Y despu¨¦s de Rita, ?qu¨¦?
En lugar de debates de guante blanco mejor ir¨ªa si la izquierda firmara mociones conjuntas
Valencians pel Canvi tiene previsto celebrar este mi¨¦rcoles una curiosa liturgia: un debate sobre el tema citado en el t¨ªtulo, debate al que invitar¨¢n a los primeros espadas de la oposici¨®n en el Ayuntamiento.
Aunque el t¨ªtulo del debate es sugerente, me suscita alguna reflexi¨®n que quiz¨¢ sea de utilidad. En primer lugar, el debate abunda en la conocida ecuaci¨®n Valencia=Rita que con tanto denuedo se ha ganado a pulso la susodicha hasta el punto de ser habitual la pregunta: ?Se imaginan ustedes una Valencia sin Rita? Por tanto, un refuerzo del mito poco saludable. En segundo lugar, aunque sea para animar a la parroquia, siempre es peligroso vender la piel del oso... Que tal evento se produzca o no es algo tan indeterminable como el propio futuro y depende, como muy bien sabe Leire Paj¨ªn, de los caprichos de la alineaci¨®n planetaria. Eso sin contar con la sabidur¨ªa adquirida en los documentales de La 2 sobre lo peligrosos que resultan los animales heridos y la diferencia entre tocado y hundido que ense?a el juego de los barquitos.
Quiz¨¢ el debate tenga tambi¨¦n como objetivo el forzar un acuerdo previo de la oposici¨®n, pero p¨¢nico le tienen a que les cuelguen el sambenito del tripartito porque nadie explica que para tripartito o cuatripartito el PP, en el que ¡°caben todos¡± desde la extrema derecha hasta el centro derecha. Por eso ganan. Seguramente en el debate propuesto cada uno expondr¨¢ su verdad y si alguien plantea el pacto ex-ante saldr¨¢n con la milonga de que el acuerdo ser¨¢ ex-post previo contraste de programas. Aunque todos sabemos que tal contraste suele limitarse al cant valenci¨¤ de l¡¯¨² i el dos. Es decir, t¨² vas de uno y yo de dos. Ya somos mayores.
Y si la ley d¡¯Hondt les castiga una vez m¨¢s (todo sea que se cuele UPyD y el empastre ser¨¢ morrocotudo), los paganos seremos los ciudadanos que no hemos votado al PP muchos a?os ha y que estamos algo m¨¢s que hartos. Porque, digo yo, que para ser de izquierdas ¡ªo t¨ªmidamente socialdem¨®crata si lo prefieren¡ª basta con coincidir en un sencillo quinteto: la cuna no tiene que ser determinante en la vida de las personas; el Estado debe intervenir regulando el mercado; la libertad es innegociable; la cultura es un derecho y, si es el caso, deben respetarse y fomentarse las lenguas y culturas minoritarias. ???Qu¨¦ dif¨ªcil parece resultar consensuar estos cinco puntos para aquellos que dicen ser nuestros representantes!!! Luce m¨¢s la pose de la diferencia que hacer caso al personal y ser consecuente con su creciente cabreo. Un alto cargo de la oposici¨®n de izquierdas en el Ayuntamiento de Valencia le espet¨® a un amigo m¨ªo: ¡°Oye... y t¨² que est¨¢s en la calle...¡± (!!!!!). Poco la pisan.
En lugar de plantearse debates de guante blanco de resultados previsibles y poco ilusionantes, mejor nos ir¨ªa a todos si firmaran conjuntamente cuantas mociones e interpelaciones fueran capaces de formular interpretando el sentir de los disconformes. ?Quieren temas? El urgente incremento de la participaci¨®n ciudadana; el fin de la pesadilla de El Cabanyal; el 50% del paro juvenil; la aton¨ªa de la base productiva; la extensi¨®n de la pobreza y de los ciudadanos de tercera, la revisi¨®n del magn¨ªfico PAI de El Grau ya aprobado; la prudencia en el Parque Central; la tomadura de pelo de la Ley de Dependencia; la peatonalizaci¨®n del centro hist¨®rico y la humanizaci¨®n del viario; el parque metropolitano de las riberas del Turia... ?Vale como bot¨®n de muestra?
Pasear es muy sano y hablar con la gente tambi¨¦n. Todos ¡ªincluido el PP¡ª aceptan que la democracia no es votar cada cuatro a?os pero nadie se moja y hace propuestas de revitalizaci¨®n m¨¢s all¨¢ de loables figuras de adheridos, simpatizantes, etc. Manifiestamente insuficiente. ?Debatimos o jugamos a debatir?
