Las alucinaciones de Aurelia

Aur¨¦lia Thierr¨¦e es nieta de Charlot. Sus padres, Victoria Chaplin y Jean-Baptiste Thierr¨¦e, le pusieron un nombre en espa?ol que tambi¨¦n en franc¨¦s significa "de oro". Debut¨® al cumplir cuatro a?os, en El Circo Imaginario, el menor espect¨¢culo del mundo, circo alqu¨ªmico, en los tu¨¦tanos, sin animales ni artistas invitados: todo lo hac¨ªan entre mam¨¢, pap¨¢, ella, su hermanito James y una oca. En laboratorio semejante, aprendi¨® a fabricar sue?os. En 2003, mam¨¢ Victoria cre¨® para ella El oratorio de Aur¨¦lia,viaje al otro lado del espejo en pos de una mujer evanescente, que duerme desmembrada en los cajones de una c¨®moda.

En Murmurs, continuaci¨®n natural del Oratorio, Aur¨¦lia prosigue su huida. Primero, entre cajas de una mudanza indeseada, repletas de objetos que aparecen y desaparecen, como sus recuerdos, de los que no est¨¢ segura de querer desprenderse. Un joven, su pareja quiz¨¢, las saca de all¨ª de cuatro en cuatro, y el pl¨¢stico de embalar se convierte, ?zas!, en un monstruo que la abraza y la lame.

En un fogonazo, la escena se llena de viejos telones pintados con fachadas venecianas por cuyas cornisas Aur¨¦lia se escapa cual alma que lleva el diablo. Casas fantasmales, como las del N¨¢poles de De Filippo, se tragan a viandantes sin rostro. Un alcoh¨®lico le mete mano, la obliga a beber, la toma en sus brazos, pero no hay tal: Aur¨¦lia interpreta los dos papeles, se coge en brazos a s¨ª misma, nadie sabe c¨®mo, y, tras quedarse enganchada al atravesar una cortina, sale por la otra puerta, bilocada, dispuesta a socorrerse.

Murmurs (yuxtaposici¨®n de murmures, murmullos, y murs, muros), es un recital de ilusionismo, pautado con mano maestra por Victoria Chaplin y alucinantemente ejecutado por su hija, el acr¨®bata Magnus Jakobsson (que la rescata de un oc¨¦ano hecho con un mecanismo decimon¨®nico) y Jaime Mart¨ªnez, que baila con ella sobre el muro del callej¨®n de Don Gato y la pierde, enganchada en el m¨¢stil del bergant¨ªn de las 21.30. Este universo teatral, fraguado en ¨¦poca del abuelo Chaplin sobre la herencia que dejaron las comedias de magia y el th¨¦?tre de la foire, hoy sabe a in¨¦dito, de puro olvidado: lo cultivan esta familia, Philippe Genty y, por diferente v¨ªa y con otro apresto, los hermanos Forman.

Los personajes se deshacen dentro de sus ropas, reaparecen bajo una s¨¢bana vac¨ªa, como palomas de prestidigitador, o tendidos con la colada, y se transforman en un cruce entre lib¨¦lula y mantis que se devora a s¨ª misma hasta dejar vac¨ªo su exoesqueleto. Magritte, Daumier y Rousseau el aduanero se entrecruzan en la est¨¦tica de un espect¨¢culo como no hay otro. Cuando parece haber terminado ya, atenci¨®n, entre el humo y en penumbra, queda una sorpresa ¨²ltima. En el estreno, el p¨²blico aplaudi¨® a la troupe a rabiar.

MURMURS. Autora y directora: Victoria Thierr¨¦e Chaplin. Int¨¦rpretes: Aur¨¦lia Thierr¨¦e, Jaime Mart¨ªnez y Magnus Jakobsson. Teatros del Canal. Del 4 al 7 de abril.