L¨ªrica para los malos tiempos
El compositor Jorge Fern¨¢ndez Guerra propone una visi¨®n actual y desacralizada de la ¨®pera En su pieza en el Teatro Guindalera todo es de formato m¨ªnimo excepto el espect¨¢culo
Una chica llega al centro de Madrid con su maleta desde un pa¨ªs lejano. En la calle, entre el bullicio de la gente que compra en los comercios de la zona, se encuentra con unos m¨²sicos callejeros y con una estatua viviente que le habla. Ah¨ª comienza una historia de amor imposible que da lugar a Tres desechos en forma de ¨®pera, la obra que estrena esta noche el compositor Jorge Fern¨¢ndez Guerra, que fue Premio Nacional de M¨²sica en 2007, en el Teatro Guindalera. Una ¨®pera financiada gracias a las donaciones de particulares a trav¨¦s de un sistema de crowdfounding en la que todo es m¨ªnimo excepto el espect¨¢culo.
Olviden todo lo que significa para ustedes la palabra ¨®pera, porque aqu¨ª no vale. La gran orquesta queda reducida a tres instrumentistas, que saltan del foso a la escena. El escenario baja al nivel del suelo, el gran coliseo de tel¨®n rojo se transforma en una sala independiente y la duraci¨®n ¡ªque, por ejemplo, en las cuatro ¨®peras del Anillo del Nibelungo de Wagner alcanza las cinco horas¡ª se reduce a 50 minutos. ¡°Esta obra tiene un lenguaje oper¨ªstico sin pretensiones. Lo que me interesa es que la ¨®pera vuelva a contar historias¡±, dice el compositor.
En estos tiempos de crisis econ¨®mica pero tambi¨¦n de identidad para la ¨®pera, Fern¨¢ndez Guerra ha visto la necesidad de hacer ¡°una ¨®pera espa?ola reactivada desde la frescura, desde un teatro con pocos recursos¡±. Durante dos a?os ha intentado hacer una ¡°¨®pera que tenga complicidad con el p¨²blico, con ese lado social que ten¨ªa durante el siglo XX antes de la irrupci¨®n del cine, que convirti¨® a la ¨®pera en un lenguaje viejo¡±.
Fern¨¢ndez Guerra le ha dado muchas vueltas antes de lanzarse a esta aventura. Estudioso de la ¨®pera contempor¨¢nea, ha encontrado su propia f¨®rmula para hacer este proyecto viable y conseguir llevarlo a escena. ¡°Lo m¨¢s importante es que la relaci¨®n entre texto y m¨²sica sea poderosa, que creas que solo se puede hacer de esa manera. Mi apuesta es tambi¨¦n la de una ¨®pera completa: totalmente cantada. Y para terminar, la tem¨¢tica tiene que ser actual, que refleje los problemas de la sociedad contempor¨¢nea¡±, comenta. ¡°No me importar¨ªa que dijeran que es una ¨®pera perroflauta. Creo que desde la calle se puede recuperar el g¨¦nero con mucha m¨¢s frescura¡±, sostiene.
La m¨²sica y el texto, pilares fundamentales de una ¨®pera, tambi¨¦n se escapan de lo tradicional. En el libreto se mezclan adivinanzas y poemas de Gloria Fuertes, mientras que la m¨²sica est¨¢ basada en Trois morceaux en forme de poire, del franc¨¦s Erik Satie. ¡°Son piezas hechas con temas de cabar¨¦ de finales del siglo XIX, que se pueden deshacer y combinar. Siempre he procurado que est¨¦ Satie detr¨¢s, pero elaborando nuevas melod¨ªas para esta miniorquesta de m¨²sicos callejeros¡±, explica el compositor.
?Pero c¨®mo calar¨¢ la propuesta entre el p¨²blico, que suele mostrarse cauto ante las creaciones oper¨ªsticas actuales? ¡°La ¨®pera contempor¨¢nea es un laberinto, un campo de batalla. Lo que importa es que el resultado sea como una canci¨®n, que la gente la recibe y la acepta como es¡±, comenta el compositor. Por eso piensa que quiz¨¢ el lugar de la ¨®pera actual no sea los grandes teatros: ¡°Los teatros de ¨®pera son grandes m¨¢quinas de reproducir el pasado. El pasado no puede desaparecer, pero tampoco puede comerse al presente. Deber¨ªa haber otras instituciones l¨ªricas m¨¢s modestas, como pasa con el teatro y la danza, que tienen salas independientes, y que ese fuera el lugar de las ¨®peras contempor¨¢neas¡±, explica.
Lugares en los que el p¨²blico sienta m¨¢s cerca el espect¨¢culo, que pueda ¡°tocar a los cantantes con extender la mano¡±, como dice Vanessa Montfort, la directora de escena del montaje. Juega con los tres m¨²sicos callejeros ¡ªclarinetista, violinista y contrabajista¡ª y con los ¨²nicos dos cantantes: la soprano Ruth Gonz¨¢lez y el bar¨ªtono Enrique S¨¢nchez-Ramos. ¡°Esta ¨®pera se suma tambi¨¦n a la protesta de la gente que toca en la calle. He conocido a m¨²sicos callejeros reales que por la tarde tocan en un gran teatro, pero que tienen que hacerlo tambi¨¦n en la calle para sobrevivir¡±, comenta Montfort. Para alimentar esa sensaci¨®n de cercan¨ªa con el p¨²blico, la escenograf¨ªa del escultor Florentino D¨ªaz est¨¢ elaborada con desechos y basura recogida de los contenedores.
Una ¨®pera a pie de calle para bajar al g¨¦nero del pedestal, pero tambi¨¦n para recuperar la relaci¨®n con el p¨²blico: escuchar lo que quiere. ¡°El que piensa que el arte es arte y que si el p¨²blico no lo entiende es su problema, es un idiota¡±, dice Fern¨¢ndez Guerra. Y, siguiendo su tesis de que cada ciudad tiene un modelo de ¨®pera y unas necesidades, se aventura a definir la de Madrid. ¡°Madrid necesita escuchar ¨®pera actual en espa?ol y tiene que ganar confianza en s¨ª misma como p¨²blico: no debe estar tan pendiente de lo que se dice de ella fuera. Madrid tiene que apostar por lo que le gusta e insistir. ?C¨®mo se consigue eso? En el f¨²tbol se ha conseguido: nos lo hemos cre¨ªdo y ahora creamos opini¨®n y todo el mundo habla de ello¡±, sentencia.
Tres desechos en forma de ¨®pera. Hasta el 6 de enero en el Teatro Guindalera (Diego de Le¨®n) a las 20.30. Entrada: 20 euros.
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