El culpable fue el sexto barrote
Los jueces decretan el archivo el caso de un ni?o de 21 meses que muri¨® al caer de una barandilla del hospital 12 de Octubre en septiembre de 2010
¡°No se dan los elementos necesarios para apreciar un homicidio imprudente, como pretende el recurrente, ni existe imprudencia con relevancia penal¡±. As¨ª han dado carpetazo los jueces a un desgraciado accidente registrado en el hospital 12 de Octubre el 26 de septiembre de 2010 en el que muri¨® un ni?o de 21 meses, tras colarse por una valla del centro en el que faltaba un barrote. Los magistrados solo han dejado abierta a los padres las v¨ªas civil o administrativa para reclamar por el fallecimiento de su hijo. Los progenitores lamentan esta resoluci¨®n y aseguran que su ¨²nica intenci¨®n siempre ha sido evitar que se reproduzcan hechos similares.
El accidente se produjo a las 18.40 del domingo 26 de septiembre. El matrimonio Eusebio Ortega Carde?osa y Beatriz S¨¢nchez Sainero hab¨ªan ido junto con sus dos hijos al hospital para ver al padre de ella. Estaba internado por un c¨¢ncer. El hombre sali¨® en una silla de ruedas por la puerta Norte del edificio principal del centro para ver a sus familiares.
El peque?o, que estaba junto a su padre, se col¨® por el hueco que dejaba el sexto barrote inexistente. Se precipit¨® lateralmente, pero dio al menos una vuelta y se golpe¨® la cabeza contra el asfalto, tras caer unos 7,5 metros. ¡°?Mi ni?o, mi ni?o se ha matado, que se ha matado, que se ha ca¨ªdo!¡±, comenz¨® a gritar el abuelo. Intent¨® levantarse de la silla, pero cay¨® al poco.
El progenitor baj¨® a toda velocidad y recogi¨® al peque?o en sus brazos. Ya ni se mov¨ªa ni respiraba. Una polic¨ªa nacional, destinada a la comisar¨ªa de Latina y que hab¨ªa acudido con una mujer del centro de internamiento de extranjeros (CIE) de Aluche, le ayud¨® en el traslado hasta el servicio de urgencias.
El peque?o se precipit¨®
desde 7,5 metros
y falleci¨® a los dos d¨ªas
El parte m¨¦dico del m¨¦dico de urgencias ya pronosticaba un desenlace fatal. Sufr¨ªa un traumatismo craneoencef¨¢lico muy grave y una exploraci¨®n de diagn¨®stico por imagen despej¨® las dudas: el peque?o ten¨ªa una fractura craneal compleja, hemorragia subaracnoidea e intraventricular importante, adem¨¢s de hematoma subdural y epidural. A los dos d¨ªas, se determin¨® la muerte cerebral del peque?o. Sus padres donaron todos sus ¨®rganos.
La titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3, Mar¨ªa Sagrario Herrero Enguita, realiz¨® el 3 de octubre una exhaustiva inspecci¨®n ocular en el lugar del accidente. A la misma asistieron especialistas del Grupo de Delitos Violentos de la Polic¨ªa Cient¨ªfica y responsables del grupo de Polic¨ªa Judicial de la comisar¨ªa de Usera-Villaverde.
El sexto barrote ya hab¨ªa sido colocado y soldado. Tambi¨¦n hab¨ªa sido pintado y ten¨ªa un color distinto al resto de la barandilla, que 92,5 cent¨ªmetros de altura. Un responsable del centro indic¨® que se puso justo a la media hora de producirse el accidente para evitar que se repitieran hechos luctuosos similares. De hecho, el propio abuelo dio su tel¨¦fono m¨®vil a una enfermera poco despu¨¦s del accidente para que fotografiara la valla. Cuando baj¨®, ya la estaba arreglando.
El informe de Polic¨ªa Cientifica determin¨® que antes de que repusiera el barrote hab¨ªa un hueco de 28 cent¨ªmetros de ancho, un espacio m¨¢s que suficiente para que se colara un ni?o de 21 meses. Los t¨¦cnicos comprobaron que aquella misma ma?ana se estaban reparando otras barandillas del hospital: ¡°Los funcionarios actuantes han observado en el momento de realizar la inspecci¨®n ocular c¨®mo se est¨¢n realizando trabajos de reparaci¨®n de barandillas¡±.
Los padres han exigido al centro una indemnizaci¨®n de 176.000 euros
Los especialistas policiales analizaron las im¨¢genes de las c¨¢maras de seguridad del centro y comprobaron que no exist¨ªan grabaciones del momento del accidente. Lo que s¨ª qued¨® constatado en seis fotogramas que faltaba un barrote de la valla, el reflejo en los cristales de la puerta de acceso del hospital de la figura de un ni?o y una persona mirando hacia el lugar donde posiblemente suceden los hechos.
La juez interrog¨® a los familiares y los testigos y, tras analizar todas las pruebas periciales, decidi¨® el archivo de la causa. ¡°Reiteramos que una responsabilidad a depurar en el ¨¢mbito civil o administrativo s¨ª puede ser advertida pero entendemos igualmente que un procedimiento penal no es el cauce adecuado para tal reclamaci¨®n¡±, explica la magistrada de apoyo del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de Madrid, Carmen Sim¨®n S¨¢nchez.
Los padres recurrieron, a trav¨¦s de su abogado, Carlos Sardinero y la asociaci¨®n El Defensor del Paciente, ante la Audiencia Provincial de Madrid la decisi¨®n del Juzgado n¨²mero 3. La secci¨®n 16? dict¨® un auto, del que fue ponente el magistrado Eduardo Cruz Torres, por el que se manten¨ªa el archivo del procedimiento. ¡°Se han practicado multitud de diligencias de investigaci¨®n, declaraciones de los perjudicados, testificales, reportaje fotogr¨¢fico, inspecci¨®n ocular, grabaci¨®n de la zona de los hechos, sin que se aprecie responsabilidad penal en los mismos por parte de instituci¨®n o persona alguna¡±, concluye el magistrado.
Los padres han mostrado su malestar por la decisi¨®n judicial, ya que no logran entender que nadie sea responsable de la muerte de un ni?o. Al menos los jueces deber¨ªan haber apreciado una negligencia o una imprudencia por parte de los responsables de mantenimiento. Ya han dirigido una carta a la direcci¨®n del centro por la que le piden una indemnizaci¨®n patrimonial de 176.214 euros. ¡°Nunca hemos buscado dinero. Siempre hemos querido que se tomar¨¢n medidas para que no se repitieran hechos tan tristes como la muerte de mi hijo¡±, se?alan los padres. Los dos, junto con su hijo, est¨¢n en tratamiento psicol¨®gico. Sufren un trastorno de estr¨¦s postraum¨¢tico.
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