A la caza del mejor plato

1. El Nebraska. Fue el primer bar que visit¨¦ en Madrid y me pareci¨® un viaje en el tiempo. Imposible olvidar esos sillones de escay desconchado, los camareros de uniforme y los churros con aspecto de haber estado junto al caf¨¦ que se tom¨® Tejero aquella ma?ana de febrero de 1981. Mundo viejuno. Maravilloso.

2. La Casa de Granada. Desde su terraza se pueden apreciar las mejores vistas de Madrid. Si pillas un buen sitio una tarde de mayo la vida puede cobrar sentido. La comida no es nada del otro mundo, pero hacen unas tortillas de camar¨®n muy dignas (Doctor Cortezo, 17).

3. El Tupperware. Este bar de copas es el sitio de mi recreo. Todo lo que me ha ocurrido entre esas cuatro paredes huele a bohemia y est¨¢ impregnado de recuerdos borrosos. Un lugar especial si lo que buscas es empaparte del Malasa?a style (Corredera Alta de San Pablo, 26).

4. La Estaci¨®n Real. Ubicada en la localidad norte?a de Soto del Real, esta vieja estaci¨®n se ha reconvertido en un restaurante donde puedes degustar exquisitos platos de cuchara. El pat¨¦ que te ponen de aperitivo es como el n¨¦ctar de los dioses (carretera M-609, kil¨®metro 3,6, Soto del Real).

5. Pepe Botella. El mejor rinc¨®n para tomar caf¨¦ en la plaza del Dos de Mayo. Lo malo es que, al estar en el coraz¨®n de Malasa?a, el caf¨¦ te lleva a una cerveza para seguir luego con un cubata y finalmente acabas la tarde en el Tupperware (San Andr¨¦s, 12).

6. Sushi Club. Este restaurante no es para puristas del sushi (aunque las piezas cl¨¢sicas las preparan muy bien), pero es ideal para probar sabores nuevos. El duck maki con foie y las peras al vino tinto le dejar¨¢n sin habla (plaza de Santo Domingo, s/n).

7. Restaurante ?skar. Su carta ofrece hamburguesas, platos combinados, patatas bravas¡­ Es decir, lo mejor de lo peor (de la salud, se entiende). Si tienes suerte, puedes ver sentados en la misma barra a un joven l¨ªder pol¨ªtico, a un tertuliano de renombre y al mism¨ªsimo Tony Genil. Algunas tardes solo falta un enano y un caballo blanco para que parezca un sue?o de David Lynch (plaza de Santo Domingo).

8. Los Tres Cerditos Ib¨¦ricos. En este sitio me han puesto el mejor jam¨®n y el mejor vino que he probado en Madrid. Suelo ir a picar antes de comer y la mayor¨ªa de las veces acabo all¨ª. Aunque situado a dos pasos de La Latina, hay muchos menos guiris de los que pueda imaginarse (Cava de San Miguel, 6).

9. Asador Junco. Un planazo de domingo es recorrer la senda de la Chorrera de Mojonavalle (cerca del puerto de Canencia, en la sierra de Madrid) para acabar en este restaurante. Si le dice a F¨¦lix, el due?o, que va de mi parte a lo mejor le invita a un puro. Eso s¨ª, si le reta a una partida de mus no acepte. Creo que con el dinero que ha ganado jugando toda su vida pudo construir el asador (Alejandro Rubio, 101, Guadalix de la Sierra).

10. El Charol¨¦s. Si Felipe II hubiera sido fan del cocido (que no creo, porque ¨¦l era muy frugal) lo hubiera comido en este restaurante. Situado junto al monasterio de El Escorial, tengo que reconocer que barato no es, pero nadie deber¨ªa morirse sin probar al menos una vez su plato estrella. Ocupa varias mesas, no digo m¨¢s. Y el due?o es un crack (Floridablanca, 24, San Lorenzo de El Escorial).