El hombre del malet¨ªn y un silencio roto
Una trama de UM al romperse la ¡®omert¨¤¡¯, la convenci¨®n clandestina de silencio, respeto y miedo, alrededor de un soborno de 4 millones
Dos hombres que no se hab¨ªan visto nunca la cara y que apenas cruzaron palabra se pasaron cuatro millones de euros. Sucedi¨® en dos citas en lugares p¨²blicos de Mallorca. El capital sucio era la tarifa establecida en un comercio ilegal de corrupci¨®n.
?La revelaci¨®n del episodio entre desconocidos alza el velo de la clandestinidad. Rompe la omert¨¤, la convenci¨®n mafiosa de silencio, respeto y miedo. La delincuencia pol¨ªtica aflora con los datos un negocio ilegal.
El caso es hist¨®rico, con el relato judicial por la v¨ªa de la confesi¨®n de uno de los protagonistas, el pagador. Un potentado millonario barcelon¨¦s que, con 80 a?os, ha asumido que pasar¨¢ por la c¨¢rcel, seguramente.
Rom¨¢n Sanahuja Pons explic¨® que uno de sus hijos viaj¨® en jet privado de Barcelona a Mallorca en dos ocasiones para los pagos. Otra voz, secundaria, se escuch¨® desde la otra parte contratante, la que tom¨® el dinero exigido.
Tomeu Vicens, de UM, tres a?os preso, estall¨® con su confesi¨®n, antes que Sanahuja. Dio cuenta del soborno y de su reparto, dos millones a UM y el resto, a pol¨ªticos como ¨¦l corruptos: Miquel Nadal y Maria Ant¨°nia Munar. Vicens forz¨® el ¡°He sido yo¡± de Sanahuja. Todos, en el banquillo v¨ªctimas de fuego amigo.
Miquel Nadal y Maria Ant¨°nia Munar, delatados por Tomeu Vicens y el ¡°he sido yo¡± de Sanahuja
En dos bares de Mallorca, a lo largo del a?o 2005, se consum¨® el soborno. Dos millones de paga y se?al y otros dos al aprobarse la venta manipulada de un solar p¨²blico de can Domenge por 30 millones, la mitad del precio.
El hijo del potentado y el recaudador enviado por UM se reconocieron por la descripci¨®n previa cruzada entre Barcelona y Palma. Eran emisarios de suma confianza de los protagonistas de la historia.
El instante, el pase de maletines, es lac¨®nico, sobran explicaciones. El precio siempre est¨¢ hecho. Bast¨® una cita, un lugar, dos descripciones f¨ªsicas y una doble frase en di¨¢logo.
¡ªVengo de parte de¡
El supuesto emisario de UM Miquel Llin¨¤s ¡®Cameta¡¯ de Campos, escrutado por Fiscal¨ªa
Un don nadie actu¨® de figura clave, en la sombra, en la cadena de hechos necesarios en los que se consuma la corrupci¨®n pol¨ªtica. Es el cobrador de las comisiones, que ingres¨® en el banco en 14 cuentas la d¨¢diva para blanquearla. Con tanto caudal, coloc¨®, a la antigua, a dos hijos en una caja de ahorros evaporada. Uno perdi¨® el empleo.
En Campos, con legendario tr¨¢fico dinerario, se cita un caso con tres d¨¢divas repetidas por un mismo proyecto urban¨ªstico. All¨ª la fiscal¨ªa investiga al supuesto emisario de UM, Miquel Llin¨¢s Valls, como el eventual receptor de los maletines de Sanahuja. Falta por puntuar los movimientos de dispersi¨®n de los fondos y la flota de cochazos.
El supuesto recaudador Llin¨¢s, hasta ahora desconocido, es En Cameta, estatus local, mercader de terrenos y constructor, promotor de UM y del edil local Guillem Ginard, Pelliseta. A sus agasajos en sus fincas de Es Revellar i can Coronell acud¨ªa Na Munar. ?l fue el mu?idor del pacto que hizo alcalde a Ti¨¤ Sagreras Peixet hijo, otro poder del PP.
Un cobrador, ignoto, se dedica a recibir en nombre de otros los pagos exigidos por quienes, con escr¨²pulo, evitan tocar en caliente el soborno, mancharse con el cobro del precio privado que altera o engrasa una acto de la autoridad.
La fuga de informaci¨®n comienza por el manejo de billetes de 500 euros. En los excesos. Pas¨® con la mujer de Jaume Matas y con la de Tomeu Vicens. La esposa de un corrupto pag¨® con ese papel moneda los neum¨¢ticos y el car¨ªsimo cric autom¨¢tico de su jeep familiar en el peque?o taller de Palma donde revisa sus coches de colecci¨®n el juez implacable y conservador que investig¨® un tramo del esc¨¢ndalo.
En el mismo entorno, la primera referencia sobre un portador ¡ªsecundario¡ª de maletines entre sigilos data de los a?os 80. El hombre de piel mellada, de actor de serie B, de la pol¨ªtica pas¨® a la econom¨ªa privada: penetr¨® de jefe en la constructora a la que orde?¨® en comisiones por las concesiones p¨²blicas. Y ascendi¨® a la presidencia del comit¨¦ de garant¨ªas de su partido.
Al final, atropellado, se fug¨® de Mallorca, denunciado por estafa por un grupo de clientes v¨ªctimas a los que prometi¨® negocios fastuosos por inversiones en el extranjero. A?os despu¨¦s fue detenido en Madrid y acab¨® en la c¨¢rcel por delincuencia com¨²n.
En su estreno en negocios sucios, dio un sablazo a un anciano pintor que don¨® treinta cuadros a Baleares donde ¨¦l era autoridad. Se qued¨® con una obra y exigi¨® pagar otra a mitad de precio. La mordida, el sistema.
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