Lecciones de Medicina para pol¨ªticos y gestores
Tribuna de Alberto Fern¨¢ndez Liria, Director del ?rea de Gesti¨®n Cl¨ªnica de Psiquiatr¨ªa y Salud Mental del Hospital Universitario Pr¨ªncipe de Asturias
En los ¨²ltimos a?os los m¨¦dicos hemos tenido que reconocer que nuestra pr¨¢ctica pod¨ªa beneficiarse de lo que pod¨ªan ense?arnos profesionales de otras disciplinas y, entre muchos otros, hemos tenido que aprender cosas que nos contaban los gestores. Hasta tal punto que la gesti¨®n cl¨ªnica se ha convertido en algo de lo que ning¨²n m¨¦dico puede ser ignorante y a lo que algunos hemos tenido que dedicar una parte importante de nuestro tiempo de trabajo.
Los ¨²ltimos acontecimientos en pol¨ªtica sanitaria, que se han dado de un modo m¨¢s agudo en la Comunidad de Madrid pero se est¨¢n produciendo en todo el pa¨ªs, me llevan a pensar que a los pol¨ªticos y economistas que est¨¢n dictando las pautas en todas las ¨¢reas de la vida social ¡ªentre otras la sanidad¡ª podr¨ªa venirles bien aprender algunas cosas de las que podemos ense?arles los m¨¦dicos.
Pr¨¢ctica basada en las pruebas. Hace ya muchos a?os que ni la comunidad profesional ni la sociedad admiten que la pr¨¢ctica de los m¨¦dicos se base en las intuiciones de estos ni en f¨®rmulas que mantienen en secreto. Los m¨¦dicos hemos de justificar nuestras decisiones cl¨ªnicas en base a las pruebas acumuladas por nuestros colegas y publicadas en la literatura cient¨ªfica de que lo que vamos a hacer es eficaz.
Algo as¨ª deber¨ªa ser exigible a los que toman las decisiones pol¨ªticas y econ¨®micas en nuestra sociedad. Sin embargo no solo no hay ninguna prueba de que la premisa mayor de nuestros gobernantes ¡ªque la gesti¨®n privada abarata los costes sin mermar la calidad de la asistencia sanitaria¡ª sea cierta, sino que ¡ªcomo no nos hemos cansado de repetirles los m¨¦dicos¡ª lo que hay es bastante evidencia de que las instituciones con ¨¢nimo de lucro proporcionan (como por otra parte es l¨®gico) una atenci¨®n de mayor coste y menor calidad que la que proporcionan instituciones, p¨²blicas o privadas, que no lo tienen.
Nos est¨¢n pidiendo que cambiemos un sistema que funciona por otro que no hay ninguna prueba de que pueda hacerlo.
Consentimiento informado. Tambi¨¦n hace muchos a?os que a los m¨¦dicos se nos exige que antes de someter a un paciente a una intervenci¨®n le pidamos un consentimiento informado. Esto quiere decir que le preguntemos si efectivamente quiere someterse a ella una vez que le hemos expuesto por escrito y verbalmente cu¨¢les son los beneficios que cabe esperar de la intervenci¨®n que proponemos, cu¨¢les son los riesgos y los efectos secundarios y cu¨¢les son los beneficios, riesgos y efectos secundarios de otras intervenciones alternativas y las de no hacer ninguna intervenci¨®n.
Llama la atenci¨®n que nuestros gobernantes no solo no nos hayan dado ninguna informaci¨®n que permita apoyar lo que dicen, sino que est¨¦n ocultando activamente los datos. Y mucho m¨¢s que no solo no nos hayan pedido el consentimiento ni a los profesionales ni a la ciudadan¨ªa, sino que parezcan dispuestos a hacer una intervenci¨®n radical e irreversible teniendo un¨¢nimemente en contra al colectivo que tiene alguna informaci¨®n: el de los profesionales que nos hemos visto por primera vez en mi memoria unidos por encima de especialidades e ideolog¨ªas.
Responsabilidad. Otra de las cosas que los m¨¦dicos hemos aprendido en la segunda mitad del siglo XX ha sido que hemos de hacernos responsables ante nuestros pacientes y ante la sociedad de nuestras decisiones y de nuestros errores. Si un m¨¦dico comete un error o una negligencia y, pretendiendo producir un beneficio, causa un mal, debe responder de ella civilmente con su patrimonio y penalmente con su libertad.
?Por qu¨¦ con los pol¨ªticos y los economistas no ha de pasar lo mismo? ?Por qu¨¦ los que tomaron las decisiones que han llevado al pa¨ªs a la bancarrota no solo no han de responder, como nosotros, con su patrimonio y con su libertad sino que cobran indemnizaciones millonarias al cesar en sus cargos? ?Qui¨¦n se empe?¨® en inaugurar los siete hospitales que ahora creen insostenibles para el sistema p¨²blico? Se lo cobraron, por lo menos en votos. ?Por qu¨¦ ellos no tienen que responder de lo que hicieron como nosotros?
Alberto Fern¨¢ndez Liria es Director del ?rea de Gesti¨®n Cl¨ªnica de Psiquiatr¨ªa y Salud Mental del Hospital Universitario Pr¨ªncipe de Asturias.
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