Un recuerdo tibio y encorsetado
Remedios Amaya, por tangos y acompa?ada de Raimundo Amador, quien, a continuaci¨®n, tir¨® de familia para evocar b¨¢sicamente a Pata Negra
Mira que, art¨ªsticamente, la cosa empez¨® prometiendo. Un Diego Carrasco que, con ese tema homenaje que le compuso a su colega sobre unas buler¨ªas de C¨¢diz, parec¨ªa convocar en¨¦rgicamente a una evocaci¨®n viva del de La Isla. Pero fue solo un espejismo. La noche parec¨ªa que no se prestaba a una fiesta, alegre y bulliciosa, en homenaje a Camar¨®n. Pesaba quiz¨¢ el estreno de un inmenso auditorio donde al personal le costaba ubicarse y que ni el ampl¨ªsimo protocolo de invitados que se supone ¨Cy que era bien visible- logr¨® llenar. Adem¨¢s, all¨ª no hab¨ªa prisas. El espect¨¢culo estaba anunciado a las 22.00, pero pasaban los minutos y nada. El p¨²blico inici¨® las protestas al cuarto de hora y las repiti¨® a la media. Mientras tanto, el respetable se entreten¨ªa en el repaso de famosos y celebridades que llegaban y se dejaban ver. Perm¨ªtase la cr¨®nica social: hubo representaci¨®n de la aristocracia, de la pol¨ªtica, del arte, de la m¨²sica. Y entre tantas presencias, alguna ausencia que se dejaba sentir, la del productor Ricardo Pach¨®n, sin ir m¨¢s lejos.
'Camar¨®n 20 a?os'
Cante: Duquende, La Susi, Diego Carrasco, Remedios Amaya. Baile: Paloma Fantova. Artistas invitados: Arc¨¢ngel, Raimundo Amador. Guitarras: Juan Jos¨¦ Su¨¢rez 'Paquete', Jes¨²s de Rosario. Percusi¨®n: Lucky Losada, Ram¨®n Porrina. Palmas y coros: Sim¨®n Rom¨¢n, Enrique el Piculabe, Pedro el Grana¨ªno. Bajo: Antonio Ramos 'Maca'. Teclados: Jos¨¦ Mar¨ªa Cortina. Direcci¨®n musical: Tomatito, Luis Monge, Juan Jos¨¦ Su¨¢rez 'Paquete'.
Nuevo auditorio de Fibes. Mi¨¦rcoles, 12 de septiembre.
La funci¨®n empez¨® por fin y, como se dijo, con buenas sensaciones en un primer momento. A favor estaba uno de los m¨¢s grandes escenarios que los artistas participantes hayan podido conocer y que, no es cosa f¨¢cil, se encontraba bien iluminado, sin que se pueda decir lo mismo del sonido. Muy en contra, un estricto formato de gala que dej¨® cada actuaci¨®n aislada y que no regal¨® apenas una sorpresa al personal. Es cierto que se prepararon transiciones con los temas m¨¢s populares del cantaor y que para ellas se contaba con buenos artistas, sencillamente verdaderos cantaores de adelante que esa noche ocuparon un lugar secundario. La solidez r¨ªtmica tambi¨¦n estuvo garantizada con excelentes profesionales. Un atr¨¢s de lujo venido, por cierto, todo de Madrid. Aun as¨ª, queda un tibio recuerdo de una noche a la que solo salvaron destellos individuales.
Remedios Amaya, por tangos y acompa?ada de Raimundo Amador, quien, a continuaci¨®n, tir¨® de familia para evocar b¨¢sicamente a Pata Negra. Siempre es estimulante la frescura de ese Ay, Jos¨¦, yo te canto Camar¨®n que levanta el ¨¢nimo. La Susi puso emoci¨®n y sentimiento con la dif¨ªcil Nana del caballo grande. Ella nos llev¨® de la mano al recuerdo m¨¢s cercano del artista, un guante que recogi¨® Duquende, un cantaor cuyo timbre y eco tanto evoca a Jos¨¦. Lo hizo, adem¨¢s, con tangos camaroneros y, sobre todo, con la taranta y esa cartagenera de Chac¨®n ¨CLos p¨ªcaros tartaneros- que tan del gusto fue del de La Isla. La llegada de Arc¨¢ngel nos trajo la Canastera y las canti?as que Camar¨®n dedic¨® a La Perla y a su madre Rosa. Ni siquiera la salida de Luis Monge, el hijo del homenajeado, acompa?ando a la guitarra a Bernardo lograron disipar la falta de una sorpresa cari?osa, estando quien estaba en la direcci¨®n musical, ni de un fin de fiesta coral que reuniera a tan buenos artistas para el recuerdo.
La vigencia de la figura de Camar¨®n casi obligaba a la organizaci¨®n de la Bienal a incluir su recuerdo en el vig¨¦simo aniversario de su muerte. La f¨®rmula que se present¨® dist¨® bastante de la anunciada inicialmente. Su recuerdo merec¨ªa m¨¢s, pero se comprenden las dificultades que conlleva cualquier iniciativa en torno al artista.
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