El decreto milagroso
A alguien se le ha ocurrido hacer algo distinto y encima desde una ¨®ptica de izquierdas
La progres¨ªa pol¨ªtica en este pa¨ªs estaba tan alica¨ªda que ha recibido con enorme alborozo el decreto ley sobre el Cumplimiento de la Funci¨®n Social de la Vivienda aprobado por la Junta. Y uno tiene la impresi¨®n de que la euforia no tiene tanto que ver con las medidas que incluye el decreto, sino con el hecho de que a alguien se le ha ocurrido hacer algo distinto y encima desde una ¨®ptica de izquierdas. La iniciativa ha tenido un efecto milagroso. De pronto el PSOE parece haber descubierto cosas que parec¨ªan olvidadas, por ejemplo, que era un partido de izquierdas. La portavoz del grupo socialista en el Congreso, Soraya Rodr¨ªguez, lleg¨® a decir tras su aprobaci¨®n que "los Gobiernos pueden cambiar la situaci¨®n de la gente". Y la n¨²mero dos del PSOE, Elena Valenciano, se sum¨® a la alegr¨ªa con una frase definitiva: "Si aqu¨ª no hay izquierda, que baje Dios y lo vea". "Orgulloso" se confes¨® el secretario general del PCE, Jos¨¦ Luis Centella, del decreto salido de la Consejer¨ªa de Fomento que dirige su compa?era Elena Cort¨¦s (IU).
Desde el d¨ªa que firmaron el pacto de gobierno no hab¨ªan vivido unos momentos m¨¢s felices los socios de Gobierno en Andaluc¨ªa. Por primera vez han acaparado las portadas de los medios de comunicaci¨®n y no ha sido por los ERE. Hasta ayer mismo la legislatura en Andaluc¨ªa se iba desarrollando sin grandes novedades. No hab¨ªa demasiados se?ales de la incorporaci¨®n de IU a las tres d¨¦cadas de gobiernos socialistas. Todo segu¨ªa igual, aunque con las complicaciones de cuando no se tiene un duro, los recortes de tapadillo y culpando de todos los males al Gobierno de Rajoy. Lo normal, en estos tiempos de crisis.
PSOE e IU segu¨ªan gobernando tirando de los cl¨¢sicos: un pacto por la Agricultura, otro por el Turismo, el siguiente por el Empleo y el ¨²ltimo, este jueves, por la Cultura. Y as¨ª uno tras otro a la espera de la madre de todos los pactos: el pacto por Andaluc¨ªa, cuyo tr¨¢nsito por la pol¨ªtica andaluza no est¨¢ alcanzando esta vez los alardes tipogr¨¢ficos de otras iniciativas anteriores, a pesar de toda la trompeter¨ªa oficial en torno a sus bondades. Por eso, el principal efecto del decreto de la vivienda es que ha cambiado el cansino paso del bipartito. Claro que el decreto es efectista, incluso de dif¨ªcil aplicaci¨®n pr¨¢ctica, pero ha servido para meter un frente ideol¨®gico al mantra de los recortes, la austeridad y las ayudas a la banca. Esas medidas que est¨¢n descosiendo los pespuntes del Estado de Bienestar. Si vivi¨¦ramos en una sociedad donde la actualidad sobre las cosas importantes durar¨¢ m¨¢s de cinco minutos, a¨²n estar¨ªamos hablando sobre el informe elaborado por C¨¢ritas sobre los efectos que est¨¢ teniendo la crisis econ¨®mica en Andaluc¨ªa.
Bajo el t¨ªtulo Pobreza y privaci¨®n en Andaluc¨ªa y Espa?a: el impacto de la recesi¨®n, esta radiograf¨ªa sobre la comunidad advierte de una situaci¨®n ya dram¨¢tica: tres de cada diez familias andaluzas viven bajo el umbral de la pobreza. La crisis est¨¢ provocando privaciones que afectan ya a muchos hogares. Casi un 6% de las familias andaluzas no pueden permitirse una comida caliente de carne o pescado cada dos d¨ªas; en el 24% de las casas hay goteras, humedades y podredumbre; el 48% de los hogares de Andaluc¨ªa no puede afrontar gastos imprevistos y un 17% llega a final de mes con mucha dificultad.
Estos datos deber¨ªan servir para sacudir y espolear un pacto de legislatura en Andaluc¨ªa que lleva un a?o tapando agujeros presupuestarios y echando balones fuera. La sociedad andaluza se est¨¢ desangrando con m¨¢s de un mill¨®n de parados y la pobreza se cuela ya por las rendijas que se le est¨¢ abriendo al Estado de Bienestar. El decreto para hacer frente a los desahucios puede tener un efecto milagroso. No soluciona los desahucios, pero encuentra una salida a la situaci¨®n de melancol¨ªa que est¨¢ viviendo la izquierda en Espa?a: el descubrimiento que hay alternativas al pensamiento econ¨®mico ¨²nico.
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