La Tabacalera se reinventa... de nuevo

¡°El experimento contin¨²a¡±. Los voluntarios que participan en La Tabacalera, el edificio cedido por la Secretar¨ªa de Estado de Cultura (antiguo ministerio) para la autogesti¨®n por parte de ciudadanos en el barrio de Lavapi¨¦s, se re¨²nen estos d¨ªas para decidir c¨®mo va a funcionar el ins¨®lito proyecto durante los pr¨®ximos meses. Para ello han cerrado durante dos semanas: hasta el 30 de septiembre en principio. ¡°Todo es ¡®en principio¡¯ en La Tabacalera¡±, advierte uno de sus miembros, que recuerda que cada decisi¨®n se toma en una asamblea abierta.

Quienes participan del proceso explican que es ordinario ¡ªha habido otros similares antes, aunque esta vez se han tomado m¨¢s tiempo¡ª y propio de las particularidades del centro autogestionado, sobre todo por su no remuneraci¨®n. Pero tambi¨¦n admiten problemas, como la creciente sensaci¨®n de inseguridad, algunos conflictos entre usuarios o el consumo de drogas.

La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, advirti¨® en junio de la presencia de ¡°grupos antisistema¡± y ahora los vincula con la actual refundaci¨®n: ¡°Los informes policiales constatan que hay actividades que poco tienen que ver con el objetivo del convenio por el que el edificio est¨¢ cedido por Cultura [firmado por primera vez en 2010 y prorrogado a finales del a?o pasado por dos m¨¢s], que es b¨¢sicamente realizar actividades culturales¡±.

Luis Calder¨®n, uno de los miembros de la asociaci¨®n que firm¨® el acuerdo con el antiguo ministerio socialista, ahora Secretar¨ªa de Estado, resta importancia a este momento de reinvenci¨®n: ¡°Pasa todos los septiembre; en verano la gente constructiva se va de vacaciones, ahora volvemos con nuevas energ¨ªas¡±, se?ala Calder¨®n.

En dos a?os y medio de funcionamiento, ha habido numerosas jornadas de reflexi¨®n y renovaci¨®n, la m¨¢s prolongada en febrero de 2011, cuando expiraba el primer pr¨¦stamo del espacio y los inquilinos cerraron por reformas. Ahora las instalaciones solo est¨¢n disponibles para el di¨¢logo sobre la pr¨®xima etapa, aunque no se descartan ¡°retoques¡± en las instalaciones.

¡°Estamos abiertas a repensar todo¡±, afirma una nota colgada en su web en la que se pregunta por aciertos y errores, lo que falta y sobra. Con el hastag #TBC2013 en Twitter se recogieron propuestas como mejorar la accesibilidad, m¨¢s actividades para familias y ni?os, potenciar la formaci¨®n o evitar ¡°gente pinch¨¢ndose en los pasillos¡±.

El proceso arranc¨® con una asamblea el pasado lunes 17 en la que participaron unos 80 interesados en colaborar en el proyecto, con experiencia previa o no. Desde entonces, estos d¨ªas se re¨²ne un ¡°grupo de dinamizaci¨®n¡±, de unas 20 personas (tambi¨¦n abierto, pero hay que estar atento a las convocatorias, porque las puertas est¨¢n normalmente cerradas), para avanzar en los frentes abiertos: toma de decisiones, participaci¨®n, econom¨ªa, comunicaci¨®n, seguridad¡­

Cronolog¨ªa

• En 2009 (tras impugnarse su asignaci¨®n en 2008) se proyecta en la antigua F¨¢brica de Tabacos de Madrid, en la glorieta de Embajadores, el Centro Nacional de Artes Visuales con un presupuesto de 30 millones de euros. El proyecto, que gan¨® Estudio Nieto Sobejano, est¨¢ paralizado.
• En 2010, el Ministerio de Cultura escuch¨® las reivindicaciones vecinales y cedi¨® la F¨¢brica de Tabacos de Madrid a un colectivo de artistas y ciudadanos.
• En marzo de 2010 se crea la asociaci¨®n Centro Social Autogestionado La Tabacalera de Lavapi¨¦s, que administra parte del edificio.
• A finales de 2011, a¨²n con el Gobierno del PSOE, se renueva el acuerdo por dos a?os prorrogables.
• En septiembre de 2012 los voluntarios repiensan el proyecto para corregir problemas de seguridad, drogas y cr¨ªticas por la falta de apertura a todo el barrio.

