Oriol Pujol en el dique seco
Artur Mas necesita al PSC para que afloje el dogal con el que le aprietan Junqueras y Rajoy
Con Oriol Pujol en el dique seco sufre una baja importante el equipo que ha dirigido Converg¨¨ncia Democr¨¤tica (CDC) en los ¨²ltimos a?os. Es una p¨¦rdida muy relevante. Se trata del secretario general del principal partido catal¨¢n, el que gobierna casi todas las instituciones del pa¨ªs y detenta la m¨¢s numerosa representaci¨®n catalana en las Cortes.
Junto con David Mad¨ª, Francesc Homs, Germ¨¤ Gord¨® y Felip Puig, Oriol Pujol formaba el equipo que dirigi¨® la traves¨ªa del desierto de Artur Mas durante las dos legislaturas que estuvo en la oposici¨®n en el Parlamento catal¨¢n, de 2003 a 2010. El que le ha arropado en la delicada operaci¨®n de reconvertir al independentismo a una fuerza pol¨ªtica nacida como autonomista. Pertenecer a la dinast¨ªa Pujol aportaba ante los suyos un plus de autoridad a la hora de emprender este dif¨ªcil tr¨¢nsito. Su padre le tuvo en cargos de confianza y estaba claro que Oriol aspiraba a reeditar sus laureles.
Oriol Pujol ya era partidario de formar un mayor¨ªa de gobierno entre CiU y ERC en el relativamente lejano 1999, cuando su padre decidi¨® continuar la alianza con el PP solemnemente sellada en 1996 con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El v¨¢stago que aspiraba a delf¨ªn ha podido materializar en 2012 la apuesta estrat¨¦gica de unidad nacionalista que su padre rechaz¨®.
Tener al secretario general imputado en un proceso penal por tr¨¢fico de influencias es un mal trago para un partido. Si se trata del partido del Gobierno, peor todav¨ªa. Si adem¨¢s es una figura con ambiciones a medio plazo, como es el caso, su retirada puede obligar a replantear el futuro inmediato del liderazgo en el centro-derecha nacionalista. De momento, el propio Oriol Pujol y la c¨²pula de Converg¨¨ncia hacen como si no, como si solo se tratase de una pausa obligada hasta que la Justicia le libre de las acusaciones.
La eventualidad de un r¨¢pido retorno de Oriol Pujol a la primera l¨ªnea pol¨ªtica es harto problem¨¢tica
Pero el futuro est¨¢ por escribirse y, de momento, Oriol Pujol es un diputado bajo sospecha de haber incurrido en su partido y en su gobierno en las mismas pr¨¢cticas de colusi¨®n entre negocios p¨²blicos y privados que han llevado a numerosos altos dirigentes del PP de Madrid y Valencia ante los tribunales en las m¨²ltiples derivaciones de la trama G¨¹rtel. Las mismas que llevaron a los calabozos a F¨¦lix Millet, en el caso Palau. Y las que estos d¨ªas han puesto entre rejas a los protagonistas andaluces del esc¨¢ndalo de los ERE bajo gobierno regional del PSOE, por no repetir la lista de ex altos dirigentes de CiU que tambi¨¦n han debido v¨¦rselas con la Justicia por el mismo tipo de motivos.
De manera que la eventualidad de un r¨¢pido retorno de Oriol Pujol a la primera l¨ªnea pol¨ªtica es harto problem¨¢tica. ?Cu¨¢nto tiempo lleva tambi¨¦n en el dique seco el ex ministro y ex secretario general del PSOE, Jos¨¦ Blanco, justamente por los asuntos de los que deriv¨® la investigaci¨®n que ha provocado la imputaci¨®n de Oriol Pujol?
Mientras, el tablero pol¨ªtico catal¨¢n en el que ¨¦l jugaba se mueve. Tres meses despu¨¦s de que CiU y ERC firmaran el pacto de mayor¨ªa independentista, el que deb¨ªa culminar en un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n en 2014, el presidente Artur Mas pide ayuda al PSC. A un Pere Navarro que no deja de afirmar que no cuenten con ¨¦l para la independencia, y a¨²n as¨ª, le ofrece incluso entrar en el Gobierno catal¨¢n. Le necesita para aflojar el dogal que no dejan de apretarle, por un lado, el impaciente l¨ªder de los independentistas, Oriol Junqueras, y por el otro, un Mariano Rajoy que ha descubierto en las angustias recaudatorias de la Generalitat provocadas por la crisis econ¨®mica un eficaz freno para la hoja de ruta del soberanismo catal¨¢n.
Ya se oyen voces en el universo nacionalista que piden a Mas volver a puerto. No es s¨®lo la de Josep Antoni Duran Lleida, el portavoz de CiU en las Cortes que nunca ha ocultado su desacuerdo con la deriva independentista. No surgen solo en los medios patronales, convencidos de que la prioridad pol¨ªtica absoluta debiera ser la crisis econ¨®mica. Es tambi¨¦n en lo que era la zona templada del partido. La tendencia de las encuestas sobre intenci¨®n de voto ha provocado p¨¢nico. La intuici¨®n de que Artur Mas est¨¦ engordando al oso que ha de morder a CiU corroe la moral, inquieta. No es una zozobra, pero lo parece. Mas y Duran ya hablan de ¡°emergencia nacional¡±.
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