El arrepentido que tumb¨® a Los Pasteleros
La red de narcotr¨¢fico se enfrentar¨¢ a penas de prisi¨®n que suman 209 a?os
La Secci¨®n Primera de la Audiencia Nacional celebrar¨¢ a partir del 20 de marzo uno de los mayores procesos contra el narcotr¨¢fico, que se fragu¨® en la pasada d¨¦cada contra una de las nuevas y m¨¢s potentes organizaciones que emergieron en Galicia con la ¨²ltima oleada de desembarcos en la R¨ªa de Arousa.
Con un enorme patrimonio embargado de propiedades y negocios, 19 miembros del llamado grupo de Los Pasteleros se enfrentan a elevadas condenas que suman 209 a?os de prisi¨®n y multas de 6.834 millones de euros que se derivan del importante cargamento de coca¨ªna apresado en el buque San Miguel, que fue abordado por Aduanas en alta mar el 1 de junio de 2008 con nueve tripulantes a bordo.
El pesquero de bandera venezolana, que hac¨ªa el final de su periplo por el Atl¨¢ntico con una v¨ªa de agua, transportaba 144 fardos de coca con un peso de 3.429 kilos y una pureza del 70,94 por ciento. El kilo de coca¨ªna de esa calidad se pagaba entonces en el mercado negro a 32.700 euros, por lo que el alijo incautado habr¨ªa alcanzado un valor de 110,5 millones. Las millonarias multas impuestas para cada acusado se estipularon entre el doble y el triple del valor del cargamento.
Cuando el barco y la lanzadera que iba a recoger el cargamento fueron apresados nadie sospechaba que detr¨¢s de este env¨ªo de droga se encontraba una de las bandas m¨¢s buscadas: Los Pasteleros. Desde la c¨²pula de esta organizaci¨®n trabajaba un empresario pastelero, ?scar Rial Iglesias, de 39 a?os, que financiaba las voluminosas operaciones de coca¨ªna que importaba la banda desde Colombia. Junto a ¨¦l se encontraba un bregado marinero con antecedentes por narcotr¨¢fico que ya hab¨ªa practicado con otras conocidas bandas gallegas. Jos¨¦ Constante Pi?eiro B¨²a, Costi?as, que se dedicaba a contactar los env¨ªos con el c¨¢rtel colombiano al que llamaban La Oficina. Se enfrentan a 18 a?os de c¨¢rcel
El marinero Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez Tub¨ªo, de 50 a?os, con dos condenas a sus espaldas, se encontraba en prisi¨®n por esta causa cuando decidi¨® colaborar con la justicia. Seis meses despu¨¦s de su detenci¨®n a bordo de la lancha que iba a recoger el alijo del San Miguel, el arrepentido sal¨ªa de la c¨¢rcel para colaborar en la detenci¨®n de sus jefes y todo su equipo, acusaciones que ahora tendr¨¢ que reproducir ante el tribunal.
Tub¨ªo era m¨¢s que un marinero en el organigrama de la banda y hab¨ªa viajado a Venezuela para ultimar los preparativos de algunos cargamentos. Era el encargado de contactar con los barcos nodriza y coordinar los desembarcos. En su domicilio de Escarabote (Boiro), la polic¨ªa encontr¨® numerosas pruebas de su activa participaci¨®n en las operaciones de Los Pasteleros: billetes de avi¨®n a Caracas y relaci¨®n manuscrita de tel¨¦fonos y frecuencias de radio que coincid¨ªan con el San Miguel.
El testigo de cargo desvel¨® la capacidad de la banda para mover ingentes cantidades de coca¨ªna. S¨®lo en 2008, hab¨ªan contratado env¨ªos con el citado c¨¢rtel de entre 15 y 20 toneladas de coca¨ªna. Las confesiones de Tub¨ªo hicieron posible que en octubre de 2009, la Audiencia Nacional dictara auto de procesamiento por narcotr¨¢fico y blanqueo contra la organizaci¨®n, al tiempo que decret¨® el embargo de todos los bienes y empresas que estaban a nombre de los acusados y de testaferros.
El arrepentido cerr¨® el c¨ªrculo de la jefatura de la banda apuntando al empresario naval Jos¨¦ Andr¨¦s B¨®veda Ozores, apodado Charly y Sandok¨¢n, como encargado del aprovisionamiento de lanchas; a Francisco Pad¨ªn Fern¨¢ndez, Fran El Pardillo, experto en el montaje de motores, vigilancia y almacenamiento de la droga, y el lanchero Juan Carlos Ca?¨®n que, junto a su hermano Miguel, desembarcaba la droga en tierra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.