anterior, con abundancia de figurantes.
Sin inventario p¨²blico
El can¨®nigo fabriquero y presidente de la comisi¨®n de cultura del cabildo de la Catedral de Santiago, Daniel Lorenzo, asegur¨® ayer en la misma rueda de prensa sobre el plan de seguridad que ¡°si tuviera medios¡±, la bas¨ªlica har¨ªa ¡°un inventario p¨²blico de su patrimonio¡±, y a?adi¨® que ¡°nunca impidi¨®¡± a las instituciones su elaboraci¨®n. En un encuentro anterior con los medios, hace dos semanas, el mismo responsable explic¨® que, de manera interna, la catedral dispone de un inventario completo de su patrimonio. Seg¨²n Lorenzo, esta catalogaci¨®n es muy superior en sus caracter¨ªsticas al registro de bienes que hace un a?o propuso crear a la Iglesia gallega la fiscal¨ªa y que no ha salido adelante porque las di¨®cesis (salvo Astorga) no lo han rubricado.
¡°Cualquier especialista en arte¡±, a?adi¨® ayer el can¨®nigo, tiene conocimiento ¡°incluso de aquellos objetos que no se exhiben¡±. La catedral recibi¨® ¡°presupuestos de proyectos y estudios¡± para la divulgaci¨®n al p¨²blico en general de su patrimonio art¨ªstico, ideas tales como la elaboraci¨®n de fichas virtuales sobre las piezas. No obstante, afirm¨® Lorenzo, ¡°la posibilidad no se afront¨® debido a su elevado coste¡±.
¡°En otras zonas como Andaluc¨ªa estos temas los gestiona la propia Administraci¨®n auton¨®mica, y la Iglesia lo que hace es dar toda clase de facilidades para que se lleven a cabo¡±, termin¨® apuntando, antes de insistir en que la instituci¨®n eclesi¨¢stica ¡°puede hacer el inventario con la colaboraci¨®n p¨²blica, pero no sin ella¡±.
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