?Habr¨¢ pol¨ªticas sociales en ?taca?
El Ejecutivo de CiU ha silenciado hasta el momento los nueve informes elaborados por su Consejo Asesor de Pol¨ªticas Sociales
Artur Mas se f¨ªa mucho de sus asesores en materia econ¨®mica. El 25 de marzo de 2011 convoc¨® una cumbre de partidos y organizaciones sociales para abordar las l¨ªneas maestras esbozadas en un documento del Consejo Asesor para la Recuperaci¨®n Econ¨®mica y el Crecimiento (Carec). El texto propon¨ªa, entre otras muchas cosas, el copago en sanidad, educaci¨®n y justicia, contrato ¨²nico y flexibilizaci¨®n en el impuesto de sociedades. El Gobierno catal¨¢n mantuvo la m¨²sica de fondo, pero reelabor¨® el informe, lim¨® sus aristas m¨¢s liberales y para darle un barniz de preocupaci¨®n social se vio obligado a incluir un punto ¡ªantes inexistente¡ª que instaba a apoyar a la poblaci¨®n m¨¢s afectada por la crisis. Y es que la ciudadan¨ªa m¨¢s baqueteada era la gran olvidada y al tiempo la te¨®rica gran beneficiaria de esas medidas supuestamente encaminadas a mejorarle la vida.
La entronizaci¨®n de la Carec lleg¨® en ¨¦pocas en que desde la c¨²pula de CiU se predicaba la austeridad de nuevo cu?o: todos hab¨ªamos vivido por encima de nuestras posibilidades y hab¨ªa que poner en vereda a tanto amante del libre albedr¨ªo. Embridar el d¨¦ficit y apoyar la reforma laboral eran el gran horizonte socioecon¨®mico del momento. El ?penitenciagite! (?haced penitencia!) de los herejes dulcinistas, que viv¨ªan en pobreza extrema, estaba en el coraz¨®n de la ortodoxia, era el centro del orden del d¨ªa. Hab¨ªa que castigar el cuerpo para salvar el alma. La Carec, en medio del desorden moral anterior, emerg¨ªa como un s¨®lido or¨¢culo al que acud¨ªa asiduamente el Gobierno de Artur Mas. De esa sinton¨ªa da cuenta el hecho de que sus informes siempre han sido inmediatamente publicitados. Y, adem¨¢s, los documentos han coincidido con las ideas fuerza trabajadas por Converg¨¨ncia i Uni¨®: ah¨ª est¨¢ el oportuno an¨¢lisis sobre la necesidad del pacto fiscal, texto aparecido en mayo de 2012, en un periodo en que esa nueva financiaci¨®n nonata era el gran vector estrat¨¦gico del soberanismo convergente.
Si los consejos del or¨¢culo de la Carec han sido siempre apreciados por el Ejecutivo de Artur Mas, no sucede lo mismo con el Consejo Asesor de Pol¨ªticas Sociales y Familiares, que se ha comportado con CiU con la fidelidad con la que Casandra advirti¨® a los troyanos sobre la cat¨¢strofe que se avecinaba.
Esta semana la presidenta de la entidad, Teresa Crespo, acus¨® en sede parlamentaria al Ejecutivo de CiU de silenciar hasta el momento los nueve informes que ha elaborado el organismo. No est¨¢n ni colgados en la web del consejo y en muchas ocasiones, el Gobierno catal¨¢n no les ha remitido ni el cort¨¦s y a la vez cl¨¢sico acuse de recibo. Parece que los informes de este consejo contin¨²an in¨¦ditos porque no gustan en CiU.
Como si el s¨ªndrome de la reina de corazones de Alicia hubiera hecho mella en la c¨²pula del Gobierno, el Ejecutivo parece haberse apuntado al ¡°que le corten la cabeza¡±, cuando se siente m¨ªnimamente cuestionado o algo no es coincidente con su hoja de ruta.
Teresa Crespo dijo ante la comisi¨®n parlamentaria que Artur Mas solo ha asistido ¡°a una reuni¨®n¡± del organismo consultivo que ella preside y que ha sido tan poco consultado porque ¡°al presidente solo le preocupan los consejos asesores en materias econ¨®micas¡±.
A ?taca se puede viajar con alforjas repletas de buenas nuevas liberales, pero no con las bodegas llenas de radiograf¨ªas negativas de nuestra sociedad, como si del barco de Nosferatu se tratara. O sea, no hay cabida para los informes sobre la inmigraci¨®n, la pobreza infantil o la situaci¨®n sociosanitaria de la ciudadan¨ªa, como los que han elaborado los expertos del consejo asesor en pol¨ªticas sociales. Pero no hay que indignar al timonel, que convencido explica: ?para qu¨¦ preocuparse por esas miserias cuando nos aguardan cor¨¢nicas fuentes perfumadas con alcanfor y jengibre, r¨ªos de leche y miel, frutas deliciosas de todas las estaciones sin espinas y pabellones llenos de hur¨ªes? As¨ª es casi seguro que en ?taca, en cuanto hayamos devuelto la deuda, no har¨¢n falta incordiantes pol¨ªticas sociales.
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