Una m¨¢s... CulturArts
Es de justicia romper una lanza a favor del Instituto Valenciano de la M¨²sica
Es importante recordar que, en ocasiones, el orden de los factores s¨ª que altera el producto, y nos estamos refiriendo a la creaci¨®n del ¡°holding¡± p¨²blico de CulturArts, a imagen y semejanza de una corporaci¨®n empresarial con unidades de negocio diversificadas. Si tenemos en cuenta que una unidad de negocio tiene como objetivo principal la generaci¨®n de beneficios, se nos crea una gran curiosidad para ver como los gestores de la cultura de anta?o, que generaron importantes p¨¦rdidas, son capaces de reconvertirse y cumplir con estas expectativas¡ ?O no ser¨¢n los mismos gestores?
Por otra parte, es un error de base pensar que el impacto de gestores incompetentes y despilfarradores tiene su soluci¨®n en nuevas formas de estructuraci¨®n corporativa. Y tambi¨¦n, quedamos llenos de perplejidad cuando se nos invit¨® a participar, desde CulturArts (adscrita entonces a la ya eliminada ¡°Conselleria de Turisme, Cultura i Esport¡±), en la elaboraci¨®n de un Plan Estrat¨¦gico para el Sector Cultural, despu¨¦s de la creaci¨®n de su estructura organizativa de soporte, que iba a ser la misma CulturArts.
Hay que decir que, desde la ortodoxia de la Planificaci¨®n Estrat¨¦gica, la estructura organizativa (en este caso, CulturArts) es una herramienta que sirve a los prop¨®sitos de un enfoque estrat¨¦gico¡ y no al rev¨¦s. Asimismo, no acabamos de entender el nivel de coordinaci¨®n gubernamental existente entre los departamentos del Consell, cuando su presidente cesa fulminantemente a la ¡°Consellera de Turisme, Cultura i Esport¡±, a los quince d¨ªas de haber iniciado este proyecto de Plan Estrat¨¦gico y haber invitado a todos los representantes del sector cultural valenciano a participar en la elaboraci¨®n del mismo. L¨®gicamente, el dise?o de CulturArts no respond¨ªa, ni responde, a ning¨²n planteamiento estrat¨¦gico.
Finalmente, queremos hacer una especial menci¨®n al ya extinto Instituto Valenciano de la M¨²sica (IVM), en virtud de la publicaci¨®n del Decreto Ley 7/2012, de 19 de octubre, con nuestro p¨¦same al mundo musical valenciano, constatando, una vez m¨¢s, la falta de un necesario consenso entre los grupos parlamentarios a la hora de articular las grandes pol¨ªticas de un pa¨ªs o de una comunidad aut¨®noma como la nuestra. Un consenso que se obtuvo a la hora de la aprobaci¨®n de la Ley Valenciana de la M¨²sica y que no se ha tenido en consideraci¨®n para derogar su Cap¨ªtulo I.
Asimismo, es de justicia romper una lanza a favor del IVM, aclarando algunas noticias en las que se malinterpretan datos. Como ex-miembro del Consejo Rector de este instituto, tengo que decir que no es cierto que este instituto haya tenido unas p¨¦rdidas o d¨¦ficit de 6 millones de euros, y es evidente que se ha hecho una interpretaci¨®n err¨®nea de sus datos econ¨®micos. Durante los 13 a?os de gesti¨®n, desde su creaci¨®n, el IVM acumul¨® unas p¨¦rdidas de ejercicios anteriores por importe de 314.618,61 euros, de los cuales casi 200.000,00 correspond¨ªan a dos facturas impagadas del Palau de la M¨²sica y del Palau de les Arts. Estas p¨¦rdidas se convirtieron en 37.347,75 euros, mediante la recapitalizaci¨®n que acord¨® el Consell el pasado 14 de septiembre (operaci¨®n acorde¨®n) por un importe de 277.280,86 euros que, a su vez, quedaron saldadas a 31 de diciembre de 2012 por un resultado positivo de 192.972,00 (super¨¢vit) del IVM al cierre de 2012. Es decir, que el Instituto Valenciano de la M¨²sica cerr¨® tanto el ejercicio 2011 como el 2012 con super¨¢vit, cumpliendo de forma eficiente con las medidas de austeridad y de equilibrio financiero. Un ejemplo de gesti¨®n eficiente que tiene su premio en su extinci¨®n.
Josep Francesc Almer¨ªa es presidente de la Federaci¨®n de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana.
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