Trias, m¨¢s en minor¨ªa

Barcelona estrenar¨¢ 2013 de una manera ins¨®lita: sin Presupuesto municipal. Y, por tanto, sin una hoja de ruta clara de proyectos, de inversiones y de recursos a asignar. El porqu¨¦ de esa situaci¨®n es la minor¨ªa del gobierno de Xavier Trias y la falta de acuerdo con los otros dos grupos de la oposici¨®n cuyos votos necesita para aprobar las cuentas: PSC o PP. El gobierno de CiU acusa de ¡°falta de responsabilidad¡± a la oposici¨®n. El PSC, en cambio, argumenta que, pese a estar en minor¨ªa, Trias no busca un acuerdo global, sino ir pasando la maroma. Para el PP, la deriva soberanista de CiU ¡ªespecialmente despu¨¦s de las elecciones auton¨®micas¡ª invalida cualquier posibilidad de pacto global. Y los dos partidos coinciden en una cr¨ªtica: la espiral de endeudamiento que tiene el Ayuntamiento por los impagos de la Generalitat. Una cifra que baila seg¨²n las fuentes y que podr¨ªa ascender a 300 millones de euros.

Barcelona aprob¨®, hace un a?o, unos Presupuestos ya de crisis: 2.295 millones de euros frente a los 2.461 del ¨²ltimo a?o del tripartito. No tener las cuentas aprobadas para 2013 supone que el consistorio ir¨¢ atendiendo todos los gastos corrientes y los servicios. Pero no habr¨¢ inversi¨®n programada. Para 2012, la inversi¨®n que se aprob¨® fue de 361 millones ¡ªun 45% menos que el a?o anterior¡ª y en 2013 se limitar¨¢ a la que est¨¢ pendiente de ejecutar. Joaquim Forn, primer teniente de alcalde, preve¨ªa para este a?o entre 350 y 370 millones de inversi¨®n.

Socialistas y populares se han negado a apoyar las cuentas de este a?o

No tener presupuesto significa que cada inversi¨®n que se pretenda ejecutar, por ejemplo la urbanizaci¨®n del paseo de Sant Joan entre Gran Via y Diagonal, se deber¨¢ plantear de forma individual. Para cualquier gobierno municipal es un calvario. ¡°Una ciudad puede funcionar con Presupuestos prorrogados pero Barcelona necesita tener unos y nosotros insistiremos en negociar en los primeros meses de 2013¡±, afirma Forn, que reconoce que la ciudad puede ver como se ralentizan proyectos por falta de acuerdos. Por ejemplo, la reforma de Gl¨°ries, la cobertura de las v¨ªas de Sants, la concreci¨®n del futuro de equipamientos culturales, como el Dhub de Gl¨°ries¡­¡­

Forn piensa en el PSC, el partido que esta misma semana rompi¨® la baraja de la negociaci¨®n. ¡°Estamos dispuestos a esperar y negociar¡±, insiste el primer teniente de alcalde. ¡°No quieren entrar en un acuerdo global y as¨ª nosotros no nos volveremos a sentar¡±, replica Jordi Mart¨ª, el jefe de filas del PSC en el consistorio.

Trias avisa que

La coyuntura de los partidos de la oposici¨®n, adem¨¢s, se mezcla. Una Federaci¨®n socialista de Barcelona que quiere reafirmarse en oposici¨®n dura, que es la l¨ªnea del primer secretario, Carles Mart¨ª; frente a una l¨ªnea m¨¢s negociadora, que es la de Jordi Mart¨ª. Y, de fondo, unas primarias para elegir al alcaldable socialista para Barcelona. Trias aprovecha esa coyuntura para defenderse. ¡°Son ellos los que no se aclaran¡±, ha dicho en m¨¢s de una ocasi¨®n. ¡°No se puede negociar con CiU porque es como un reino de Taifas en que cada uno defiende lo suyo¡±, replica Jordi Mart¨ª que, a?ade, ¡°no hay un liderazgo del alcalde. ?l dice una cosa y luego cada teniente de alcalde va a la suya¡±. El jefe de filas socialista lo afirma despu¨¦s de haber posibilitado a Trias, con la abstenci¨®n del PSC, la aprobaci¨®n del Programa de Actuaci¨®n Muncipal (PAM) y ver c¨®mo, poco despu¨¦s, desde el ¨¢mbito de H¨¤bitat Urbano ¡ªque lidera Antoni Vives¡ª se ignoraban los acuerdos tomados. ¡°As¨ª no hay quien se fie¡±, remacha.

Con el PP la relaci¨®n de Trias ha dado un giro de 360 grados. Si hace un a?o, Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz hacia c¨¢balas sobre una hipot¨¦tica entrada en el gobierno municipal tras apoyar a CiU para las cuentas de 2012, ahora el PP no pierde oportunidad en recriminarle al alcalde que haga de ¡°banquero¡± de la Generalitat y de estar sometido al dictado de esa instituci¨®n.

El ritmo del incremento de la deuda de la Generalitat con el Consistorio ha sido una constante a lo largo de los debates de las comisiones y de los plenos de este a?o. Seg¨²n las cifras reconocidas por el Ayuntamiento, en junio de este a?o la deuda era de 94 millones de euros y a 30 de noviembre hab¨ªa subido a 155 millones. Esta cifra engloba todas las subvenciones impagadas por la Generalitat en educaci¨®n, atenci¨®n primaria y ley de barrios, entre otras. A esa cantidad hay que sumar, seg¨²n las cuentas del PP y del PSC, otras que no est¨¢n computadas como tales, desde la aportaci¨®n del Consistorio a la desaparecida Spanair o la compra de la casa Bur¨¨s, y las aportaciones especiales como la del circuito de Montmel¨®. Es decir, cien millones m¨¢s de euros.

¡°Es muy preocupante porque Barcelona tiene cierto margen para el endeudamiento pero no de forma indefinida y el sobre esfuerzo que hace la ciudad, porque la Generalitat no paga, la est¨¢ lastrando¡±, sostiene Fern¨¢ndez D¨ªaz que, en el ¨²ltimo pleno, estim¨® la deuda en 262 millones. ¡°Barcelona ha hecho de entidad financiera de Artur Mas. Nunca hab¨ªamos visto a un alcalde tan subordinado a los intereses de CiU¡±. En otro punto coinciden tanto el PP como el PSC y es que en esta situaci¨®n no se ve a un alcalde m¨¢s reivindicativo frente a la Generalitat. ¡°Est¨¢ completamente sometido y la falta de liderazgo es p¨¦sima para la ciudad¡±, dice Mart¨ª.

Trias anunci¨® el viernes que pedir¨¢ una entrevista con Artur Mas para ¡°desencallar¡±, dijo, ¡°un mont¨®n de cosas y saber en qu¨¦ situaci¨®n estamos¡±. Pero lanz¨® un mensaje: record¨® que la Generalitat est¨¢ en una situaci¨®n l¨ªmite y que tiene problemas hasta para pagar las n¨®minas. ¡°[El Gobierno] nos deja dinero y nos cobra un inter¨¦s del 6% pero en cambio paga sus ayudas a un 2%¡±, lament¨® Trias que hizo esta reflexi¨®n sobre el ahogo de las finanzas de la Generalitat: ¡°?C¨®mo se nos puede quedar 15.000 millones si nosotros no podemos pagar las n¨®minas? Hay que buscar soluciones. Al Estado no le interesa que Catalu?a vaya mal. Ser¨ªa un disparate¡±.

Mientras y pese a todas las cr¨ªticas, Trias parece estar completamente satisfecho de la marcha de la ciudad.