?Qui¨¦n ser¨¢ nuestro payaso?
Muchos ciudadanos, tras acudir durante a?os a votar tap¨¢ndose la nariz, se dirigen ahora a las urnas para hacerle una 'peineta' a la clase pol¨ªtica
?Cuando lo eligieron, fue una aut¨¦ntica sorpresa. Obtuvo 1.300.000 votos, lo que le convirti¨® en el segundo candidato de la historia de Brasil que m¨¢s sufragios cosech¨® en la elecci¨®n de un parlamentario. Su nombre Francisco Everardo Oliveira, m¨¢s conocido como el payaso Tiririca. Su particular campa?a electoral, realizada sobre todo en televisi¨®n y vestido de titiritero, parti¨® de una pregunta: ¡°?Usted sabe lo qu¨¦ hace un diputado? Yo tampoco, pero vote por m¨ª que se lo cuento¡±. La sorpresa en Italia tambi¨¦n ha sido un c¨®mico. Se llama Beppe Grillo, que tan siquiera era candidato y que ha logrado que su Movimiento 5 Estrellas alcance hasta un 25% de los sufragios en las pasadas elecciones en Italia. Su principal eslogan: ¡°?A casa, a casa!¡±, una expresi¨®n italiana que viene a significar algo as¨ª como mandar a tomar viento, y que corri¨® como la p¨®lvora por el pa¨ªs alpino durante la campa?a electoral.
Hay una notable diferencia entre el diputado Tiririca de Brasil y el Movimiento 5 Estrellas de Italia, pero admitir¨¢n que resulta curioso que en ambos casos se trata de sendos c¨®micos. Creo que ser¨ªa demasiado f¨¢cil tildar a ambos personajes de populistas, ya que esta expresi¨®n se queda corta para explicar lo que est¨¢ ocurriendo con algunos de estos fen¨®menos electorales. Los ciudadanos en Italia han lanzado algunos mensajes que podr¨ªan extenderse por toda Europa. De un lado, que los partidos pol¨ªticos tradicionales se est¨¢n mostrando incapaces de vislumbrar el nivel de descontento de una ciudadan¨ªa m¨¢s que hastiada. De otro, la imposibilidad de gobernar de espaldas a la gente. El desastre de la opci¨®n Monti es un guantazo sin manos a Bruselas y a su propuesta de enderezar la econom¨ªa obviando los mecanismos democr¨¢ticos de representaci¨®n en un pa¨ªs.
La crisis que acosa a los ciudadanos y los esc¨¢ndalos que est¨¢n afectando a los grandes partidos est¨¢ allanando el camino para la aparici¨®n de un fen¨®meno pol¨ªtico de estas caracter¨ªsticas tambi¨¦n en Espa?a. El escritor italiano Michele Monina dec¨ªa en este peri¨®dico que el Movimiento 5 Estrellas no es una estupidez, sino la encarnaci¨®n italiana de un deseo de cambio. Jos¨¦ Chamizo, defensor del pueblo andaluz, advert¨ªa hace unos d¨ªas en la Cadena SER que: ¡°El patio no est¨¢ para tonter¨ªas¡±. Mientras el exministro Jordi Sevilla se preguntaba en las redes sociales: ¡°?Cu¨¢ntos se est¨¢n preguntando hoy si ser¨¢n ellos el Beppe Grillo espa?ol?¡±.
Cada vez que el PP hace una nueva pirueta en torno a B¨¢rcenas, neg¨¢ndose a dar explicaciones sobre lo ocurrido con su extesorero y con la financiaci¨®n del partido, hay m¨¢s posibilidades de que aparezca en Espa?a un Beppe Grillo. La gente no es tonta. Se demostr¨® en las manifestaciones del D¨ªa de Andaluc¨ªa, con menos asistencia de la esperada por los convocantes. En una comunidad aut¨®noma con m¨¢s de un mill¨®n de parados resulta muy dif¨ªcil entender que los que gobiernan est¨¦n al frente de las pancartas.
La gente lo est¨¢ pasando mal, mientras los pol¨ªticos act¨²an como si no pasara nada. La corrupci¨®n ¡ªsobre todo la nula respuesta ante la corrupci¨®n¡ª est¨¢ acabando con la escasa credibilidad que a¨²n mantiene la clase pol¨ªtica. Y la mentira, como forma de relaci¨®n de los gobernantes con sus administrados, aumenta d¨ªa a d¨ªa la desafecci¨®n ciudadana hacia sus dirigentes. En Italia, m¨¢s que una alternativa de Gobierno, muchos ciudadanos optaron por elegir a un movimiento que est¨¢ en contra de los pol¨ªticos. Por eso, al problema de la abstenci¨®n, se suma ahora este nuevo fen¨®meno. Muchos ciudadanos, tras acudir durante a?os a votar tap¨¢ndose la nariz, se dirigen ahora a las urnas para hacerle una peineta a la clase pol¨ªtica, hartos ya de estar hartos. La se?al de alarma es inequ¨ªvoca, pero ah¨ª siguen ellos, en su mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.