Un liderazgo muy s¨®lido
Ya sea aduciendo peregrinas desavenencias o sacando a relucir el deformado esperpento del tripartito, las hostilidades contra Comprom¨ªs no cesar¨¢n
Una de las sorpresas que depararon las elecciones auton¨®micas y municipales de mayo de 2011 fue el resultado obtenido por la Coalici¨® Comprom¨ªs, que con tan modestas expectativas concurr¨ªa. El distinto perfil pol¨ªtico de los coaligados y los infelices precedentes de otros pactos autorizaban el pesimismo. Sin embargo, una vez convertida en la tercera fuerza pol¨ªtica valenciana, este proyecto no hizo otra cosa que vertebrarse y crecer debido b¨¢sicamente al com¨²n inter¨¦s de los socios principales, el Bloc e Iniciativa. El primero se sacud¨ªa la imagen de partido que navegaba bajo pabell¨®n de conveniencia, una especia de yenka estrat¨¦gica, y el segundo fortalec¨ªa con tal asociaci¨®n su m¨²sculo partidario. El trabajo en las instituciones, en las Corporaciones y en la calle, as¨ª como la coherencia de sus pronunciamientos, ha contribuido a su consolidaci¨®n.
No es, pues, extra?o que, a partir de este ¨¦xito, confirmado adem¨¢s por los muestreos demosc¨®picos que se conocen, la coalici¨®n venga siendo objeto de un hostigamiento medi¨¢tico por parte de la prensa menos liberal, que es casi toda. Ladran, luego caminamos, pueden decir los coaligados. El asunto no merecer¨ªa la menor consideraci¨®n de no ser por el empe?o de algunos comentaristas en se?alar una pugna por el liderazgo entre el actual portavoz parlamentario de la coalici¨®n, decimos de Enric Morera, y M¨°nica Oltra, su adjunta en esa tarea. Se trata, obviamente, de un embolado basado en suposiciones desestabilizadoras alentadas por el silencio y la discreci¨®n de los dichos dirigentes, unidos por v¨ªnculos m¨¢s cordiales que partidarios. Bastar¨ªa divulgar la carta sobre la salud y futuro de este proyecto que el mentado s¨ªndico ha dirigido a su militancia para diluir toda sospecha de confrontaci¨®n, y menos a¨²n personal.
Tambi¨¦n podr¨ªa acontecer que por causas imprevisibles esta propuesta pol¨ªtica se fuese a hacer g¨¢rgaras. No ser¨ªa la primera frustraci¨®n que hiere a la izquierda, tenaz ¨¦mula de S¨ªsifo de tanto recomponer una y otra vez proyectos de cooperaci¨®n o convergencia que le estallan en las manos. En esta ocasi¨®n, el despago se agravar¨ªa por la oportunidad que se malversaba, pues en pocas ocasiones, o en ninguna desde que la derecha se?orea el Gobierno valenciano, la alternativa progresista ha estado tan al alcance de la mano ni mejor dotada de discurso y recursos humanos. A este respecto y en lo que a esta coalici¨®n que glosamos incumbe, raramente podr¨¢ darse un liderazgo m¨¢s carism¨¢tico y medi¨¢tico como es el de la citada portavoz parlamentaria, M¨°nica, un aut¨¦ntico venero de credibilidad que ser¨ªa calamitoso no exprimir en la lucha ¡ªobviamente democr¨¢tica¡ª por el desalojo de la ladronera (con las justas excepciones, claro) que nos ha gobernado, pues ahora permanece casi inactiva por falta de medios materiales, imaginaci¨®n y programa.
Ya sea aduciendo peregrinas desavenencias o sacando a relucir el deformado esperpento del tripartito, las hostilidades contra Comprom¨ªs no cesar¨¢n, y no siempre proceder¨¢n del frente conservador o de los polit¨®logos afines. Estos d¨ªas, el senador socialista y molt honorable Joan Lerma tambi¨¦n ha dejado caer su peque?a maldad al declarar que desconoce el programa de esta formaci¨®n. Por lo visto, anda despegado de cuanto acontece por estos pagos. Y se equivoca, porque si su partido quiere volver a gobernar la Generalitat, necesitar¨¢ a estos socios. De no ser, claro, que prefiera otras alianzas.
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