Botella deja sin gastar uno de cada cinco euros asignados a los servicios sociales
Elimin¨® 82 de 395 millones presupuestados con ajustes y recortes 'encubiertos'
Imagine que se est¨¢ preparando para salir al mercado a hacer la compra, como todos los meses, con un billete de 50 euros en la cartera. En la puerta, sin embargo, se lo piensa dos veces y al final deja 15 euros en casa para no gastar demasiado. Eso es un recorte presupuestario. Ahorra dinero, pero a costa de tener menos comida en la nevera. Ahora, imagine que vuelve del mercado con 10 euros sin gastar. Eso tambi¨¦n es un recorte. Sumado al anterior, se traduce en que usted se ha ahorrado la mitad del dinero que pensaba gastarse. Y, claro, su nevera est¨¢ la mitad de llena de lo que planeaba cuando decidi¨® salir a hacer la compra.
El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por Ana Botella (PP), aprob¨® un presupuesto de 4.820 millones de euros para 2012. En primavera, recort¨® 274 millones. Y, a final de a?o, sum¨® otro ajuste encubierto, de 223 millones, el dinero que se dej¨® sin gastar en servicios a los ciudadanos. En total, 497 millones de recortes menos. "Con ese dinero se podr¨ªan haber hecho much¨ªsimas cosas. O no se lo ha gastado de forma premeditada, o por incapacidad", denuncia el portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky.
Los recortes afectaron a todas las ¨¢reas. En inversiones, se gastaron seis de cada 10 euros presupuestados. En ayuda a parados o vivienda protegida, siete de 10.
En Asuntos Sociales, el presupuesto municipal destinaba 486 millones. El gasto final se qued¨® en 395 millones. El plan de ajuste elimin¨® solo 28 millones (de los que una tercera parte correspond¨ªan a gastos de personal). Botella presumi¨® de lo limitado del recorte, pero no explic¨® el otro ajuste en la sombra: 54 millones que se dejaron sin gastar. En total, el tijeretazo ascendi¨® a 82 millones, es decir, un 21% del presupuesto. Uno de cada cinco euros prometidos no se lleg¨® a gastar.
"Tenemos el compromiso de mantener los servicios, no de ampliarlos", aduce el ¨¢rea de Asuntos Sociales para explicar por qu¨¦ no gast¨® ese dinero. Falta habr¨ªa hecho, puesto que el mes pasado se ampli¨®, por ejemplo, el n¨²mero de beneficiarios del servicio de ayuda a domicilio: unos 600 m¨¢s, hasta superar los 46.000. El ¨ªndice de cobertura es del 7,3%, por encima de la media nacional (4,4%). Este programa, cuyo presupuesto asciende a 137 millones, sali¨® indemne del ajuste en primavera. Pero sufri¨® un importante recorte por la v¨ªa de no gastar el dinero previsto. En total, se dejaron sin tocar 26 millones, casi uno de cada cinco euros previstos. En el distrito de Retiro, el recorte super¨® el 30%. En Tetu¨¢n, Ciudad Lineal, Barajas y Villa de Vallecas, rebas¨® el 25%.
El ¨¢rea de Asuntos Sociales explica que su presupuesto cuenta con un margen de flexibilidad para poder atender a usuarios en caso de necesidad. Cifra ese colch¨®n en unos 15 millones, pero no explica por qu¨¦ se dejaron sin tocar entonces otros 11 millones hasta llegar a 26 no ejecutados, m¨¢xime habiendo lista de espera.
Los recortes encubiertos afectan a todos los programas sociales. En el programa de Familia, Infancia y Voluntariado, el ajuste redujo en cinco millones un presupuesto de 36; adem¨¢s, se dejaron sin gastar otros cuatro. En Inclusi¨®n Social (ayuda, por ejemplo, a las personas sin hogar), el ajuste redujo en tres millones un presupuesto de 60; se dejaron de gastar otros cinco. En Igualdad, el ajuste fue de siete de sus 15 millones; se dejaron sin gastar otros dos. En Atenci¨®n a Personas Mayores, el ajuste fue de siete millones sobre un total de 189; se dejaron de gastar otros 32.
Botella saca pecho por los servicios sociales madrile?os: la teleasistencia atiende a 133.000 mayores, con un nivel de cobertura del 21% (la media nacional es del 8,4%). La capital tiene la mayor red de centros de d¨ªa (4.600 plazas); servicios de comida (2.200 beneficiarios) y lavander¨ªa (350) a domicilio; apoyo a cuidadores (760); y atenci¨®n a mayores vulnerables (680).
Lissavetzky insiste en la necesidad de proteger esa red de los recortes, algo que en su opini¨®n no est¨¢ haciendo la alcaldesa: "Es grave privar de derechos, reducir prestaciones y ayudas, o deteriorar servicios municipales. Recortes por un lado, recortes por otro. Unos los cuentan, otros los ocultan, pero nadie sale beneficiado y todos salimos perdiendo".
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