La iglesia de San Breixo de Seixalbo, nuevo escenario de P¨®rtico do Para¨ªso
Las sencillas melod¨ªas y los intrincados ritmos del d¨²o Eloquentia fueron veh¨ªculo para un bello viaje musical por la Europa de los siglos XIII y XIV
Siguiendo la pauta que se impuso hace varias ediciones, el festival internacional de m¨²sica P¨®rtico do Para¨ªso ha vuelto a extender sus escenarios a barrios alejados del centro urbano de Ourense. En esta ocasi¨®n el lugar elegido fue Seixalbo, un precioso n¨²cleo rural separado apenas cuatro kil¨®metros del centro, al que una oportuna pol¨ªtica de conservaci¨®n ha convertido en una especie de Arcadia tan cercana f¨ªsicamente como lejana en concepto y ritmo de vida.
A la iglesia de San Breixo, tras derrumbarse una buena parte de sus muros originales, se le dot¨® de una fachada que se podr¨ªa definir ir¨®nicamente como de un riguroso eclecticismo. M¨¢s fiel al estilo original, su interior fue un marco id¨®neo para el concierto del D¨²o Eloquentia, con un programa formado por m¨²sica de los siglos XIII y XIV.
El p¨²blico que casi llenaba el templo fue llevado por el d¨²o formado por Alejandro Villar, flautas y zanfona, y David Mayoral, percusi¨®n, a ¨¦pocas remotas en el tiempo pero m¨¢s cercanas de lo que parece por concepto musical. Sus sencillas melod¨ªas y sus intrincados ritmos fueron veh¨ªculo para un bello viaje por la Europa medieval. Lamma Bada, m¨²sica de Al ?ndalus, fue quiz¨¢s el momento de mayor elevaci¨®n espiritual del concierto, con la delicada precisi¨®n del salterio de Mayoral y las flautas de Villar.
La fuerza interior de la m¨²sica sefard¨ª de Los bilbilicos, siempre tan cercana, se ali¨® con la dulzura sonora de una flauta sencillamente tallada en un cuerno de buey de Tre fontane para vivir el sue?o de un viaje musical, con paradas en el Asia m¨¢s cercana y un retorno por los reinos de la pen¨ªnsula it¨¢lica o el Levante de una Espa?a a¨²n en ciernes.
A la salida, las r¨²as de Seixalbo proporcionaron a los asistentes al concierto los momentos de descompresi¨®n necesarios antes de la vuelta al ca¨®tico siglo XXI que nos sigue acechando en cada noticia, en cada esquina.
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