Mi carta al se?or Urkullu
Vamos a estrenar nuevo Gobierno, que se presenta como capaz de encabezar la salida de la crisis. A m¨ª me parece m¨¢s bien que nace d¨¦bil y sin aliados, lo que desgraciadamente le imposibilitar¨¢ acometer un programa claro de reformas. Ya hemos tenido un Gobierno sin mayor¨ªa suficiente estos ¨²ltimos cuatro a?os y no es posible aguantar otro per¨ªodo similar, porque todos sabemos que la crisis nos est¨¢ devorando social y econ¨®micamente.
?As¨ª que me atrevo a pedirle al nuevo lehendakari que, en su discurso de investidura, nos hable como a personas adultas y nos evite promesas vagas que nadie cree. Todos sabemos que no se va poder tirar del endeudamiento (ni p¨²blico ni privado), porque lo proh¨ªben las leyes y porque no hay prestamistas que nos presten. Tambi¨¦n sabemos que los ingresos fiscales no responden como se esperaba y que han retrocedido al nivel del a?o 2007, mientras los gastos de funcionamiento se han disparado. Por lo tanto, el ¨²nico mensaje cre¨ªble que se me ocurre es aquel que dice que el dinero necesario para un relanzamiento econ¨®mico va de salir de ahorrar con inteligencia.
Me atrevo a pedirle al nuevo 'lehendakari' que en su discurso de investidura nos hable como adultos
Y, en mi humilde opini¨®n, eso significa que habr¨¢ que simplificar el entramado institucional vasco y suprimir docenas de sociedades p¨²blicas y fundaciones de supuesto ¡°derecho privado¡± que sirven fundamentalmente de asiento y pesebre a muchos ¡°amigos¡±. Y significa establecer una pol¨ªtica que lleve a que el coste del trabajador del sector p¨²blico, y del trabajador de muchas de las contratas que trabajan para el sector p¨²blico, sea similar al de los trabajadores privados que realizan la misma funci¨®n y no un 35% m¨¢s alto, como lo es en la actualidad.
Tambi¨¦n significa que hay que introducir la cultura de la eficiencia en los proyectos de inversi¨®n, de manera que se abandonen aquellos proyectos que carezcan de rentabilidad futura. Una soluci¨®n posible y sencilla ser¨ªa aprobar una ley que exigiera a todo proyecto de inversi¨®n p¨²blica el venir acompa?ado por un estudio t¨¦cnico competente que avale que esa infraestructura tendr¨¢ una rentabilidad econ¨®mica futura m¨ªnima del 3% y/o una rentabilidad econ¨®mica-social m¨ªnima del 5%.
En cuanto a los ingresos, este ¨²ltimo cuatrienio ha demostrado que el sistema foralista no funciona y que para salvar las apariencias solo se alcanzan acuerdos de m¨ªnimos totalmente insuficientes, por lo que tendr¨¢ que darse protagonismo al Parlamento vasco. No es casualidad que la reforma del IRPF de Rajoy haya sido m¨¢s progresista y eficaz que la vasca y todos recordamos la resistencia cerrada de la Diputaci¨®n de Bizkaia a abordar un plan conjunto de lucha contra el fraude. Esa resistencia es tanto m¨¢s llamativa cuanto que el Gobierno Rajoy ha terminado por adoptar duras medidas antifraude, que limitan el pago en met¨¢lico y que amenazan con seriedad a los bienes situados en el extranjero. La obligaci¨®n de declararlos ante el fisco y el alargamiento de los per¨ªodos de prescripci¨®n, en algunos casos haci¨¦ndolos imprescriptibles, son medidas que sin duda pueden dar mucho juego en el futuro a la inspecci¨®n de Hacienda. Es de esperar que ahora nuestras diputaciones terminen copiando esas medidas que no quer¨ªan ni ver en pintura hace unos meses.
Este pa¨ªs necesita una Ley de Transparencia verdadera que permita controlar hasta el ¨²ltimo euro
Y como, pese a todo lo que se haga, es previsible que las cosas sigan degrad¨¢ndose en lo econ¨®mico, le pido que para compensar a ese ciudadano sufriente, tome medidas que aumenten la calidad de nuestra democracia. Este pa¨ªs necesita una verdadera ley de transparencia que permita a los ciudadanos vascos controlar hasta el ¨²ltimo euro que paga con sus impuestos y hasta el ¨²ltimo contrato que firman nuestros pol¨ªticos, porque el hedor de la corrupci¨®n, del amiguismo y del despilfarro se ha hecho insoportable. Estas medidas legales afortunadamente no cuestan dinero por lo que no creo que tenga dificultad en aprobarlas.
Por supuesto, me alegrar¨ªa o¨ªrle que tiene soluciones mejores que estas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.