?Un nuevo golpe?
¡®?Quieto todo el mundo!¡¯ relaciona lo acontecido durante el 23-F con la situaci¨®n pol¨ªtica actual La obra de teatro se presenta en el espacio de la Cineteca
?Quiere usted revivir en directo el golpe de Estado del 23-F? ?Conocer algunas de las situaciones que tuvieron lugar en el Congreso de los Diputados aquel lunes de febrero de 1981? ?Qui¨¦n estar¨ªa hoy detr¨¢s de aquella autoridad, militar, por supuesto? ?Ser¨ªa un general o, m¨¢s bien, un poder financiero que habla en idiomas diferentes? ?C¨®mo ser¨ªa hoy ese golpe 32 a?os despu¨¦s?
Juan Ayala y Miguel Oyarzum se han puesto a la tarea de reflexionar sobre aquellos a?os y relacionar lo acontecido durante la preparaci¨®n y el intento de golpe de Estado de 1981 con la situaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica actual. Y lo han hecho con una obra de teatro radical y libre que se incluye en el Festival Escena Contempor¨¢nea de Madrid. ?Quieto todo el mundo! toma el t¨ªtulo de aquella famosa, pat¨¦tica y lamentable frase del teniente coronel Tejero con la que se inici¨® el asalto al Congreso de los Diputados en plena votaci¨®n del nuevo presidente del Gobierno, tras la dimisi¨®n de Adolfo Su¨¢rez. La obra se representar¨¢ en cuatro sesiones los d¨ªas 23 y 24 de febrero en el plat¨® de la Cineteca del Matadero de Madrid, pero ser¨¢ solo el principio, o eso esperan los autores de la obra, una producci¨®n de Mirage Teatro. Su intenci¨®n es la de buscar un hueco m¨¢s estable en la temporada teatral.
De momento, el plat¨® de la Cineteca de Madrid, un cuadrado grande, cerrado y oscuro, alberga estos d¨ªas intensos ensayos. Cinco actores ¡ªDaniel Gallardo, Quique Fern¨¢ndez, Isabel S¨¢nchez, Lola Manzano y el propio Miguel Oyarzun¡ª, bajo la direcci¨®n de Juan Ayala, desentra?an las vicisitudes, los miedos, fallos y ambiciones que se vivieron en aquellas horas trasladadas a la actualidad.
El p¨²blico, que har¨¢ las veces de los diputados sentados en el hemiciclo, son recibidos por un servicio de guardarrop¨ªa en el mismo hall del plat¨®. Todos deben despojarse de abrigos y chaquetas. Dentro, con una capacidad para 100 personas, les esperan filas de butacas de diferentes colores, a modo de divisi¨®n por grupos pol¨ªticos o ideolog¨ªas. Las luces se apagan y del fondo surge un hombre, pistola en mano, que cubre su rostro con una cabeza de caballo blanco de m¨¢scara. Se dirige a la butaca roja y all¨ª dispara impunemente a un presunto presidente del Gobierno, no sin antes obligarle a leer un texto en el que se compromete a tomar las medidas necesarias para el futuro del pa¨ªs. A partir de ese momento, se suceden 80 minutos de nervios, miedos, discusiones y tragedias en ese lugar cerrado a cal y canto. Los cinco personajes que contribuyen al asalto del lugar, con diferentes posturas pol¨ªticas y vitales, se enfrentan al reto de colaborar para realizar un cambio de sistema.
En ese agobiante espacio, en el que ir¨¢n moviendo de un lado a otro al p¨²blico asistente, cache¨¢ndolos incluso, solo un tel¨¦fono, con un largo cable rojo, les mantiene en contacto con el exterior. Un tel¨¦fono desde el que ir¨¢n recibiendo ¨®rdenes en franc¨¦s, ingl¨¦s o alem¨¢n. Mientras, los asaltantes se enfrentan con los hipot¨¦ticos diputados y les echan en cara no haber hecho bien su trabajo, el funcionamiento inoperante de la C¨¢mara, en la que ya no existe ni la especialidad de cultura, ni la de educaci¨®n ni la sanitaria.
Ayala ten¨ªa apenas tres a?os cuando el teniente coronel Tejero asalt¨® el Congreso. Oyarzum ni hab¨ªa nacido. No vivieron tampoco la Transici¨®n, nacida no de la ruptura con el r¨¦gimen franquista, recuerdan los autores, sino a trav¨¦s de la reforma de la legalidad vigente entonces. Fue a ra¨ªz de los inicios del estallido del Movimiento 15-M cuando este grupo teatral decidi¨® emprender un montaje que analizara las razones de la movilizaci¨®n y la desmovilizaci¨®n ciudadana.
¡°Nuestra impresi¨®n es que una de las consecuencias del proceso de Transici¨®n que culmin¨® con el intento de golpe de Estado del 81 fue la desmovilizaci¨®n de la sociedad, por miedo a la fragilidad de esa entonces joven democracia. Creemos que, en la actualidad, el momento de movilizaci¨®n es similar, pero todos los movimientos ciudadanos que se han puesto en marcha est¨¢n siendo silenciados o reconducidos, o sea, desmovilizados¡±, apuntan los autores de la obra, que no han pretendido realizar una reproducci¨®n hist¨®rica, sino que han utilizado el secuestro del p¨²blico como met¨¢fora de aquella Transici¨®n y del Estado actual. ¡°La situaci¨®n que mostramos es real m¨¢s que pesimista, mostramos momentos de ilusi¨®n y de posibilidad de cambios, tal y como estamos viviendo en la actualidad¡±, a?ade Oyarzum. ¡°Es algo as¨ª como una elipsis de lo que pas¨® en el 81 y tambi¨¦n un futurible¡±.
El estreno de ?Quieto todo el mundo! coincidir¨¢, para regocijo del grupo, con la movilizaci¨®n convocada para el mismo d¨ªa 23 por la tarde. ¡°La calle siempre va por delante¡±.
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