De todas formas, con la aviesa intenci¨®n de que tirios y troyanos no me arrojen a la hoguera de los aguafiestas (ya me sucedi¨® con la dichosa burbuja especulativa que ni exist¨ªa ni estallar¨ªa), el malevo me sugiri¨® que aportar mi granito de arena, en forma de programa de m¨ªnimos, podr¨ªa quiz¨¢ calmar los ¨¢nimos. Me da un cierto apuro decirlo pero la cosa no es tan complicada, aunque pasar a los hechos ¡ªen el caso de tener el poder¡ª es evidentemente, otro cantar. Juzguen si ser¨ªa muy disparatado ponerse de acuerdo en un dec¨¢logo como el que se expone a continuaci¨®n.
El dec¨¢logo empieza (y no es casualidad) por el lema de Clientes y copropietarios que no s¨²bditos, donde caben cuantas propuestas de mejora de la democracia tengan a bien sus se?or¨ªas introducir. El segundo bloque podr¨ªa llamarse Superar la crisis porque alguna vez habr¨¢ que salir del t¨²nel y rebajar el doloroso despilfarro del paro con pol¨ªticas de rehabilitaci¨®n de viviendas, un turismo urbano mucho mejor pensado y gestionado, un impulso real a la innovaci¨®n y cosas por el estilo. En tercer lugar, podr¨ªamos hablar de Sin ciudadanos de tercera para referirnos a barrios especialmente degradados y colectivos afectados por la dependencia y la pobreza. En Aprovechar las oportunidades de la ciudad construida, podr¨ªamos incluir la utilizaci¨®n de edificios y contenedores infrautilizados o sin uso, el uso ¡ªaunque sea provisional¡ª de tantos y tantos descampados que componen la no ciudad ¡ªaunque en el plan est¨¦ todo atado y bien atado¡ª y el impulso generalizado de estrategias de comboi como los huertos urbanos, la utilizaci¨®n de bajos para iniciativas de innovaci¨®n y mil y una posibilidades.
Siguiendo nuestro modesto dec¨¢logo le toca el turno a la Ciudad amable, en la que tiene cabida, entre otras cosas, la peatonalizaci¨®n del centro hist¨®rico, la humanizaci¨®n del viario, la v¨ªa verda, una promoci¨®n m¨¢s decidida y planificada del uso de la bici y una pol¨ªtica activa de conservaci¨®n de L¡¯Horta. En el bloque de Cooperaci¨®n supramunicipal, podemos plantear de una vez nuevas formas de gobierno metropolitano que buena falta nos hace para no seguir haciendo el rid¨ªculo, pues camino vamos de restaurar los derechos de puertas, el impuesto de consumos, los fielatos, el matute y la acu?aci¨®n de moneda en cada t¨¦rmino.
En Relaciones externas, podemos sacarle jugo a las relaciones con otras ciudades espa?olas y europeas. Hay que estar en el mapa pero para hacer algo. El octavo cap¨ªtulo ser¨ªa una corta lista de Proyectos estructurantes (el eje norte-sur del espacio litoral; la reformulaci¨®n del PAI de El Grau y del final del Turia; el parque metropolitano de las riberas del Turia; otra estrategia para que nuestros nietos gocen del Parque Central; la revitalizaci¨®n de las pedan¨ªas del sur...). Cultura e innovaci¨®n a discreci¨®n recoger¨ªa la necesaria revitalizaci¨®n cultural, la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica y el desarrollo de la Valencia 3.0 dejando que aflore la enorme creatividad existente sin necesidad de caer en la subvenci¨®n. Hay que quitar obst¨¢culos y apoyar selectivamente. Por ¨²ltimo, en Gesti¨®n eficiente estar¨ªa bien que nos preocup¨¢ramos por no ser la vanguardia de la deuda municipal sabiendo copiar de experiencias como las de Bilbao. Si, adem¨¢s, aplicamos t¨¦cnicas de gesti¨®n empresarial y mejoramos el rendimiento de los recursos humanos, todos felices.
Como puede comprobar el lector, nada espectacular ni excesivamente dif¨ªcil. (Peoras y mejoras a josep.sorribes@uv.es). Mejor que hablar de la Valencia post-Rita. La historia pondr¨¢ a cada uno en su sitio y el mito se desvanecer¨¢.
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