Crisis pol¨ªtica
Aquel Gobierno de ¡°los mejores¡± que se nos anunci¨® se ha convertido en un desgobierno irresponsable
Termina en Catalu?a un curso pol¨ªtico que solo puede calificarse de nefasto y que nos permite llegar a una triple conclusi¨®n: tenemos un Gobierno poco competente que impulsa pol¨ªticas injustas, los mecanismos que prev¨¦ nuestro sistema pol¨ªtico para controlar al Gobierno est¨¢n fallando estrepitosamente y la crisis pol¨ªtica es tan grave como la econ¨®mica.
Estamos casi a mitad de legislatura y el Gobierno de CiU sigue desorientado sin saber qu¨¦ hacer para frenar los efectos negativos de la crisis. No puede conformarse con planificar a medio plazo y plantear un nuevo modelo de financiaci¨®n, sino que deber¨ªa volcarse en impulsar pol¨ªticas para resolver los problemas cotidianos y acuciantes de una sociedad en crisis. Sin embargo, no tiene ideas, ni rumbo, ni timonel; no respeta las bases del Estado de bienestar y la pobreza sigue aumentando; no hay interlocuci¨®n con Bruselas, ni con Madrid, ni con el resto de comunidades aut¨®nomas; no tiene el apoyo estable de ning¨²n partido pol¨ªtico ajeno al Gobierno, ni una m¨ªnima complicidad con unos sindicatos, que est¨¢n ninguneados; no escucha las demandas ciudadanas y pierde apoyo social, y sigue practicando una p¨¦sima pol¨ªtica de comunicaci¨®n. En definitiva, el fracaso es clamoroso y aquel Gobierno de ¡°los mejores¡± que se nos anunci¨® se ha convertido en un desgobierno irresponsable que, como m¨ªnimo, requiere urgentemente una remodelaci¨®n.
Los mecanismos democr¨¢ticos de control al Ejecutivo tambi¨¦n est¨¢n desautorizados. El principal partido de la oposici¨®n, el PSC, sigue demostrando su incapacidad para generar un proyecto pol¨ªtico y social alternativo. No hay gobierno en la sombra, sino un partido que deambula en la oscuridad ideol¨®gica. Los partidos de izquierdas parecen sentirse todav¨ªa acomplejados por sus a?os de gobierno y son incapaces de aunar sensibilidades pol¨ªticas cr¨ªticas en una coyuntura pol¨ªtica y econ¨®mica ideal para plantear nuevas propuestas desde la izquierda.
El principal partido de la oposici¨®n, el PSC, sigue demostrando su incapacidad para generar un proyecto pol¨ªtico y social alternativo
Por su parte, el Parlament est¨¢ sufriendo las consecuencias de un problema sist¨¦mico. La centralidad que deber¨ªa poseer esta instituci¨®n en un sistema que precisamente se denomina parlamentario no solo sigue retrocediendo en detrimento del Gobierno, sino que la vor¨¢gine pol¨ªtica derivada de la crisis econ¨®mica lo sit¨²a, parad¨®jicamente, en un plano marginal. Las sesiones parlamentarias de control al Ejecutivo se basan en preguntas e interpelaciones que los diputados de la oposici¨®n preparan concienzudamente y que los miembros del este responden con evasivas, con desgana y, en ocasiones, como suele hacer alg¨²n consejero, haciendo mofa. Resultan in¨²tiles y deslegitiman un Parlament que no tiene recursos para controlar con eficacia la acci¨®n gubernamental y que se est¨¢ convirtiendo en un plat¨® para escenificar la cara m¨¢s burda de la pol¨ªtica.
El control social tampoco es muy efectivo. Las protestas sociales que proliferan casi a diario no inquietan al Gobierno y solo han obtenido por respuesta la hip¨®crita comprensi¨®n de un Ejecutivo que sigue endureciendo las condiciones materiales de vida de la ciudadan¨ªa. La sociedad deber¨ªa aprovechar el descanso veraniego para tomar o retomar conciencia de la fuerza que puede tener el clamor popular en un contexto de crisis pol¨ªtica, sobre todo si se sustituyen actitudes individualistas como el ¡°s¨¢lvese quien pueda¡± por consignas solidarias como el ¡°no pasar¨¢n¡±.
Las pol¨ªticas reguladoras err¨¢ticas originaron una crisis financiera que solo se resolver¨¢ a trav¨¦s de decisiones pol¨ªticas acertadas. La crisis econ¨®mica es muy profunda y sus efectos son dram¨¢ticos, pero llevamos muchos m¨¢s a?os ante una grave crisis pol¨ªtica que ha quebrantado nuestra democracia representativa y ha vilipendiado valores, actitudes y comportamientos sociales que anta?o fueron pilares del progreso de nuestra sociedad. Reinstaurar la nobleza de la pol¨ªtica, crear una nueva ¨¦tica p¨²blica y repensar el funcionamiento de las instituciones democr¨¢ticas ser¨¢n tareas m¨¢s arduas que salir de la crisis econ¨®mica, pero es el ¨²nico camino para recuperar la permeabilidad del Gobierno, la utilidad de la oposici¨®n, la eficacia del Parlament, la credibilidad de los partidos, la influencia ciudadana y la humanizaci¨®n de la pol¨ªtica.
Jordi Matas Dalmases es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UB, jmatas@ub.edu.
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