Con las mejores intenciones y algunas reservas acude a esos encuentros Leticia Lamas, una maestra de educaci¨®n infantil de 25 a?os y miembro del colectivo Nave Trapecio, con el que colabora como artista pl¨¢stica. Respalda el par¨¦ntesis ¡°porque las cosas se estaban yendo de madre¡± y cita como principales problemas la sensaci¨®n de inseguridad y la falta de diversidad entre los usuarios: ¡°La idea es que sea un espacio abierto a todo el mundo y lo est¨¢, pero al final solo lo utiliza un cierto tipo de gente¡±. Apunta hacia un perfil ¡°joven, del ¨¢mbito alternativo, muy callejero, con un bajo nivel educativo y socioecon¨®mico¡±.

Las versiones var¨ªan tanto como los testimonios potenciales. Para Yasp, nombre art¨ªstico de un miembro ¡ªahora apartado por la asamblea¡ª de Templo Afro (que persigue la visibilizaci¨®n de la cultura y comunidad africana y su autointegraci¨®n), que lleva meses criticando el ¡°racismo¡± de los gestores de La Tabacalera: ¡°En un barrio multirracial, aqu¨ª todos son blancos, algo falla¡±.

Pato Vald¨¦s, de Muestrarte, que organiza exposiciones y otras actividades culturales, resta importancia a los roces: ¡°Es como una casa con 60 colectivos, problemas tienen que surgir¡±, dice sonriente y confiado en el futuro del proyecto.

Miriam S¨¢nchez, educadora social y compa?era de Lamas en la asociaci¨®n de cooperaci¨®n al desarrollo Malug¨² (con sede en La Tabacalera) afirma que, como si del tabaco que antes se produc¨ªa en la f¨¢brica se tratara, se ¡°est¨¢ quitando¡± de La Tabacalera. ¡°Puede ser muy adictiva, pero yo estoy intentando dar un paso atr¨¢s para que participen m¨¢s mis compa?eros de la asociaci¨®n¡±. Vecina del barrio, S¨¢nchez, que no sabe si ser¨¢ capaz de mantenerse al margen de un proyecto que la seduce, lo apoya desde la cr¨ªtica contundente: ¡°Debe ser una riqueza para Lavapi¨¦s, y ahora no lo est¨¢ consiguiendo¡±.

En esa visi¨®n coincide la directiva de la Asociaci¨®n de Vecinos y Comerciantes de Tirso de Molina y Lavapi¨¦s (Atila), que considera ¡°nulo¡± el trabajo que La Tabacalera est¨¢ aportando al barrio, por estar ¡°controlada por antisistemas¡±. Desde la Asociaci¨®n de Vecinos La Corrala no se pronuncian, por estar de vacaciones su presidente, pero apuntan que han encontrado poca colaboraci¨®n por parte del centro autogestionado cuando han intentado organizar alguna actividad.

No est¨¢ "en el punto de mira"

La delegada del Gobierno, que ya recab¨® estas opiniones en junio, tambi¨¦n admite las bondades del proyecto: ¡°La he visitado alguna vez y me gustan algunas cosas, como los talleres¡±. Cifuentes insiste en destacar que no tiene La Tabacalera ¡°en el punto de mira, como algunos han dicho¡±, sino que ha apuntado que hay cuestiones que no se ajustan al convenio con la Secretar¨ªa de Cultura, que advirti¨® que deber¨ªan revisarse, si bien no tiene constancia de que ese proceso se haya iniciado. ¡°Puede que les est¨¦n dando margen, a ver qu¨¦ pasa con la renovaci¨®n¡±, opina. Desde el departamento citado, no han respondido al requerimiento de este diario sobre este tema.

La Tabacalera enfrenta entretanto su en¨¦sima remodelaci¨®n, ¡°en principio¡±, como dir¨ªan sus miembros. Desde el centro descartan presiones por parte de Cultura, si bien lamentan las declaraciones de Cifuentes sobre grupo antisistema, que en su d¨ªa tildaron de ¡°claro ejemplo de demagogia¡±. Ahora prefieren centrarse en buscar una nueva f¨®rmula para dar continuidad a un experimento ¡°muy complejo, formado solo por voluntarios, que vienen y van, que cada cierto tiempo necesita repensarse¡±. Pero, insisten sus impulsores, con los mismos puntos de partida: cultura libre, colectividad, autogesti¨®n y gratuidad.