Tentaciones y riesgos de un adelanto electoral

La tensi¨®n pol¨ªtica ha subido de golpe unos cuantos grados en dos semanas y es probable que el presidente Artur Mas sienta la tentaci¨®n de sacar tajada de ella, anticipando para dentro de unos dos meses las elecciones al Parlament. Puede pensar que la gran manifestaci¨®n del Onze de Setembre se traduzca en un crecimiento del voto nacionalista e incluso, en una mayor¨ªa absoluta para CiU que le libere de su actual condici¨®n de gobernante en minor¨ªa.

Esta tentaci¨®n es comprensible. Pero cuando la atenci¨®n por la pol¨ªtica crece en el conjunto de la sociedad y los estados de opini¨®n se agitan, nada es seguro. Y otra cosa ser¨¢ cuando todos los actores se pongan en movimiento. La comprobaci¨®n en la calle de que el independentismo ha roto los l¨ªmites que lo manten¨ªan como opci¨®n muy minoritaria ha dado una gran alegr¨ªa a sus partidarios, pero tambi¨¦n ha despertado a sus adversarios. El independentismo ha crecido en Catalu?a en los ¨²ltimos a?os sin que casi nadie se haya dedicado a combatirlo. Por una parte, el PP y sus entornos pol¨ªtico-medi¨¢ticos han estado saboreando su victoria sobre la reforma estatutaria. Por la otra, los defensores del desarrollo autonomista de la Constituci¨®n quedaron sumidos en la confusi¨®n tras el hachazo del Tribunal Constitucional a su proyecto y todav¨ªa no se han recuperado.

Un eventual adelanto electoral tiene otra probable ventaja. Aunque los sindicatos y una parte de la izquierda quieran impedirlo, lo m¨¢s probable es que el debate siga polarizado en torno al eje nacional, en detrimento del eje socioecon¨®mico. Esto es tambi¨¦n muy tentador para Mas y CiU, porque minimiza, esconde, el rotundo fracaso de la agenda neoliberal que llevan dos a?os aplicando con entusiasmo desde el Gobierno catal¨¢n. Para cualquier partido es muy tentador ir a unas elecciones en las que pasen a ser asuntos colaterales problemas como el aumento del paro, el crecimiento del coste de la vida, el descenso de los salarios y el recorte de las prestaciones sociales.

Mas y CiU dijeron que solo la derecha ten¨ªa el programa para salir de la crisis econ¨®mica y a estas alturas est¨¢ claro que esto no es cierto

Tambi¨¦n empuja en direcci¨®n a un adelanto electoral la clarificaci¨®n de la fuerza de cada cual despu¨¦s de que casi todos los partidos se hayan movido respecto a sus posiciones de partida. En algunos casos, como el del partido del propio Mas, se trata de un cambio respecto de sus posiciones hist¨®ricas, no solo del programa con que acudi¨® a las elecciones. S¨ª, puede ser interesante conocer qu¨¦ partidos se presentan con un programa y una hoja de ruta para la independencia de Catalu?a y para su relaci¨®n con el Estado espa?ol.

Junto a estos elementos hay tambi¨¦n, sin embargo, otros nada balad¨ªes que tener en cuenta que apuntan en direcci¨®n contraria. Artur Mas y CiU se presentaron a las elecciones asegurando que solo la derecha ten¨ªa el programa para salir de la crisis econ¨®mica y a estas alturas esta ya meridianamente claro que esto no es cierto y que, adem¨¢s, lo sab¨ªan. Lo cierto es que han aplicado un programa de ajustes antisociales y unas medidas fiscales que benefician a las minor¨ªas ricas y perjudican a todos los dem¨¢s. Y que la crisis es cada d¨ªa m¨¢s honda. Dijeron que iban a reducir el paro a la mitad y a rebajar tambi¨¦n a la mitad los ¨ªndices de fracaso escolar, objetivos en los que es evidente que no han avanzado. El otro gran objetivo, la mejora de la financiaci¨®n de la Generalitat mediante un concierto inspirado en el vasco, ha resultado ser un imposible ontol¨®gico. Este objetivo fue enga?osamente rebautizado por CiU como pacto fiscal, pero a la hora de la verdad la otra parte del supuesto pacto le dijo el d¨ªa 20 por boca del presidente Mariano Rajoy que nada de nada. No fue ni siquiera un vuelva usted ma?ana. La estricta realidad es que esta respuesta era perfectamente previsible y hab¨ªa sido adelantada por el PP y por el Gobierno espa?ol.

De manera que ser¨ªa leg¨ªtimo que si Mas adelantara las elecciones dos a?os alegando que se ha quedado sin programa, se le pasaran cuentas y se le castigara en las urnas por su p¨¦simo balance en pol¨ªtica econ¨®mica y en una batalla por el concierto econ¨®mico cuyo rechazo por el Gobierno del PP estaba cantado desde el primer d¨ªa. Por haber hecho correr a la ciudadan¨ªa detr¨¢s de una liebre que ¨¦l deb¨ªa saber que no pod¨ªa alcanzar. Hay motivos de sobra para castigar a CiU en las urnas, y Mas tambi¨¦n lo sabe.