El Albaic¨ªn estrangulado

La peatonalizaci¨®n de la Carrera del Darro y el Paseo de los Tristes, que el Ayuntamiento de Granada (PP) acometi¨® el pasado mes de marzo, sigue generando el rechazo de parte de los vecinos del Albaic¨ªn que aseguran que se est¨¢n quedando aislados. El privilegio de residir en un barrio declarado Patrimonio de la Humanidad no casa con ciertas comodidades, pero los afectados insisten en que no se oponen a la medida, sino al modo en que se ha hecho. Discuten la restricci¨®n a residentes, la modificaci¨®n de autobuses y la reordenaci¨®n del tr¨¢fico.

El conflicto se ha enconado, aun cuando todas las partes est¨¢n de acuerdo en lo b¨¢sico: la Carrera del Darro debe quedar libre de coches. El concejal de IU Paco Puentedura considera que la ¡°soluci¨®n adecuada¡± de peatonalizar la zona se ha convertido en un ¡°problema¡± por falta de di¨¢logo y la ausencia de un plan de movilidad integral.

A las protestas de los primeros d¨ªas han seguido otras acciones y desde hace meses cuelgan en los balcones de algunas casas pancartas con el lema ¡°SOS Albaic¨ªn¡±. Una plataforma promovida principalmente por vecinos de San Juan de los Reyes y la zona del Paseo de los Tristes pide al Ayuntamiento que acuerde con ellos la reordenaci¨®n ya que la situaci¨®n actual, sostienen, ¡°ha estrangulado al barrio¡±. El PSOE, principal partido de la oposici¨®n, tambi¨¦n critica el modo en que se ha ejecutado.

Los taxistas se niegan a circular por la calle San Juan de los Reyes

Desde que se cerr¨® al tr¨¢fico la zona, el Ayuntamiento ha modificado varias veces las rutas de autobuses urbanos, que ya no pasan por la Carrera del Darro. Improvisaci¨®n o no, lo cierto es que se suprimieron paradas y luego se restablecieron, se opt¨® por taxis gratuitos para ese trayecto a residentes y despu¨¦s se puso en marcha un veh¨ªculo el¨¦ctrico de siete plazas. Ninguna soluci¨®n convence por ahora a los afectados. A ello hay que unir problemas con permisos de algunos vecinos e incluso con aparcamientos. Carmen Garc¨ªa vive en la parte m¨¢s estrecha de San Juan de los Reyes y debido al cambio de sentido del tr¨¢fico asegura que su veh¨ªculo no puede entrar en la cochera.

La principal demanda vecinal es que se mantenga una l¨ªnea de autob¨²s por la Carrera del Darro, ya que se suprimi¨® y los veh¨ªculos colectivos ahora dan la vuelta por la Carretera de Murcia. Tambi¨¦n reclaman que cambie el sentido del tr¨¢fico de la calle San Juan de los Reyes, una v¨ªa paralela a la Carrera del Darro y muy estrecha por la que antes la circulaci¨®n era en sentido descendente. Subir la calle, dicen vecinos y taxistas, dificulta mucho m¨¢s la conducci¨®n adem¨¢s de los ruidos que genera y de los que se lamentan empresarios de alojamientos tur¨ªsticos. La parte m¨¢s estrecha de esta v¨ªa es de 1,8 metros y los veh¨ªculos que pueden pasar tienen incluso que plegar retrovisores.

La negativa a subir por esa calle de los taxistas, que mayoritariamente optan por dar todo el rodeo al Albaic¨ªn para no rozar los coches, ha servido de apoyo a los vecinos, si bien hay que reconocer que en sentido contrario tambi¨¦n hab¨ªa veh¨ªculos que se negaban a pasar, aunque en menor medida. Con clientes de hoteles de la Carrera, los taxistas pueden circular pero luego han de hacer una serie de tr¨¢mites para evitar la multa tras la grabaci¨®n de las c¨¢maras lo que supone esfuerzo y tiempo.

