Los verificadores asumen su incapacidad de ¡°mover el dique¡± de Rajoy sobre ETA

El proceso de paz en Euskadi, abierto en octubre de 2011 tras el cese de la actividad terrorista de ETA, sigue estancado. A tal punto llega este inmovilismo que el grupo internacional de verificadores que lidera Ram Manikkalingham admite su preocupaci¨®n por las consecuencias que podr¨ªa acarrear. Y lo dicen despu¨¦s de haberse reunido recientemente con la c¨²pula de la banda terrorista en Oslo.

En un encuentro con partidos ¡ªsolo faltaron PP y UPyD¡ª y agentes sociales vascos, celebrado ayer durante poco m¨¢s de una hora en un c¨¦ntrico hotel de Bilbao despu¨¦s de una ronda preliminar con cada uno de ellos y abierta con el lehendakari, I?igo Urkullu, los verificadores asumieron su incapacidad para ¡°mover el dique¡± del Gobierno Rajoy, anclado en su postura de deso¨ªr la exigencia de una flexibilizaci¨®n de la pol¨ªtica penitenciaria mientras ETA no desaparezca. De hecho, no disponen todav¨ªa de ninguna v¨ªa de interlocuci¨®n con el Ejecutivo central aunque ¡°al menos ahora nos reconocen¡±. El PP vasco siempre ha ninguneado esta funci¨®n mediadora hasta el punto de que su presidente, Antonio Basagoiti, les tild¨® el pasado lunes de ¡°enredadores internacionales¡±.

Por contra, los verificadores est¨¢n ¡°satisfechos¡± con el ¡°cumplimiento de los compromisos¡± por parte de ETA. Precisamente esta contraposici¨®n entre las posturas del Gobierno espa?ol y de la banda terrorista fue el argumento utilizado por Pernando Barrena, quien represent¨® a la izquierda abertzale junto a Rufi Etxeberria en la reuni¨®n de ayer. Barrena, que se expres¨® en ingl¨¦s, signific¨® la ¡°decisi¨®n unilateral¡± de ETA mientras ¡°sigue sufriendo detenciones de sus miembros¡± y no se han cumplido las condiciones recogidas en el Pacto de Aiete, que alent¨® el grupo de mediadores liderado por Brian Currin d¨ªas antes de la tregua definitiva. En este contexto nada proclive al deshielo, los verificadores temen que puedan ¡°frustrarse¡± las expectativas de paz que ¡°tiene la sociedad vasca¡±, dijo Manikkalingam antes de reclamar que se tomen ahora ¡°los pasos adecuados para aprovechar esta oportunidad hist¨®rica¡±. Para ello deber¨ªan abordarse las tres cuestiones pendientes y que, seg¨²n se record¨® ayer, ¡°son presos, desarme y v¨ªctimas¡±. Seg¨²n uno de los asistentes a la reuni¨®n de ayer, en la que igualmente estuvo presente el obispo em¨¦rito de San Sebasti¨¢n Juan Mar¨ªa Uriarte, tampoco se habl¨® de un posible desarme a pesar de los rumores alentados desde el Gobierno vasco y del propio PP respecto a un ¡°inminente¡± gesto de ETA.

En realidad, esta hip¨®tesis estar¨ªa m¨¢s relacionada con la ¡°sensaci¨®n generalizada¡± entre los asistentes a la reuni¨®n de ayer de que ETA estar¨ªa dispuesta a hacer un ¡°gesto significativo¡± con motivo del congreso fundacional de Sortu, el nuevo partido de la izquierda abertzale, que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo s¨¢bado en Pamplona y al que acudir¨¢n unos 40 partidos extranjeros. Los verificadores, de hecho, desconocen si la banda terrorista est¨¢ dispuesta a un inmediato desarme, siquiera parcial. En la misma l¨ªnea, significados portavoces del futuro partido soberanista han desmentido que exista esta voluntad por parte de ETA. A su vez, entre los partidos vascos se ha acogido con especial inter¨¦s el gui?o expl¨ªcito de los verificadores de que este debate sobre el proceso de pacificaci¨®n llegue al Parlamento vasco mediante la v¨ªa de la ponencia de Paz y Convivencia, aprobada el pasado jueves sobre la base de un texto consensuado por PNV y PSE-EE, pero que a¨²n no est¨¢ constituida.

Presos, v¨ªctimas y desarme son las grandes cuestiones todav¨ªa pendientes de resolver

Precisamente, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, tambi¨¦n intervino ayer para lamentar que ¡°los dos agentes que tienen tanto que decir como ETA y el Gobierno central no est¨¦n presentes¡±, mientras encaja con satisfacci¨®n pol¨ªtica la incorporaci¨®n de este debate a la sede parlamentaria. El PNV ya se mostr¨® poco entusiasta el pasado mes de octubre de la segunda edici¨®n de los Pactos de Aiete, consciente de que era un escenario que solo favorec¨ªa el protagonismo de la izquierda abertzale.