El TSJA confirma las penas por el intento de soborno en Mercasevilla
El alto tribunal estima que el exdelegado Rivas y dos exdirectivos chantajearon a dos empresarios
El caso Mercasevilla tiene m¨¢s cuerpo desde este jueves. La primera de las tres v¨ªas de esta causa, el intento de soborno de dos exdirectivos y un antiguo alto cargo de la Junta, avanz¨® su pen¨²ltimo paso antes de que el Tribunal Supremo lo convierta en definitivo. Ese avance decisivo fue la ratificaci¨®n por parte del Tribunal Superior de Justicia (TSJA) de la condena de la Audiencia de Sevilla tras un juicio por jurado el pasado oto?o, una decisi¨®n que supone un espaldarazo a la tesis original de la juez Mercedes Alaya, instructora del asunto. A los condenados solo les queda ahora recurrir en casaci¨®n al Supremo.
El exdelegado de Empleo en Sevilla Antonio Rivas y los exdirectivos de la empresa p¨²blica Mercasevilla Fernando Mellet y Daniel Ponce se confabularon para pedir un soborno de 450.000 euros a dos empresarios de La Raza para otorgarles la concesi¨®n de una escuela de hosteler¨ªa, a cambio de olvidar en un despacho un malet¨ªn con el dinero. Este relato sobre la corrupci¨®n pol¨ªtica en la capital andaluza ha sido ratificado este jueves por tres jueces del TSJA, que a pesar de las dudas jur¨ªdicas y de reconocer ¡°la debilidad de las pruebas¡± en contra de Rivas, le condena junto a los dos exdirectivos.
La sentencia ratifica la multa previa de 600.000 euros y la inhabilitaci¨®n
¡°Consideramos que la presunci¨®n de que el Sr. Rivas se puso de acuerdo, al menos, el Sr. Mellet, para solicitar la d¨¢diva, permite superar el test de suficiencia de la prueba indiciaria¡±, refleja el fallo del alto tribunal sobre la condena por cohecho. Los magistrados estiman que hay indicios suficientes y ratifican la primera sentencia de la Audiencia, por 21 meses de inhabilitaci¨®n y 600.000 euros de multa para cada acusado.
Tras sondear los directivos a los empresarios y cuando estos comprobaron las intenciones de los responsables de Mercasevilla de chantajearles, los empresarios grabaron las reuniones posteriores. Las voces de los directivos han sido un argumento decisivo para su condena por cohecho y descartar la estafa en grado de tentativa. ¡°O¨ªda la grabaci¨®n por la Sala (...) Ponce y Mellet llevan la iniciativa en la conversaci¨®n en la que resplandece la solicitud de una d¨¢diva¡±, subraya el fallo.
La duda fundamental suscitada durante el juicio por jurado es si la implicaci¨®n de Rivas en la petici¨®n de soborno por parte de Mellet, sumada a la corroboraci¨®n de Ponce, bastaba para su condena. La sentencia lo explica: ¡°No se aprecian razones l¨®gicas para que el Sr. Mellet inventase la implicaci¨®n de una persona con quien tiene buena relaci¨®n personal, lo que apunta a la veracidad de esa manifestaci¨®n¡±. Ello a pesar de que los jueces no comparten por completo ¡°algunos aspectos de la motivaci¨®n del veredicto [del jurado] y la sentencia [de la Audiencia de Sevilla]¡±. Los magistrados subrayan: ¡°Ni los testigos ofrecen dato alguno que sirva para incriminarlo, ni aparece en las grabaciones ning¨²n dato sobre su participaci¨®n¡±.
Los jueces admiten la ¡°debilidad¡± de las pruebas para condenar a Rivas
El TSJA hila fino y matiza que no debe fijar si la culpabilidad de Rivas est¨¢ o no probada, sino que debe determinar si existe una base razonable para la condena impuesta y si la conclusi¨®n vulnera su presunci¨®n de inocencia.
Por ¨²ltimo, la sentencia aclara que el uso de las dos grabaciones aportadas por los empresarios es leg¨ªtimo para argumentar la condena. ¡°Quisieron cerciorarse del sentido, magnitud y relevancia penal de lo escuchado (...) Al tratarse de una grabaci¨®n privada obtenida por el interlocutor, no es obviamente exigible una autorizaci¨®n judicial motivada¡±. Adem¨¢s, el fallo rechaza la tesis de las defensas de que Ponce y Mellet no actuaron como funcionarios al solicitar el soborno, ya que trabajaban para una empresa municipal y no para el Ayuntamiento.
Casi tres a?os despu¨¦s, al margen de esta v¨ªa, avanzan a paso lento la instrucci¨®n por delito societario en Mercasevilla y con m¨¢s celeridad la venta de suelos.
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