La pifia que usar¨¢ la defensa

¡°Esta investigaci¨®n se habr¨ªa amortizado en cinco d¨ªas si no hubiese habido un error en el examen de los huesos¡±. En abril el juez instructor Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Lainz, que investig¨® las muertes de los ni?os Ruth y Jos¨¦, ofreci¨® una conferencia en el que fue as¨ª de lac¨®nico. El error de la forense de la polic¨ªa, quien dictamin¨® en primera instancia que los huesos hallados en la hoguera de la finca de Las Quemadillas eran de animales, lastr¨® toda la investigaci¨®n. Y un caso que pod¨ªa haber estado cerrado a las pocas semanas de iniciarse se convirti¨® en un largo c¨²mulo de pesquisas.

La pifia tuvo un lado positivo: ayud¨® a cimentar y armar firmemente la acusaci¨®n contra Bret¨®n. Y es que en su obsesi¨®n por encontrar la verdad, el juez revis¨® todas las comunicaciones que el padre hab¨ªa hecho con su m¨®vil y orden¨® avanzad¨ªsimos an¨¢lisis de las c¨¢maras de vigilancia que registraron los movimientos de Bret¨®n el d¨ªa de autos, concluyendo que los ni?os nunca estuvieron en el parque donde ¨¦l dijo haberlos perdido.

Pero los nuevos an¨¢lisis de los dos centenares de restos ¨®seos, encontrados el d¨ªa de la desaparici¨®n de los ni?os, dieron la vuelta al caso. Tras el primer informe err¨®neo, otros tres dictaminaron lo contrario, se?alando que los restos eran humanos y de sujetos de edades similares a la de los ni?os desaparecidos. Entre los autores de estos informes se encontraban el forense Francisco Etxeberria y el paleont¨®logo Jos¨¦ Mar¨ªa Berm¨²dez de Castro.

La metedura de pata se ha convertido en casi el ¨²nico asidero al que se aferra la defensa de Jos¨¦ Bret¨®n. Su abogado, Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez de Puerta, ha insinuado que las pruebas se manipularon y cambiaron. O tambi¨¦n que no se vigilaron debidamente, rompi¨¦ndose la cadena de custodia legal a la que est¨¢n obligadas este tipo de pruebas. El Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa dictamin¨® recientemente que esa cadena no se rompi¨®.