El Supremo tumba las 13.500 viviendas previstas en Arroyofresno y Campamento
El alto tribunal censura el intento del Ayuntamiento de Madrid de "subsanar un plan nulo"
En 1997, Madrid se imagin¨® creciendo sin freno a costa de los pueblos vecinos, y decidi¨® prepararse: el Ayuntamiento, regido por Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano (PP), aprob¨® un plan general de ordenaci¨®n urbana que exprim¨ªa todo el suelo disponible en el municipio, y que convert¨ªa en urbanizable y casi exclusivamente residencial el doble de superficie (10.000 hect¨¢reas) de la que ocupa la almendra central.
Ahora, 15 a?os despu¨¦s, la realidad es bien distinta: la oferta de viviendas en la capital es muy superior a la demanda; hay barrios enteros planificados, que suman 200.000 pisos, cuya viabilidad pone en duda hasta el propio Ayuntamiento (sigue en manos del PP, ahora con Ana Botella); la ciudad ha sumado solo 390.000 habitantes, frente al auge de la periferia; y, encima, los madrile?os tienen dificultades para acceder a una vivienda por su excesivo encarecimientos de los ¨²ltimos a?os.
¡°Los intereses de los ciudadanos quedaron por detr¨¢s de los de los promotores inmobiliarios¡±, resume el l¨ªder municipal socialista, Jaime Lissavetzky. Este partido y la asociaci¨®n Ecologistas en Acci¨®n plantaron cara al desenfreno, que llev¨® a convertir en urbanizables terrenos protegidos, y 15 a?os despu¨¦s el Tribunal Supremo les ha dado en parte la raz¨®n, anulando los desarrollos de Arroyofresno y de Campamento.
¡°Para dar respuesta a la demanda existente¡±, cifrada en 309.298 viviendas, el Ayuntamiento de Madrid (PP) anticip¨® en su plan de ordenaci¨®n urbana de 1997 la construcci¨®n de 371.114 viviendas, y dej¨® suelo adem¨¢s para otras 171.121. En total, 542.235.
Entre 1997 y 2011 se concedieron licencias para 262.553 viviendas. En la corona norte, se ejecutaron la mayor¨ªa de actuaciones previstas; en el sur, en cambio, en los distritos de Vallecas y Vic¨¢lvaro (130.000 viviendas previstas), no. Tanto es as¨ª que el Ayuntamiento se plantea ahora ¡°repensar¡± esos desarrollos.
Pero en su momento, el ansia de suelo llev¨® incluso a entregar al ladrillo parcelas catalogadas en el anterior plan de 1985 como no urbanizables y de especial protecci¨®n. Fue contra esa decisi¨®n contra la que plantaron cara el Partido Socialista de Madrid (PSM) y la asociaci¨®n Ecologistas en Acci¨®n.
Recurrieron ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) la aprobaci¨®n definitiva, en abril de 1997, del plan urban¨ªstico del Ayuntamiento de Madrid, refrendada por el Gobierno regional del ahora ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n.
Cinco a?os despu¨¦s, en febrero de 2003, los magistrados estimaron en parte su recurso. Finalmente, en 2007, el Tribunal Supremo zanj¨® la cuesti¨®n, echando atr¨¢s dos desarrollos: el Suelo Urbanizable Incorporado (UZI) 0.06 Arroyo del Fresno y el ?rea de Planteamiento Remitido (APR) 10.02 Instalaciones Militares de Campamento.
La sentencia avala en parte un recurso de Ecologistas en Acci¨®n y del PSOE
El resto de los desarrollos recurridos 10 a?os antes (Montecarmelo, Las Tablas, Sanchinarro, Cerros de los Gamos y Camino de los Caleros) fue dado por bueno.
Pero, en vez de aceptar la sentencia, tanto el Ayuntamiento como la Comunidad, ambos en manos del PP, intentaron rodearla. As¨ª, decidieron remendar a posteriori las actuaciones que hab¨ªan motivado el guantazo del Supremo. Lo hicieron mediante dos acuerdos de la Junta de Gobierno municipal del 28 de noviembre de 2007 y el 31 de marzo de 2009, siendo alcalde Gallard¨®n; y otro del Consejo de Gobierno regional del 24 de enero de 2008, siendo presidenta Esperanza Aguirre.
¡°?Puede subsanarse la falta de justificaci¨®n despu¨¦s de haberse declarado la nulidad del plan por dicha causa?¡±, se pregunta el Supremo. Seg¨²n PSM y Ecologistas, no. Seg¨²n el TSJM, s¨ª. Seg¨²n el Supremo, no. O sea que no.
Socialistas y ecologistas presentaron un incidente de ejecuci¨®n que ped¨ªa la nulidad de las acciones de Ayuntamiento y Comunidad; el TSJM dict¨® un auto en enero de 2010 desestim¨¢ndolo, y otro en febrero de 2011 haciendo lo propio con el recurso de s¨²plica. Ecologistas en Acci¨®n recurri¨® al Supremo, que el pasado 28 de septiembre consider¨® que ¡°no se puede subsanar, enmendar o convalidar el plan nulo. La justificaci¨®n no puede tener alcance retroactivo¡±.
Y va m¨¢s all¨¢: ¡°?nicamente puede combatirse aquello que se conoce y cuando se comprenden las razones¡±. As¨ª, considera ¡°menoscabado el derecho de los ciudadanos a cuestionar¡± las decisiones administrativas, m¨¢xime ante la ¡°repercusi¨®n significativa sobre el medio ambiente¡±.
Considera, pues, anulados los planes parciales y dem¨¢s decisiones tomadas en Arroyofresno y Campamento. A 30 de septiembre, en Arroyofresno el desarrollo urbano (alcantarillas, farolas, aceras) estaba terminado al 95%-99%. Falta empezar las 2.754 viviendas previstas (chal¨¦s y bloques con pocas alturas) junto al monte de El Pardo, con conexiones de metro y cercan¨ªas, y ya sin el antiguo poblado chabolista de Pitis.
Las 10.700 viviendas previstas en los antiguos cuarteles de Campamento, 7.000 de ellas protegidas, han corrido peor suerte en estos a?os. Tras innumerables tropiezos, el desarrollo parec¨ªa avanzar el a?o pasado al traspasar el Ministerio de Defensa a una sociedad estatal por 150,5 millones de euros el 51% de los terrenos. Esos 2,11 millones de metros cuadrados junto a la autov¨ªa de Extremadura albergar¨¢n, adem¨¢s de viviendas, zonas verdes, equipamientos, etc¨¦tera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.