El Ayuntamiento aboga por permitir m¨²sica en los bares y restaurantes
Los empresarios quieren altavoces como los locales de copas El Ayuntamiento de la capital, a favor con limites estrictos de volumen La Comunidad prepara un cambio en la Ley de Espect¨¢culos
Si leer esta noticia le da sed, siempre podr¨¢ comprar una botella de agua en el quiosco donde consigui¨® el peri¨®dico. M¨¢s dif¨ªcil le resultar¨¢ en cambio comprar ¨¦ste o cualquier otro peri¨®dico en un bar en el que haya entrado a echar un trago o tomar el aperitivo. En los bares se sirven bebidas y tapas, pero no peri¨®dicos. ?Por qu¨¦? Porque lo dice la ley. ?Y en los restaurantes? Tampoco. Si va a comer solo y quiere ojear el peri¨®dico, p¨ªdaselo al camarero o tr¨¢igalo bajo el brazo. Y ya que est¨¢ all¨ª, f¨ªjese en una cosa: ?oye m¨²sica? No, ?verdad? En los restaurantes no hay hilo musical. ?Por qu¨¦? Porque lo proh¨ªbe la ley. Pero en los bares s¨ª, pensar¨¢ usted. Pues no. Tampoco. Tambi¨¦n lo proh¨ªbe la ley.
Cuando decimos ley, decimos Ley 17/1997 de Espect¨¢culos P¨²blicos y Actividades Recreativas. La aprob¨® el ahora ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n (PP), cuando era presidente regional, y estuvo a punto de cambiar el pasado mes de septiembre, con Esperanza Aguirre (PP) a¨²n en el Gobierno de la Comunidad de Madrid. De hecho, Aguirre lleva a?os queriendo cambiarla. Esta primavera incluso lleg¨® a elaborarse un borrador, que no gust¨®. La consejera de Presidencia, Regina Pla?iol, de quien depend¨ªa esta competencia, fue defenestrada por Ignacio Gonz¨¢lez (PP) tras ocupar el pasado 27 de septiembre el sill¨®n de la dimitida Aguirre. Gonz¨¢lez puso en el lugar de Pla?iol a su mano derecha, Salvador Victoria, qui¨¦n debe ahora elaborar un nuevo anteproyecto.
Atr¨¢s quedan, adem¨¢s del borrador descartado, varias reuniones m¨¢s o menos informales con los diferentes (y a veces encontrados) sectores de la hosteler¨ªa madrile?a (restaurantes, bares, discotecas). La Comunidad ha recibido tambi¨¦n aportaciones de la Confederaci¨®n Empresarial, comandada por Arturo Fern¨¢ndez; y del Ayuntamiento de la capital (PP), mediante el ¨¢rea de Econom¨ªa que dirige Pedro Calvo.
La Comunidad, a trav¨¦s de un portavoz oficial, ha adelantado a EL PA?S que el nuevo anteproyecto, que a¨²n no est¨¢ redactado (el anterior borrador ni siquiera fue entregado al Ayuntamiento o a los empresarios), recoger¨¢ una petici¨®n com¨²n de todos: simplificar las categor¨ªas en las que se dividen los establecimientos hosteleros. Este cat¨¢logo, que data de 1998 (aunque ha sido retocado), distingue, entre otros, establecimientos de esparcimiento como salas de fiesta y restaurante-espect¨¢culos; de actividades recreativas, como las discotecas; de juego, como los casinos; de ocio, como los bares de copas; y de hosteler¨ªa, con tabernas, cafeter¨ªas, bares, chocolater¨ªas, helader¨ªas y restaurantes.
De esta clasificaci¨®n, y por eso son tan relevantes los cambios que se introduzcan, dependen los horarios de apertura y cierre, lo que se puede vender en cada local, y si pueden o no reproducir m¨²sica amplificada (es decir, con altavoces). En los bares de copas, por ejemplo, s¨ª se puede esto ¨²ltimo (est¨¢n sujetos a estrictos requisitos de insonorizaci¨®n), pero no ofrecer comidas, como mucho, bocadillos. En el resto, no se puede reproducir m¨²sica, aunque los restaurantes, pueden ofrecer hasta cuatro actuaciones en vivo (cantantes de ¨®pera o drag queens, por ejemplo).
Tanto el Ayuntamiento de la capital como la Confederaci¨®n Empresarial y la principal asociaci¨®n regional de hosteleros, La Vi?a (agrupa a m¨¢s de 3.000 profesionales), est¨¢n de acuerdo en permitir m¨²sica amplificada en bares y restaurantes, aunque, como puntualiza el concejal Pedro Calvo, sin que esto sirva como excusa para convertirse en una discoteca a partir de cierta hora. ¡°Solo musical ambiental¡±, reitera. Calvo destaca que la actual normativa proh¨ªbe incluso subir el volumen del f¨²tbol durante un partido en el bar. ¡°Se pueden limitar los decibelios¡±, a?ade. Entre las sugerencias que apoya el Ayuntamiento, tambi¨¦n est¨¢ modificar la limitaci¨®n de aforo de acuerdo con la capacidad de evacuaci¨®n en caso de emergencia; y adelantar el horario de apertura de las terrazas (las diez) para que puedan servir desayunos.
El director de La Vi?a, Juan Jos¨¦ Blardony, pide cambios para permitir nuevas actividades: no solo servir comidas con hilo musical, sino tambi¨¦n, por ejemplo, vender peri¨®dicos en los bares. ¡°La hosteler¨ªa evoluciona, hay una mezcla con comercio, y espect¨¢culo que debe reflejar la ley¡±.
Disienten los empresarios de bares de copas, que temen que el objetivo de la Comunidad sea convertir los restaurantes tradicionales en establecimientos de m¨²sica y espect¨¢culos para dar facilitar los planes del magnate estadounidense Sheldon Adelson, que, adem¨¢s de seis casinos, quiere instalar en Eurovegas hasta 50.000 plazas de restauraci¨®n.
Y coincide en la sospecha el edil socialista Pablo Garc¨ªa-Rojo: ¡°La sombra de Eurovegas es alargada. Quieren modificar el cat¨¢logo seg¨²n las exigencias de Adelson¡±. Pedro Calvo lo niega, pero tambi¨¦n admite que no conoce el anterior borrador ni c¨®mo marcha la elaboraci¨®n del anteproyecto. Ignacio Gonz¨¢lez ha avanzado que dise?ar¨¢ un nuevo marco legal para proyectos como Eurovegas, sin explicar su alcance pese a su promesa de transparencia.
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