El fiscal rebaja la petici¨®n de pena a los polic¨ªas corruptos de Ronda
El informe final del ministerio p¨²blico retira los delitos de abuso sexual y fraude
En febrero de 2007, la ciudad de Ronda (M¨¢laga) se vio sobresaltada por uno de los mayores esc¨¢ndalos policiales que se recuerdan en Andaluc¨ªa. Siete agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, entre ellos el inspector jefe al mando de la comisar¨ªa, y un guardia civil fueron detenidos por supuestamente hacer la vista gorda ante el menudeo de droga y las infracciones a la ley de Extranjer¨ªa en tres prost¨ªbulos de la ciudad. A cambio, los polic¨ªas recib¨ªan peque?as cantidades de dinero y favores sexuales.
La investigaci¨®n, que se prolong¨® durante m¨¢s de dos a?os, termin¨® exculpando a dos de estos agentes. Finalmente, en octubre de 2011, tras una suspensi¨®n debida a que los abogados de los polic¨ªas exig¨ªan conocer la identidad de una veintena de testigos protegidos, la mayor¨ªa mujeres extranjeras que ejerc¨ªan la prostituci¨®n, se inici¨® el juicio. El fiscal ped¨ªa para los ocho procesados, entre los que estaban los agentes y los due?os de los locales de alterne, un total de 39 a?os de c¨¢rcel.
El juicio qued¨® visto para sentencia el pasado jueves, aunque las consecuencias penales para los procesados han quedado notablemente rebajadas. El principal acusado, el ex inspector jefe Juan Antonio Rodr¨ªguez, se enfrentaba en un principio a una petici¨®n fiscal de 14 a?os de prisi¨®n y 22 de inhabilitaci¨®n. Al terminar la vista oral, el fiscal ha reducido esta reclamaci¨®n penal a un a?o de prisi¨®n y seis de inhabilitaci¨®n absoluta. La suma de penas que solicita el fiscal es de cinco a?os y medio de c¨¢rcel para todos los miembros de la trama.
La rebaja en la pena se debe a que, tras celebrarse el juicio, la fiscal¨ªa hace un nuevo relato sobre estos hechos. El ministerio p¨²blico recuerda que los tres clubes de alterne eran considerados ¡°puntos conflictivos¡± en materia de extranjer¨ªa y de peque?o tr¨¢fico de drogas y que pese a ello, los agentes ¡°limitaron la intervenci¨®n policial¡± a ¡°actuaciones meramente rutinarias¡±. Sin embargo, el fiscal retira la acusaci¨®n de omisi¨®n del deber de perseguir delitos que manten¨ªa sobre los cuatro polic¨ªas al entender que ¡°no ha quedado acreditado¡± que los agentes tuvieran la ¡°certeza¡± de que en los tres prost¨ªbulos se estuvieran cometiendo delitos de explotaci¨®n sexual y de tr¨¢fico de drogas. Esta acusaci¨®n s¨®lo la mantiene en el caso del ex guardia civil Rosendo S¨¢nchez.
El m¨¢s grave de los delitos que contemplaba inicialmente el fiscal era el de abusos sexuales. En el caso del inspector jefe Rodr¨ªguez, se relata que mantuvo relaciones sexuales con una mujer ¡ªla testigo 16¡ª que se dedicaba a cuidar ancianos y que se encontraba irregularmente en Espa?a. Pese a conocer ese hecho, seg¨²n la Fiscal¨ªa, el polic¨ªa ¡°le ofreci¨® su protecci¨®n¡± y le propuso mantener relaciones sexuales. El fiscal se?ala que la mujer acept¨® la propuesta, por lo que no cabe hablar de abuso sexual sino de abuso en el ejercicio de la funci¨®n p¨²blica. Tampoco ha quedado acreditado en el juicio que Rodr¨ªguez demandara trato carnal a otra mujer ¡ªla testigo 9¡ª a ra¨ªz de su detenci¨®n por estancia ilegal.
El inspector jefe sigue acusado de cohecho ya que acud¨ªa a uno de los tres prost¨ªbulos y demandaba consumiciones y servicios sexuales que nunca pagaba. Seg¨²n el fiscal, Rodr¨ªguez intu¨ªa que esas atenciones ¡°le eran dispensadas solo en atenci¨®n a su cargo¡± y ¡°disuadirle de iniciativas que incrementaran la presi¨®n policial sobre los locales¡±.
Otro de los polic¨ªas, Francisco Ram¨ªrez, encargado de Extranjer¨ªa en la comisar¨ªa ronde?a, acumula las mayores penas. Se le acusa de prevaricaci¨®n por provocar la caducidad del expediente de expulsi¨®n de la novia del due?o de uno de los prost¨ªbulos.
El ministerio p¨²blico retira la acusaci¨®n de proxenetismo sobre los due?os de los locales al entender que "no ha quedado acreditado" que las mujeres que ejerc¨ªan la prostituci¨®n en ellos lo hicieran contra su voluntad o forzadas por situaciones de miseria.
Una trama de Asuntos Internos desinflada con el tiempo
La operaci¨®n contra los agentes corruptos de la comisar¨ªa de Ronda, fraguada por la brigada de Asuntos Internos, se ha ido desinflando con el paso de los a?os. Al iniciarse la investigaci¨®n, la ristra de delitos abarcaba medio C¨®digo Penal. Entre ellos figuraban, entre otros, abusos sexuales, delitos contra la salud p¨²blica, estafa o extorsi¨®n. La mayor¨ªa de estas conductas se han ido diluyendo.
Los procesados han respondido finalmente por delitos menores ¡ªtodos con penas inferiores a cinco a?os¡ª: omisi¨®n del deber de perseguir delitos, cohecho, prevaricaci¨®n, abusos en el ejercicio de la funci¨®n p¨²blica y falsedad documental.
Los dos supuestos cabecillas iniciales de la trama fueron los agentes de escala b¨¢sica que, seg¨²n Asuntos Internos, se hab¨ªan convertido en ¡°los amos de la comisar¨ªa¡± y consiguieron corromper al inspector jefe Rodr¨ªguez, enviado por Interior a Ronda para poner orden en una comisar¨ªa especialmente conflictiva.
Estos agentes rasos, Antonio Ram¨ªrez y Diego Ben¨ªtez, que pasaron varios meses en prisi¨®n provisional, son, curiosamente, los que se enfrentan a una petici¨®n de pena m¨¢s leve: 6.000 euros de multa y tres a?os de inhabilitaci¨®n por cohecho.
Seg¨²n el relato del fiscal, los agentes, tras conocer que la encargada de uno de los prost¨ªbulos se hallaba en situaci¨®n irregular en Espa?a, le exigieron una participaci¨®n en los beneficios del local. La mujer ¡°se vio compelida a pagar cantidades no inferiores a 300 euros mensuales¡± que Ram¨ªrez y Ben¨ªtez se repart¨ªan entre s¨ª.
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