¡°Mi ni?o no es un n¨²mero¡±
Educaci¨®n incluye en su plan de cierre de centros un colegio de Fuencarral El centro escolariza sobre todo a alumnos de etnia gitana con dificultades Las madres plantan cara a la Administraci¨®n regional
A Pilar le escam¨® que les convocaran a aquella cita con ¡°los encorbatados¡±. Llegaron al centro a finales de noviembre, en coche oficial, con atuendo elegante y una ¡°propuesta¡±: El colegio ten¨ªa que cerrar. Explicaron a las familias que al Vasco N¨²?ez de Balboa, en Fuencarral, le faltan ni?os. ¡°Lo hab¨¦is echado a perder vosotros, lo hab¨¦is dejado morir¡±, les replic¨® enfadada Pilar Arg¨¹elles, con dos hijos en el centro.
Un mes despu¨¦s, el aula est¨¢ llena de madres que gesticulan y argumentan enfadadas como Pilar. Protestan cuando ella rememora la escena con los responsables de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, los de ¡°las cuentas hechas y el ch¨®fer¡±, como ella los llama. ¡°As¨ª se lo dije: lo hab¨¦is arruinado vosotros¡±. Aplauso. La abuela Mar¨ªa Soledad, con cinco nietos en el centro, tambi¨¦n est¨¢ guerrera. ¡°No vamos a dejar que lo cierren, no se?or. Yo por mis ni?os mato, como la Esteban¡±. En su caso encadena desgracias. La suya fue una de las seis familias desahuciadas hace ocho meses del antiguo cuartel de la Guardia Civil de Fuencarral. Su hija y algunos de sus nietos se quedaron sin casa. Ahora peligra el colegio: ¡°Mi ni?a me pregunta si tambi¨¦n nos van a echar, como ocurri¨® con el cuartel¡±. Y la abuela se enfada otra vez: ¡°Estos chiquillos no son indios, ni bichos. Mi ni?o no es un n¨²mero¡±.
Hay alumnos sin? dinero para libros y a dos? les pagan el comedor la parroquia y un donante an¨®nimo
De alguna manera el peque?o Jes¨²s, que corretea por el patio mientras los padres discuten en el aula contigua, s¨ª que lo es, un n¨²mero que no cuadra en la estad¨ªstica. El Vasco N¨²?ez de Balboa es uno de los 12 centros que Educaci¨®n cerrar¨¢ en junio dentro de un proceso de fusiones. En las antiguas escuelas de Fuencarral, abiertas en 1929, hay cuatro grupos y 71 alumnos. Caben 150 m¨¢s, explican desde la Administraci¨®n. As¨ª que juntar¨¢n a esos ni?os con los alumnos de otro colegio (el Enrique Granados, tambi¨¦n a menos de un tercio de su capacidad) y los llevar¨¢n a las aulas del Rep¨²blica de Paraguay. La definici¨®n administrativa es ¡°de adecuar la capacidad de los centros a las necesidades de escolarizaci¨®n¡±. En unos sitios se cierran colegios y en las zonas donde hay demanda se abren otros.
Lo que las madres piden a la Administraci¨®n es que mire tambi¨¦n la realidad escondida tras esos n¨²meros. El 70% de los ni?os del colegio situado en el barrio de Tres Olivos son de etnia gitana. Con los primeros asentamientos, en los a?os 60, empezaron a llegar los primeros alumnos. El centro de ladrillo rojizo y techos enormes pas¨® de ser la escuela del pueblo de Fuencarral a la de los poblados. ¡°Son alumnos muy especiales. Hay que estar muy pendiente de ellos, pero hemos conseguido avances importantes¡±. C¨¢ndida Mart¨ªn, la directora, es especialista de ingl¨¦s, una caracter¨ªstica que le permitir¨ªa entrar sin problema en cualquier centro de Madrid, embarcado desde 2004 en un plan de centros biling¨¹es. Pero lleva m¨¢s de 20 a?os (los dos ¨²ltimos como directora) ligada a este colegio, a este proyecto, en el que ya van por la segunda generaci¨®n de estudiantes gitanos. Sus antiguos alumnos le llevan ahora a sus hijos.
