El fiscal pide acciones penales contra el abogado que defiende a los ultras
La acusaci¨®n reclama hasta 12 a?os para los neonazis que apalearon al mendigo El juez decano ve claros indicios de delito en sus declaraciones
A sus 90 a?os y despu¨¦s de 61 ejerciendo la profesi¨®n de abogado, ?ngel Pelluz puede ser procesado por sus sorprendentes declaraciones durante el juicio contra los cinco cabezas rapadas que agredieron a un indigente en Moncloa en agosto de 2009. La fiscal¨ªa pidi¨® ayer que se deduzca testimonio contra el letrado; es decir, que un juzgado de instrucci¨®n se haga cargo de estudiar si Pelluz cometi¨® un delito cuando dijo que la indigencia es una provocaci¨®n y que los mendigos no son ¡°personas humanas¡±.
El abogado hizo esas manifestaciones en el escrito de defensa de sus dos clientes, Iv¨¢n Lorente V¨¢zquez y Mar¨ªa Leticia Garc¨ªa Dur¨¢n. ¡°La vagancia no est¨¢ recogida en nuestra Carta Magna. La ocupaci¨®n de terreno p¨²blico por quien no se procura una existencia digna es causa de rechazo \[...\] La vagancia lleva a la repulsi¨®n¡±, se?al¨® Pelluz en el escrito.
Su texto y sus declaraciones a la prensa en las que se ratificaba en lo dicho se convirtieron a la postre en un alegato ultra que fue condenado por el juez decano de Madrid, Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez Armengol, y por el Colegio de Abogados. Gonz¨¢lez Armengol se?al¨® que el escrito contiene expresiones que pueden constituir ¡°clar¨ªsimamente¡± un delito de incitaci¨®n a la violencia. El Colegio de Abogados anunci¨® ayer que va a actuar de oficio contra Pelluz y que aplicar¨¢ estrictamente ¡°la normativa deontol¨®gica que regula la actuaci¨®n de los abogados, incluso el ejercicio del derecho de defensa de sus patrocinados y en el que no todo vale¡±.
De Zamora a Madrid
Rafael Santamar¨ªa, el hombre que recibi¨® los golpes de los cabezas rapadas mientras dorm¨ªa, dijo ayer que no recordaba nada de los hechos. Santamar¨ªa, que ahora tiene 35 a?os y que reside en Zamora, solo se acuerda de que despert¨® en el hospital y vio una cara conocida, un antiguo amigo, que le atendi¨®.
El perfil que dibuj¨® Santamar¨ªa de s¨ª mismo dista mucho de lo que ha sido el relato hasta ahora de los hechos. Seg¨²n ¨¦l, no era un indigente; hab¨ªa trabajado en varios oficios; hac¨ªa deporte. S¨ª parece, por los testimonios de los m¨¦dicos forenses que testificaron ayer, que hab¨ªa tenido problemas psicol¨®gicos anteriores a la agresi¨®n.
Seg¨²n lo dicho, por un problema personal viaj¨® de Zamora a Madrid y se encontr¨® sin dinero y sin lugar donde cobijarse. Por eso, trat¨® de dormir junto al fotomat¨®n de la calle del Arcipreste de Hita. Los m¨¦dicos dijeron que las secuelas que le dej¨® la agresi¨®n han transformado a¨²n m¨¢s su personalidad. Ayer le cost¨® hablar y seguir el hilo de su declaraci¨®n. ¡°No merezco lo que recib¨ª¡±, dijo. Y agradeci¨® a todas las personas lo que le han ayudado desde aquel d¨ªa.
Este peri¨®dico llam¨® ayer a Pelluz para que valorase la petici¨®n de la fiscal¨ªa. La persona que cogi¨® el tel¨¦fono dijo que Pelluz se hallaba indispuesto. El abogado ingresar¨¢ hoy en el hospital para tratarse un c¨¢ncer.
El protagonismo que se ha llevado estos d¨ªas el abogado nonagenario ha eclipsado en cierto modo el caso que se estaba tratando en la Audiencia Provincial. Ayer fue el ¨²ltimo d¨ªa del juicio y solo queda ya la lectura de la sentencia. Fiscal¨ªa, acusaci¨®n particular y acusaci¨®n popular pidieron ayer 12 a?os para dos de los acusados, Mykhaylo Tsyku y Javier Royo Blasco y 10 para Iv¨¢n Lorente V¨¢zquez y Mar¨ªa Leticia Garc¨ªa Dur¨¢n. El ¨²ltimo de los acusados, Enrique Sim¨®n, no ha comparecido y est¨¢ en busca y captura.
Los testimonios de quienes testificaron ayer sirvieron para configurar un relato de los hechos. El 23 de agosto de 2009, las cinco personas, de est¨¦tica neonazi, intentaron entrar en un local de la zona de Moncloa, El Chapandaz, a pocos metros de la calle del Arcipreste de Hita. Sobre las once de la noche, el portero del local, seg¨²n dijo ayer, les impidi¨® la entrada porque vio que algunos de ellos llevaban tatuajes y est¨¦tica de cabezas rapadas. En un segundo intento, sobre las tres de la madrugada, dos de los hombres se colaron en el bar. Hubo un altercado y un enfrentamiento con los porteros del bar. Tras dejar el lugar, pocos minutos despu¨¦s, el grupo se encontr¨® con un hombre durmiendo en el suelo en la calle del Arcipreste de Hita. Uno de ellos empez¨® a patearle la cabeza, mientras los otros jaleaban, seg¨²n dijo una chica que pasaba con su pareja en coche. Seg¨²n asegur¨®, el agresor era el m¨¢s alto de los tres. Eso coincide con la descripci¨®n de Mykhaylo Tsyku, llamado El Ruso o El Chino, aunque en realidad es ucranio.
La pareja no se baj¨® del coche por miedo a que les agredieran a ellos, pero s¨ª llam¨® al 112. La polic¨ªa acudi¨® a la zona. ¡°Me impact¨® el charco de sangre que hab¨ªa debajo de la cabeza de la v¨ªctima¡±, dijo uno de los agentes.
Los especialistas de la polic¨ªa en grupos de ultraderecha comenzaron la investigaci¨®n. Con las im¨¢genes de las c¨¢maras de El Chapandaz localizaron a uno de los j¨®venes, Javier Royo, con antecedentes penales y que estaba en tercer grado cumpliendo condena en Zaragoza por otra agresi¨®n. Viajaron hasta all¨ª y le detuvieron. Royo confes¨® que estaba presente aquel d¨ªa y culp¨® a El Ruso de la agresi¨®n. Ayer, muy nervioso, volvi¨® a decir lo mismo y destac¨® que ha hecho obras de caridad. ¡°Estaba en el lugar equivocado¡±, dijo. El Ruso neg¨® los hechos y dijo que pegar a un indigente le parec¨ªa un acto cobarde. Pero en aquella noche todos iban en el grupo que pate¨® a Rafael Santamar¨ªa mientras dorm¨ªa.
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