La Renta M¨ªnima, bajo m¨ªnimos
La Comunidad de Madrid reduce en un mill¨®n de euros la partida para la formaci¨®n de los perceptores de la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n
Felisa, de 52 a?os, vive con cinco gatos y dos perros. Son su ¨²nica compa?¨ªa en un piso de unos veinte metros cuadrados en el barrio de Tetu¨¢n y, seg¨²n ella, el motivo por el que se levanta cada ma?ana. Hace cinco a?os perdi¨® su empleo como comercial de venta de t¨¦ y, desde entonces, es una de las perceptoras de la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n (RMI), una ayuda que concede la Comunidad de Madrid a personas en situaci¨®n de pobreza. Dispone de 375 euros al mes con los que paga el alquiler, los gastos asociados a la vivienda, la comida y la factura de tel¨¦fono m¨®vil. Un lujo que se permite porque necesita estar localizable para las ofertas de empleo. Hace dos a?os que no compra ropa y que no pisa un cine o restaurante; su prioridad es reformar su casa, gravemente deteriorada.
Como Felisa, otras 32.000 mujeres de la regi¨®n subsisten gracias a esta ayuda. Se trata del perfil mayoritario de perceptores de la RMI, y representan el 60,34% del total (unos 52.300 beneficiarios en 2011). Son mujeres con o sin hijos a su cargo con una media de edad de 42 a?os. Adem¨¢s de percibir la ayuda econ¨®mica, Felisa acude dos veces por semana a uno de los programas de reinserci¨®n laboral subvencionados por la Comunidad, una actividad que le ¡°obliga¡± a salir de casa, conocer personas y aprender inform¨¢tica. La Ley de Renta M¨ªnima de Inserci¨®n, aprobada por el Gobierno regional en 2001, da a las personas sin ingresos entre 375 y 532 euros mensuales y reconoce el derecho a recibir apoyo personalizado para su inserci¨®n laboral. Las entidades sin ¨¢nimo de lucro son las que se encargan de impartir estos programas y, por primera vez desde 2002, ven peligrar estos proyectos. ¡°Hasta este a?o, la Comunidad conced¨ªa las subvenciones con car¨¢cter bianual y con una dotaci¨®n de unos seis millones (tres millones por a?o). En 2012 la convocatoria ha llegado con ocho meses de retraso ¡ªen agosto¡ª, es de car¨¢cter anual y la han reducido a dos millones¡±, denuncia Gabriela Jorquera, la coordinadora t¨¦cnica de EAPN, la red madrile?a mayoritaria de lucha contra la pobreza y la exclusi¨®n social, con 45 entidades adscritas. ¡°La reducci¨®n de la partida mermar¨¢ los programas y supondr¨¢ la desaparici¨®n de algunas de las asociaciones¡±, lamenta. Durante los ¨²ltimos meses las entidades han tirado de fondos propios y de cr¨¦ditos bancarios.
La dotaci¨®n presupuestaria para las subvenciones fue de 3.155.440 euros en 2010 y 2011. El pasado 2 de agosto la Comunidad autoriz¨® una l¨ªnea de subvenciones con un montante de 2.077.720 euros, un 34% inferior a los a?os precedentes. ¡°Los programas de acompa?amiento de la RMI son esenciales para el acceso al mercado laboral de los beneficiarios, de los que solo el 21,70% tienen graduado escolar¡±, se?ala Ana Gonz¨¢lez, secretaria de pol¨ªtica social de CC OO Madrid. Desde 2008, el n¨²mero de solicitudes para recibir la RMI ha crecido un 260%, y en 2011, del 21,63%. ¡°El esfuerzo del Ejecutivo de Aguirre es claramente insuficiente¡±, remacha.
La asociaci¨®n CEPA trabaja con unos 60 usuarios en el barrio de Fontarr¨®n, en el distrito Puente de Vallecas, donde desarrolla dos programas para perceptores de la RMI: uno destinado a mujeres en situaci¨®n de desarrollo personal y b¨²squeda de empleo, y otro de orientaci¨®n laboral con hombres y mujeres. Durante 2010 y 2011 CEPA recibi¨® una subvenci¨®n del Gobierno regional de 20.000 euros para la puesta en marcha del curso destinado a mujeres. El otro lo activaron por la creciente demanda por parte de nuevos usuarios, y lo financiaron con fondos propios. El pasado enero decidieron mantener ambos proyectos con una plantilla de nueve trabajadores pero, como consecuencia del retraso en la convocatoria de las subvenciones, han quedado solo cuatro y se enfrentan a un ¡°m¨¢s que probable¡± cierre. ¡°Dependemos en un 90% de las subvenciones de las administraciones y en el caso concreto de los programas de la RMI nuestra supervivencia pasa por lo que ingresamos de la Comunidad¡±. Al despido de trabajadores sociales y psic¨®logos durante los ¨²ltimos meses se suma una reducci¨®n salarial y de horario de los empleados en activo. ¡°Ya no nos quedan recursos y no tenemos previsi¨®n de que vayan a entrar. Lo que m¨¢s nos preocupa son los usuarios. ?D¨®nde se les va a atender ahora?¡±, se pregunta Bel¨¦n Ca?ero, coordinadora de la asociaci¨®n.
Isabel, de 54 a?os, tiene a dos de sus hijos a su cargo, de 19 y 13 a?os, y recibe 483 euros al mes. Viven en una buhardilla de unos quince metros cuadrados. Se ilusiona con la idea de que su hija trabaje como auxiliar de veterinaria, aunque de momento no se ha sacado el graduado escolar. Isabel tampoco lo tiene, pero gracias al programa que la asociaci¨®n Las Alamedillas imparte en Tetu¨¢n ha aprendido a hacer un curr¨ªculum en formato digital. A veces se desanima, su lucha diaria por seguir adelante ya es bastante. ¡°Es muy dif¨ªcil llegar a final de mes. Nos alimentamos de pasta y legumbres y mis hijos saben que no les puedo comprar ropa¡±, cuenta desde las escaleras de su edificio.
¡°Es esencial que reciban una atenci¨®n personalizada y continua ya que, en muchos de los casos, han perdido las habilidades sociales y no saben interactuar¡±, argumenta Juan Carlos Garc¨ªa, responsable de la asociaci¨®n. Actualmente, atienden a unos 300 usuarios y su principal preocupaci¨®n se ci?e sobre 2013. Entre 2010-2011 6.066 personas perceptoras de la RMI participaron en alguno de los programas. De ellos 271 lograron un trabajo, un 4,5%.
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