El Vasco no tiene las mismas prioridades de otros. Aqu¨ª la especialidad de Mart¨ªn sirve de poco, aunque tiene las aulas llenas de carteles con palabras en ingl¨¦s y todos los d¨ªas da al menos una clase de su materia. ¡°Si me hablan de biling¨¹ismo, a m¨ª me da la risa¡±, explica en el despacho, con fotos de alumnos en orlas y el diploma de un premio de matem¨¢ticas de uno de sus estudiantes. ¡°En el caso de estos ni?os, la prioridad es que puedan defenderse, tramitar documentos, desenvolverse en la vida¡±. La poblaci¨®n gitana de Espa?a dobla la tasa de repetici¨®n y triplica la de desfase curricular respecto al resto de alumnado, seg¨²n el informe El modelo espa?ol de inclusi¨®n social de la poblaci¨®n gitana</CF>, editado por la Fundaci¨®n Secretariado Gitano el pasado mayo.
Cuando C¨¢ndida Mart¨ªn lleg¨® al centro, la mayor¨ªa de los ni?os se ausentaban durante meses seguidos a clase. Ahora pierden d¨ªas. Y no todos. ¡°Una de las ventajas de tener pocos alumnos es facilitarles una atenci¨®n m¨¢s personalizada. Me da miedo que si cerramos, se pierdan en el sistema educativo porque aqu¨ª les conocemos muy bien¡±, teme la directora.
"No vamos a dejar que lo cierren. Yo por mis ni?os mato, como la Esteban" Mar¨ªa Soledad, abuela de alumnos
A ella le hubiera gustado tener m¨¢s estudiantes pero asegura, como las madres, que la Administraci¨®n no siempre les ha dado facilidades. Les prometieron un nuevo centro que nunca lleg¨®. A dos ni?os de tres a?os les impidieron matricularse este curso en el colegio, que poco a poco se ha ido vaciando. La Administraci¨®n se?ala que no les dejaron porque no existe un aula propia para los ni?os de esa edad. En el Vasco se estudia en aulas mixtas de alumnos con distintas edades, como en los colegios rurales. As¨ª que no tienen ni?os porque no tienen aulas y no tienen aulas porque no tienen ni?os. Educaci¨®n tambi¨¦n esgrime ahora, como ¡°argumento pedag¨®gico¡± para el cierre, que no es positivo no tener un curso para cada edad, aunque los estudiantes del Vasco hace ya cinco a?os que conviven en aulas mixtas.
El comedor, situado en la planta de arriba, est¨¢ impregnado del olor del pur¨¦ de verduras que la cocinera Montse prepara para los chicos. Tiene una contractura, pero no ha faltado. ¡°?Qui¨¦n le da de comer si no a estos ni?os?¡±, replica con la mano en el cuello. Poco antes del recreo, los maestros suben a desayunar croquetas y membrillo con queso. ¡°Las familias conf¨ªan en nosotros¡±, dice la maestra de Infantil. Todos temen que haya ni?os que no vuelvan a clase si su colegio cierra. Algunas madres amenazan con dejarlos en casa porque no se f¨ªan de otros centros. Con el caf¨¦ caliente, cuatro maestras y un maestro lamentan el anuncio, debaten sobre el cambio. Creen que el perjuicio es mayor que lo que se gana. Educaci¨®n, que no facilita cifras de ahorro, tendr¨¢ que recolocar a los ocho maestros del centro y mantener sus sueldos. El mantenimiento de las instalaciones, dicen en el centro, ¡°es m¨ªnimo¡±. Lo paga el Ayuntamiento. ¡°No se trata de ahorro ni de reorganizaci¨®n. Esto es pura ideolog¨ªa¡±, replica Isabel Galv¨ªn, secretaria de Ense?anza de CC OO Madrid. ¡°Cerrar un centro abierto es un despilfarro y cerrar este es una desconsideraci¨®n para uno de los colectivos m¨¢s desfavorecidos de la educaci¨®n¡±, a?ade.
