El t¨¦cnico que se ungi¨® como Mes¨ªas
Artur Mas afronta las cuartas elecciones apelando a la ¨¦pica de su ¨®rdago soberanista
Explican los dirigentes de CiU, en el tono ¨¦pico que ha mandado toda su campa?a, que un d¨ªa Artur Mas i Gavarr¨® (Barcelona, 1956) escogi¨® entre ser historia o formar parte de ella. Una expresi¨®n para ilustrar que el tecn¨®crata fr¨ªo y con nervios de acero que convenci¨® a Jordi Pujol ha decidido embarcar a Catalu?a en un proyecto arriesgado y de incierto final como la independencia del resto de Espa?a. Un camino en el que ha abandonado la frialdad que caracteriz¨® sus primeros pasos como jefe de filas de CiU para buscar un discurso pasional y ¨¦pico que acompa?e el may¨²sculo ¨®rdago planteado.
Mas, que se defin¨ªa como ¡°un t¨¦cnico, y no un pol¨ªtico¡±, creci¨® a la sombra de Pujol. Comenz¨® en 1982 su carrera en la Administraci¨®n y escal¨® a director general de Comercio de la Generalitat, edil del Ayuntamiento de Barcelona y consejero de Pol¨ªtica Territorial en 1995. El presidente de la Generalitat lo escogi¨® para una de las carteras de peso del Ejecutivo pese a que, seg¨²n confiesa el propio Pujol en sus memorias, nunca acertaba con su nombre: siempre le llamaba Andreu. Tras hacer un par¨¦ntesis en la empresa privada (en la peletera Typel de la familia Prenafeta, con escaso ¨¦xito), se hizo cargo de la cartera de Econom¨ªa y la portavoc¨ªa del Gobierno. Ordenado y discreto, era el elegido como l¨ªder por un sector que cada vez ganaba m¨¢s peso en Converg¨¨ncia: el pinyol?el sector soberanista del partido formado por las personas que hoy copan el poder, con Oriol Pujol y Francesc Homs a la cabeza.
Su evoluci¨®n pol¨ªtica va ligada a dos fracasos que han forjado la ¡°traves¨ªa del desierto¡± de CiU. Perdi¨® sus primeras elecciones en 2003 ante Pasqual Maragall y en 2006 la suma del tripartito evit¨® que a la segunda oportunidad se hiciera con la presidencia de la Generalitat. La derrota de 2006 es la que m¨¢s doli¨® a CIU: tras endurecer la campa?a con un documental contra el tripartito y la promesa ante notario de no pactar con el PP, la suma de los partidos de izquierda se volvi¨® a producir. Y eso que Mas se hab¨ªa jugado el todo por el todo para ser presidente catal¨¢n, tras desbloquear el Estatuto en una pol¨¦mica cita en La Moncloa en 2006 con el presidente Zapatero, a espaldas del entonces presidente de la Generalitat, el socialista Maragall.
Fue tras esa derrota cuando CiU mud¨® y se convirti¨® en lo que es ahora: un partido cada vez m¨¢s soberanista que lo f¨ªa todo a generar ¡°ilusi¨®n¡±, el lema con el que Mas logr¨®, a la tercera, ganar las elecciones. En 2007 inici¨® el rumbo hacia la ruptura con Espa?a en un acto en el que pidi¨® reformular el catalanismo. Una hoja de ruta a la que denomin¨® ¡°La Casa Gran del Catalanisme¡± en el que se plante¨® el derecho a decidir sin l¨ªmites. En ese momento, el derecho a decidir se refer¨ªa a las infraestructuras, con la gesti¨®n de Cercan¨ªas como principal prioridad; en las elecciones de 2010, se articul¨® en el pacto fiscal; y en 2012 el derecho a decidir que plantea Mas es sobre el encaje de Catalu?a y Espa?a.
Mas ha heredado de Pujol la capacidad de mutar en funci¨®n de d¨®nde se sit¨²e la centralidad pol¨ªtica. Es de lo poco que ha recogido de su mentor, del que no conserva ni su pasi¨®n en los m¨ªtines ¨Caunque ha mejorado mucho con los a?os- ni la empat¨ªa en la calle. El gui¨®n pol¨ªtico del presidente catal¨¢n une a dos manifestaciones: la del 2010 contra el recorte del Estatuto del Tribunal Constitucional y la manifestaci¨®n independentista de la Diada de hace dos meses. Fue entonces cuando decidi¨® convocar elecciones para buscar una mayor¨ªa absoluta impensable por la pol¨ªtica de recortes que ha caracterizado sus dos a?os de mandato. Fue entonces cuando complet¨® su evoluci¨®n, de fr¨ªo tecn¨®crata a Mes¨ªas independentista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.