Ecos de pop espa?ol en Vistalegre
La fiesta de la Cadena Dial re¨²ne a una pl¨¦yade de estrellas en el Palacio de las reverberaciones. Desde Estopa a Miguel Bos¨¦, con otros 22 nombres m¨¢s
![Hugo durante el concierto de Cadena Dial.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GR5G4EB2J3CJJY4X7QWUIRS6FA.jpg?auth=d49aed8ccc63030a47952dc8c46d39579cc80b539b8a92c64cc4e8f2b7812750&width=414)
Un plan prometedor para una tarde oto?al (es decir, un poquillo tonta) de viernes: veintitantas figuras del pop en castellano reunidas por Cadena Dial en Lo mejor de aqu¨ª y de all¨ª. Las entradas se vendieron a precios asequibles (15 a 20 euros) y toda la recaudaci¨®n ten¨ªa como destino un proyecto de Ayuda en Acci¨®n para Honduras, as¨ª que la chavaler¨ªa abarrotaba ayer el Palacio de Vistalegre con el griter¨ªo caracter¨ªstico de los grandes entusiasmos. Desde Estopa a Miguel Bos¨¦, con otros 22 nombres propios entre medias, las historias de amor, pasi¨®n y complicidad se hicieron corp¨®reas en el recinto carabanchelero. Y antes de las once, todos a casa; anoche tocaba bochinche autorizado para todas las edades.
?Era la gran celebraci¨®n de la m¨²sica en lengua materna, sin follow me ni vaughans de por medio. Por fortuna, los 9.500 asistentes se sab¨ªan con detalle el repertorio y pudieron ejercer de coristas aplicados. De no ser por su inquebrantable militancia, la fiesta del pop en espa?ol podr¨ªa haber sido anoche, indistintamente, en h¨²ngaro o tagalo. En Vistalegre es imposible escuchar otra cosa que no sea eco, cual delegaci¨®n ca?¨ª del Ca?¨®n del Colorado.
¡°A nosotros no nos importa, nos las sabemos todas. Aunque nos quedemos sin voz¡±, resum¨ªa con gesto de poca preocupaci¨®n por su laringe Sonia L¨®pez, de 23 a?os, abrazada a un par de amigas. Las chicas eran mayor¨ªa cualificada en las gradas, los mozos aprovechaban para arrancarles alg¨²n arrumaco y por el escenario desfilaba gente guapa. Como el rom¨¢ntico pipiolo Salvador Beltr¨¢n, al que le rob¨® protagonismo Torito, el reportero de Mar¨ªa Teresa Campos, enardeciendo al grader¨ªo con el bamboleo de sus rastas. O el no menos joven Felipe Santos, colombiano de sonrisa f¨¢cil. O Rasel, ese rapero sevillano de gimnasio que se ha buscado Carlos Baute para seguir convulsionando las pelvis.
Los hermanos Mu?oz (Estopa) hab¨ªan abierto boca en ac¨²stico con Me quedar¨¦, uno de los escasos momentos de riguroso directo. Tambi¨¦n Chenoa, pijita y guapetona, opt¨® por interpretar a pecho descubierto Simplemente t¨² y Como un fantasma con sus dos guitarristas. Los dem¨¢s tuvieron que cantar sobre m¨²sica pregrabada, pero a nadie le import¨® la procedencia real del eco.
Rafa Cano estuvo din¨¢mico presentando el plantel: desde Bel¨¦n Moreno, a¨²n menor de edad, a la embarazad¨ªsima Shara o antiguos triunfitos como Hugo, Manu Carrasco o Bustamante. Pero el delirio se exacerb¨® en el tramo final, con Bos¨¦ (Aire soy) y ese traje que supera en colores al arco ¨ªris. Y todav¨ªa m¨¢s con Pablo Albor¨¢n, malague?o al que le sonr¨ªe la suerte, la vida y lo que se le ponga por delante. ¡°?Qu¨¦ pasada!¡±, se le escap¨® tras interpretar Tanto al piano y provocar un cataclismo de suspiros.
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