Los vecinos critican la falta de di¨¢logo del Ayuntamiento y reclaman un plan de movilidad

La concejal de Tr¨¢fico y Movilidad, Telesfora Ruiz, envi¨® recientemente una carta a la gremial del taxi ante las quejas por la negativa a pasar por San Juan de los Reyes y les record¨® que el coche que pueda debe circular y si no tiene las dimensiones llamar a otro, algo que generalmente no ocurre en la actualidad. Y para unir Plaza Nueva con el final del Paseo de los Tristes se ha habilitado un veh¨ªculo el¨¦ctrico de siete plazas cada media hora que los vecinos consideran ¡°insuficiente¡±, especialmente para las personas mayores que ante la falta de comercios en el Albalic¨ªn Bajo tienen que ir al centro a comprar. El autob¨²s de l¨ªnea llega pero tras dar la vuelta por el Sacromonte.

Los vecinos afectados, que niegan que haya habido consenso previo, aseguran que el barrio lo hacen quienes viven en ¨¦l y que adem¨¢s de ¡°proteger el patrimonio hay que proteger a las personas¡±. Las l¨ªneas de autob¨²s han vuelto a ser modificadas para, seg¨²n el consistorio, reducir los tiempos de espera y la salida desde el Albaic¨ªn al centro, que reclamaban los vecinos. El Ayuntamiento cree que la plataforma ¡°manipula¡± y est¨¢ por ver c¨®mo se encajan los nuevos itinerarios. Mientras, los conductores del transporte p¨²blico reconocen, con resignaci¨®n, que o est¨¢n contentos los vecinos de la zona alta o los de la baja, pero que la conexi¨®n es dif¨ªcil en el barrio.

El abandono convertido en parque tem¨¢tico

El problema de la movilidad no es el ¨²nico del Albaic¨ªn. Desde hace d¨¦cadas, la desidia institucional est¨¢ dejando morir a un barrio que es m¨¢s que las zonas eminentemente tur¨ªsticas de Carrera del Darro, Paseo de los Tristes y Mirador de San Nicol¨¢s. La suciedad y el abandono, del que se culpan rec¨ªprocamente las administraciones de uno y otro signo pol¨ªtico, est¨¢n a la vista de los residentes y de cualquiera que se adentre en el laberinto de calles situado frente a la colina de la Alhambra.

Aunque no se puede negar que se ha invertido y se han acometido mejoras, lo cierto es que su aspecto dista bastante del que corresponder¨ªa a un lugar declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. De hecho, hace tres a?os el Centro Unesco Andaluc¨ªa advirti¨® del ¡°bochornoso¡± estado en el que se encontraba, se anunci¨® la elaboraci¨®n de un informe para remitirlo a Patrimonio Mundial, pero no hay nada. Y a ello hay que a?adir que el plan especial por el que se rige es de 1990 y no se aplica en su totalidad, y el que ten¨ªa que sustituirlo fue aprobado por el Ayuntamiento en 2008 y Patrimonio lo rechaz¨®.

La carencia de servicios est¨¢ convirtiendo sus calles en un ¡°parque tem¨¢tico¡± destinado a turistas, seg¨²n denuncian los vecinos. La poblaci¨®n se ha reducido de los 30.000 habitantes que hab¨ªa hace tres o cuatro d¨¦cadas a unos 8.000 que residen ahora de forma legal, puesto que la ocupaci¨®n es otro problema. Y aunque las instituciones no empujen en la misma direcci¨®n, la culpa de su estado tambi¨¦n es de los ciudadanos. La basura en cualquier parte, los excrementos de perro, las pintadas y el vandalismo en bienes catalogados es otra constante en muchas zonas de un barrio cuyos habitantes, conscientes de la singularidad, lo ¨²nico que desean es que se compatibilice el turismo con la vida normal.