Una parodia muy seria
Matt Everett y su banda, los Eels, filtra con su sentido del humor su propia experiencia art¨ªstica
Al margen de la estupidez, dos cosas hay que nos diferencian del resto del reino animal: la obesidad y el sentido del humor. La primera es fruto de nuestras tensiones econ¨®micas, personales, educativas o fisiol¨®gicas; la segunda es el ant¨ªdoto para todas ellas. Matt Everett, un hombre que ha desconocido lo que es el cari?o paternal, tiene un acentuado sentido del humor que gu¨ªa casi todo lo que hace hasta el extremo que parece hacerlo, simplemente, porque tiene sentido del humor. Nada m¨¢s lejos de la realidad: Matt Everett filtra con su sentido del humor su propia experiencia art¨ªstica, a la que rebaja el octanaje para hacerla m¨¢s humana, sencilla y menos trascendente. Imposible rendirse ante tanta inteligencia.
EELS
BARTS, Barcelona
27 de abril de 2013
Todos los m¨²sicos uniformados de pies a cabeza con ch¨¢ndales Adidas perfil DDR; todos con gafas de sol, como mandan los c¨¢nones del estrellato; todos en un escenario con fondo plano donde se proyectan solo colores, como los anteriores a que Eurovisi¨®n fuese un espect¨¢culo de nuevos ricos; todos movi¨¦ndose como lo hacen aquellos m¨²sicos que creen que mover la cabeza hace m¨¢s convincente su mensaje¡ todo parodia. Parodia en el solo de guitarra de Oh well de los Fleetwood Mac, con esa gestualidad de Steve Vai y Lenny Kravitz juntos; parodia del propio rock, m¨²sica antigua por antonomasia, servida aqu¨ª con voz arenosa y aire de Ignatius J Reilly¡ parodia en suma que sirvi¨® para presentar con humildad distante algo, el rock, el blues, el pop, que se sabe ya lo dijo todo hace mucho tiempo. Como esos hits propios que Matt olvida tocar siempre, aburrido de las dependencias.
Eso hace distinto a Eels de los dem¨¢s grupos, casi todos ellos tan convencidos de estar proponiendo algo singular, un hecho trascendente en s¨ª mismo. Nada de eso respira Everett con su banda, que por supuesto no se toma a broma sonar bien. Con un repertorio que no se repite en cada concierto, aqu¨ª sonaron, entre otras, Prizefighter, Kinda fuzzy, Peach blossom, I¡¯m your brave little soldier, Fresh blood, quiz¨¢s solo se echaron en falta m¨¢s baladas, aunque eso es siempre cuesti¨®n de gustos. Lo central es que Matt Everett hizo rock y no quiso salvar la vida al p¨²blico que agot¨® las entradas en Barts. El rock, como la vida misma, no deja de ser una broma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.