El juez cita a Carca?o para que explique la nueva versi¨®n del asesinato de Marta

Otra nueva versi¨®n del crimen. Otro actor principal. Otro lugar para buscar el cad¨¢ver. Cuatro a?os despu¨¦s, el caso Marta parece condenado a c¨ªclicos sobresaltos que no permiten cerrar la investigaci¨®n y saber c¨®mo muri¨® en 2009 la menor sevillana Marta del Castillo, y qu¨¦ pas¨® exactamente.

El asesino de la chica, Miguel Carca?o, ha ofrecido a la polic¨ªa desde la c¨¢rcel su s¨¦ptimo relato sobre el crimen. Esta vez el argumento ha cambiado de manera radical, y con matices llamativos pero de dudosa consistencia, dispara contra su hermano, Javier Delgado. Despu¨¦s de varias confesiones, ahora Carca?o se exculpa y acusa a su hermano de haber matado a Marta: ambos hermanos comenzaron una discusi¨®n por un asunto de dinero, y cuando la ri?a subi¨® de tono, la menor intervino para apaciguar los ¨¢nimos. En un momento de ira, Delgado atac¨® a Marta y le dio un culatazo con su arma corta. Luego ambos hermanos trasladaron el cuerpo de Marta hasta una finca en La Rinconada y all¨ª la enterraron.

Esta ¨²ltima versi¨®n del crimen llega tras haber contado Carca?o c¨®mo lanz¨® a la chica al r¨ªo Guadalquivir junto a sus amigos Javier Garc¨ªa El Cuco y Samuel Ben¨ªtez, c¨®mo la llevaron a un vertedero, c¨®mo la violaron El Cuco y ¨¦l por separado, y c¨®mo la mat¨® de un golpe certero con un cenicero. Y entre medias, incontables contradicciones y s¨²plicas por parte de polic¨ªas, abogados y juez para que Carca?o dijera la verdad y Marta pudiera ser enterrada. Todo en vano.

?Hay pruebas concluyentes para otorgar mayor credibilidad a la ¨²ltima versi¨®n? La polic¨ªa es cauta al respecto, pero no ha tenido m¨¢s remedio que realizar las diligencias oportunas, ya que hay una persona que acusa a otra de un crimen, y no es su funci¨®n determinar si esta miente o no. Los agentes han enviado al juez Francisco de As¨ªs Molina, instructor inicial del caso ya con sentencia firme del Tribunal Supremo, las declaraciones de Carca?o y la imputaci¨®n por homicidio de su hermano.

Tras recibir el informe, el magistrado citar¨¢ en breve al asesino encarcelado como testigo para que acuda a ratificar su ¨²ltima versi¨®n contada ante la polic¨ªa, y luego Delgado acudir¨¢ previsiblemente para ofrecer su cr¨®nica de lo que pas¨® la noche del 24 de enero de 2009. El juez decidir¨¢ entonces si hay elementos para iniciar una acusaci¨®n s¨®lida contra el hermano mayor de Carca?o y reabrir el caso al margen de la pieza separada que permanec¨ªa abierta para localizar los restos del cad¨¢ver de Marta.

El pasado jueves Delgado, ex vigilante de seguridad, acudi¨® a la Jefatura Superior de Sevilla en calidad de imputado, aunque se neg¨® a declarar y los agentes del Grupo de Menores de la polic¨ªa no le explicaron los detalles que le implican, seg¨²n su abogado, Jos¨¦ Manuel Carri¨®n.

Con este nuevo relato, el asesino ha excusado asimismo a sus antiguos amigos de pandilla, El Cuco y Ben¨ªtez, de haber participado en la muerte de Marta. El primero fue condenado por encubrimiento y ya cumpli¨® su condena, y el segundo fue procesado y declarado inocente, aunque est¨¢ pendiente que la Audiencia de Sevilla redacte una nueva sentencia para aclarar su papel en el crimen, tal y como orden¨® el Supremo.

Mientras, durante los ¨²ltimos cuatro a?os la polic¨ªa ha seguido las pocas pistas certeras para hallar los restos de la joven sevillana. Los investigadores se han trasladado a cientos de localizaciones, hasta que los dos ¨²ltimos relatos de Carca?o hicieron que este acompa?ara a la polic¨ªa hasta una zona cercana a La Rinconada, a las afueras de Sevilla. All¨ª el pasado invierno los agentes han rastreado seis fincas incluso con excavadoras, para poder delimitar con cierta certeza si los restos de Marta se encontrar¨ªan all¨ª enterrados. De momento, sin resultado alguno.