A tres meses del inicio de curso, hay estudiantes que a¨²n no han comprado los libros. No tienen dinero. Sus familias viven con la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n (unos 530 euros mensuales) y adem¨¢s no siempre entienden la importancia de los textos.
El equipo directivo decidi¨® que todos los ni?os llevaran uniforme para que ninguno se sintiera discriminado por su ropa. En fila india, los chicos de Primaria salen con sus jers¨¦is rojos a leer los mensajes de la ma?ana antes del recreo. El objetivo del mes: una alimentaci¨®n sana. ¡°Si comemos muchas chuches salen caries¡±, revela una voz infantil por el altavoz. Hay dos alumnos sin beca de comedor porque no tramitaron bien los papeles. ¡°A uno se lo paga la parroquia, para otro tenemos un donante an¨®nimo¡±, cuenta Mart¨ªn, que teme que todo el esfuerzo se diluya el curso que viene porque los n¨²meros (o los ni?os) no cuadran.
¡°Aqu¨ª aprenden diversidad y respeto a los mayores¡±
¡°?Que por qu¨¦? Por narices¡±. En la puerta del centro, con los restos del bizcocho de mermelada que ha tra¨ªdo para las otras madres, Ana Enr¨ªquez (27 a?os) explica sus razones mientras el peque?o Gabriel corretea con el uniforme en busca de piedras.
¡°Soy paya y algunas vecinas me dijeron que mi ni?o aprender¨ªa a decir ¡®chacho¡¯ con otros alumnos del Vasco. No me importa porque tambi¨¦n aprende el respeto que ellos tienen por sus mayores o la diversidad del mundo. As¨ª que s¨ª, lo met¨ª en este colegio por narices, porque quer¨ªa un centro p¨²blico para mi hijo¡±. Las familias del Vasco N¨²?ez de Balboa critican que, con su cierre, se perder¨¢ el ¨²nico colegio p¨²blico del barrio de Tres Olivos (Educaci¨®n se aferra a que hay otros 19 en el distrito de Fuencarral). Ana Enr¨ªquez, secretaria del AMPA (Asociaci¨®n de Madres y Padres de Alumnos) del Vasco, defiende adem¨¢s que el colegio es ¡°como una familia. Aqu¨ª los profesores no discriminan a nadie¡±. La consejer¨ªa prev¨¦ trasladarlos al Rep¨²blica de Paraguay, un centro que estuvo a punto de cerrar hace dos a?os tambi¨¦n con el argumento de la falta de matr¨ªcula. ¡°Conseguimos que siguiera abierto porque protestamos y eso es lo que tienen que hacer en el Vasco¡±, recomienda Eugenia D¨ªaz, responsable del AMPA del Rep¨²blica de Paraguay. D¨ªaz teme que las clases se masifiquen con la llegada de los nuevos alumnos y que se pierdan instalaciones, como las aulas de m¨²sica o de inform¨¢tica. Educaci¨®n prev¨¦ cerrar 12 centros el curso que viene. Aparte de la falta de matr¨ªcula, la consejer¨ªa argument¨® cuando anunci¨® los cierres en noviembre que la distancia con los nuevos colegios era ¡°de entre 200 y 600 metros¡± y que no supondr¨ªa ¡°ning¨²n problema de desplazamiento para los alumnos y sus familias¡±. El Rep¨²blica de Paraguay dista casi un kil¨®metro y medio. Educaci¨®n no pondr¨¢ transporte escolar. ¡°Yo no puedo llevar a mi hijo tan lejos, perder¨¦ el trabajo¡±, replica la madre de Gabriel, que vive frente al cole de su ni?o.
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