De fiestas con Azcona y Berlanga

Hace 25 a?os, un poco antes de estas fechas pero ya en verano, Luis Garc¨ªa Berlanga estuvo rodando en Xixona Moros y cristianos, pel¨ªcula que cuenta la peripecia madrile?a de unos turroneros jijonencos, en su intento por renovarse para promocionar el producto por el que la ciudad alicantina es mundialmente conocida. Es curioso que entre el centenar largo de fiestas de Moros y Cristianos que se celebran a lo largo del a?o en el Pa¨ªs Valenciano, Berlanga y Azcona optaran por los de Xixona para rodar un filme que, adem¨¢s, tiene la particularidad de ser el ¨²ltimo que ambos firmaron juntos, tras 30 a?os de colaboraci¨®n cuajados de t¨ªtulos afortunados.

Podr¨ªan haber elegido otros moros y otros peque?os emprendedores valencianos, del textil o del calzado, pero prefirieron los turroneros. Tal vez una clave de la elecci¨®n est¨¦ en la memoria sentimental azucarada de Berlanga, ya que, como declar¨® a este peri¨®dico durante el rodaje, su infancia transcurri¨® en una pasteler¨ªa familiar ¡°con mucha tradici¨®n en Valencia, Postre Mart¨ª¡±. En un elenco que recoge algunos de los mejores c¨®micos espa?oles, Fernando Fern¨¢n G¨®mez es el propietario de Planchadell y Calabuch, ¡°casa fundada en 1896¡± que en el filme tiene su sede en la antigua f¨¢brica La Jijonenca, ahora inaccesible. En su interior se ve hacer turr¨®n al principio y desde dentro sacan al final el cad¨¢ver amortajado con traje festero de Fern¨¢n G¨®mez, escoltado por dos filaes de moros y cristianos. ¡°Eran aut¨¦nticos festeros de aqu¨ª, igual que todos los dem¨¢s extras, todos de Xixona¡±, recuerda Mario Carbonell i Cremades, dirigente de la Federaci¨® de Sant Bertomeu que organiza las fiestas estivales.

Dos centenares de jijonencos participaron en el rodaje; pero Berlanga no consideraba ¨¦sta una pel¨ªcula muy valenciana porque el 90% transcurre en Madrid. Sin embargo, es dif¨ªcil olvidar la entrada de la furgoneta en la capital, con el actor Joan Monle¨®n ataviado de capit¨¢n moro sobre el veh¨ªculo y dando instrucciones a su oponente: ¡°?Con el alfanje! ?Cr¨²zalo como en las fiestas!¡±. Ni la l¨®gica intervenci¨®n de la polic¨ªa municipal y la justificaci¨®n de ¡°estamos promocionando nuestros turrones¡±, mientras intentan comprar con unas tabletas a los guardias. O Agust¨ªn Gonz¨¢lez empe?ado en ense?ar el v¨ªdeo de moros y cristianos a L¨®pez V¨¢zquez, experto asesor de imagen, porque ¡°es muy importante para la promoci¨®n del turr¨®n¡± y exclamando ante la aparici¨®n de Monle¨®n como el colmo de la admiraci¨®n: ¡°?Ven¨ªan de Alcoi para verle desfilar!¡±.

Es poco probable que Berlanga se percatara de otra particularidad local: Xixona es un caso ins¨®lito en el que hay dos fiestas de Moros y Cristianos: las patronales, que se celebran a mediados de agosto, y las denominadas ¡°de los heladeros¡±, que se hacen en febrero porque en verano este gremio no puede disfrutar de las celebraciones, ya que es cuando m¨¢s trabajan por todos los rincones de Espa?a. ¡°Son comisiones y filaes totalmente diferentes¡±, recalca Carbonell, pero Moros y Cristianos, al fin y al cabo.

Tampoco capt¨® Berlanga uno de los actos m¨¢s representativos de las fiestas, entre serio y jocoso, como es el Juicio Sumar¨ªsimo del Moro Traidor, que se celebra el tercer d¨ªa de fiestas. A Beny Beny Chimeti se le acusa de haberse enamorado ¡°de una cristiana coqueta¡±. Esta pasi¨®n hace no solo que se convierta sino que tambi¨¦n revele ¡°un paso escondido que da entrada a la villa¡±, es decir, secretos militares. Sus antiguos correligionarios no solo lo juzgan por ello, sino que ¡°le imputan todos los males sobrevenidos a Xixona los ¨²ltimos a?os¡±. La tradici¨®n, de m¨¢s de 90 a?os, procede de la simple deslealtad de un festero miembro de los Grogs, moros, que pas¨® a desfilar con los Contrabandistes, cristianos.

En las fiestas jijonencas entierran a Beny Beny Chimeti con m¨¢s solemnidad a¨²n que Berlanga enterr¨® a Planchadell en su pel¨ªcula. Con el calor estival de Xixona, uno puede refrescarse en las calles del antiguo barrio ¨¢rabe, o aguantar la t¨ªpica bany¨¤ de las fiestas. Despu¨¦s de estas dicen que huele definitivamente a miel y almendra.