Preparados, listos, ya
Los candidatos solo hablan de lo que les preocupa y parece que ¡°la amenaza Conde¡± mete miedo
La carrera electoral gallega se anima y se salta el gui¨®n. La tradicional placidez de una competici¨®n electoral a tres bandas entre fuerzas pol¨ªticas de rancio abolengo que parec¨ªa haberse estabilizado en el sistema pol¨ªtico gallego ha saltado por los aires. De hecho, se halla al borde de la extinci¨®n. Es el fin de la pol¨ªtica gallega tal y como la conocimos.
Los tres grandes perfiles pol¨ªticos donde se distribuyen los electores gallegos: el votante nacionalista, el votante conservador regionalista y el votante progresista, han visto incrementada de manera exponencial su capacidad de elecci¨®n. La demanda permanece estable. Pero la oferta ha experimentado una expansi¨®n sustancial. A las tres opciones tradicionales, Bloque, socialistas y populares, se suman ahora nuevas posibilidades electorales compitiendo con posibilidades y atractivo por esos mismos caladeros de sufragios.
En la derecha, la casi segura irrupci¨®n de la opci¨®n pol¨ªtica de Mario Conde plantea a los populares un escenario al que claramente no est¨¢n acostumbrados y dudan c¨®mo gestionar. Que alguien discuta su monopolio sobre el voto conservador les resulta una idea desconcertante. Al siempre complicado manejo de su coalici¨®n inestable con el baltarismo, la Democracia Feijoniana debe a?adir ahora la gesti¨®n de un discurso que le obliga a escorarse a la derecha m¨¢s de cu¨¢nto podr¨ªa resultar razonable en un pa¨ªs moderado de por s¨ª como Galicia. Solo la inseguridad puede explicar que, alguien tan curtido como Feij¨®o, cometa la imprudencia de darle juego al exbanquero para decir que ¡°ni comparte ni comprende¡±. Los candidatos solo hablan de lo que les preocupa y parece claro que ¡°la amenaza Conde¡± mete miedo.
El desgaste popular camina deprisa y no mira atr¨¢s. Sociedad Civil y Democracia tiene dif¨ªcil lograr representaci¨®n parlamentaria. Pero s¨ª puede restar ese pu?ado de votos que salvan el ¨²ltimo diputado popular, y la mayor¨ªa absoluta, en alguna provincia. Tampoco ayuda el uso estrat¨¦gico y oportunista de ¡°la amenaza Conde¡± practicado por el baltarismo para negociar mejor sus cuotas de poder. Aunque puede que el mayor destrozo de ¡°la amenaza Conde¡± reside en su capacidad para desactivar la potencia del actual eje motor de discurso de la campa?a popular: o nosotros o el caos de un tripartito. La respuesta de los otros resultar¨ªa obvia a partir de ahora: o nosotros, o negocios con un tipo que llama persecuci¨®n pol¨ªtica a ser condenado por llev¨¢rselo crudo, el Lute de los ejecutivos.
En el ¨¢mbito nacionalista, tras dejar cornudas y apaleadas a las almas c¨¢ndidas de Compromiso por Galicia, el depredador Beiras ha encontrado un nuevo hu¨¦sped m¨¢s confortable en Esquerda Unida, nutriente primario para una simbiosis donde nadie entiende cu¨¢l es exactamente su ganancia. Adem¨¢s de arreglar lo suyo, no cabe duda de que Beiras ha puesto en el mercado un producto competitivo y atractivo para una parte de los votantes nacionalistas y progresistas.
El hueco se lo han abierto el BNG con el inmobilismo y la avaricia aplicados para gestionar la evidencia de que una parte de los suyos quieren cambios y m¨¢s espacio en la casa com¨²n. Las inc¨®gnitas residen ahora en ver c¨®mo somatiza el elector nacionalista tanto ruido para acabar present¨¢ndose con la izquierda espa?ola, o c¨®mo gestiona la nueva coalici¨®n la enorme distancia existente entre el discurso soberanista que el ¨¦xito de la Diada empuja a hacer a los irmandi?os y Gaspar Llamazares proclamando desde la televisi¨®n que en Catalunya hay cosas m¨¢s importantes de qu¨¦ ocuparse que la independencia.
En la izquierda, el ¨²nico espacio relativamente libre de nueva competencia parec¨ªa el socialista. La hegemon¨ªa del PSdG en el llamado voto progresista estaba servida. Pero era demasiado f¨¢cil. A falta de competidores, ya se han dedicado los socialistas a dar estopa y espect¨¢culo entre ellos. Parece incre¨ªble que, a estas alturas de la crisis, alguien que pretenda presentarse a unas elecciones desconozca que ya no se trata solo de que el electorado no entienda la p¨¦rdida de un minuto hablando de los problemas de los pol¨ªticos. Hoy, adem¨¢s, el votante se cabrea y mucho. Pachi V¨¢zquez ha dado muestras clara de entenderlo. Feij¨®o tambi¨¦n. Ahora solo queda correr lo m¨¢s r¨¢pido que se pueda y permitan las piernas.
@antonlosada
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