Cr¨®nicas de la zozobra a pie de barra
Ismael Serrano es un magn¨ªfico contador de historias, con o sin guitarra entre las manos
Entra Ismael Serrano en el Caf¨¦ de los Recuerdos, figurado escenario de su nueva gira, luciendo mandil negro de camarero y pasando la escoba y el pa?o por el local. La met¨¢fora parece evidente: en estos tiempos de apreturas nos toca apa?arnos y hacer de todo. Y su banda, que se ha contra¨ªdo de cinco a tres efectivos desde la jubilaci¨®n del guitarrista Fredi Marug¨¢n, sirve como ejemplo a la norma general. Ocho discos y quince a?os despu¨¦s, al cantautor vallecano tambi¨¦n le toca ingeni¨¢rselas con lo puesto, incluso rellenando la escena con su t¨¦cnico de instrumentos como improvisado barman. Pero su predicamento permanece intacto: el de anoche fue su segundo lleno consecutivo en el Circo Price, a raz¨®n de tres horas de recital (bises aparte) por velada.
Serrano es un magn¨ªfico contador de historias, con o sin guitarra entre las manos. Ayer volvi¨® a alternar las canciones con los h¨¢biles apuntes de la realidad, especialmente l¨²cidos cuando interactuaba con Javier Bergia, guitarrista, percusionista y maestro no siempre reconocido de cantautores. Bergia ejerce de cincuent¨®n afectado por un ERE, lo que da pie a reflexiones, m¨¢s sard¨®nicas que amargas, sobre lo achuchada que est¨¢ la vida. Y sobre la importancia de no bajar la mirada; de mandar, como dec¨ªa Salvador de Madariaga, en nuestra propia hambre.
Prest¨® atenci¨®n a su reciente 'Todo empieza y todo acaba en ti'
El autor de Pap¨¢, cu¨¦ntame otra vez es un observador cultivado, sensible y comprometido que no siempre encuentra las mejores m¨²sicas para abrazar las excelencias de sus textos. A lo largo de tres horas resulta inevitable colegir que la variedad sonora no figura entre sus mayores virtudes, abonado como sigue a esos requiebros vocales tan caracter¨ªsticos, a unos adornos que bordean la condici¨®n de tic. Prest¨® atenci¨®n destacada a su reciente Todo empieza y todo acaba en ti, trabajo que ¨¦l considera una reinvenci¨®n gracias al influjo de autores angl¨®fonos como Damien Rice (y figuras adyacentes, deducimos: Amos Lee, Ray Lamontagne, Glen Hansard). Pero ese supuesto ascendente no acaba de aflorar por ninguna parte, aunque algunos t¨ªtulos sigan pareci¨¦ndonos muy meritorios. Como Despierta, sobre amaneceres frente a tantas penumbras que hoy nos abruman; o Te odio, cr¨®nica de cu¨¢n delgada es la l¨ªnea entre el amor y el desafecto.
El madrile?o invit¨® a no sucumbir al desaliento y dej¨® perlas deliciosas, como cuando revel¨® un mal¨¦volo tuit reciente: ¡°Meterse un ced¨¦ de Ismael Serrano en el bolsillo y que se te duerma la pierna¡±. Meritoria es la autocr¨ªtica, aunque a¨²n le queda margen para aplicarla.
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