El nombre bueno de las cosas malas
La verdadera excelencia se desangra por la fuga de cerebros
¡°Cuando quieran hacer algo malo, busquen un nombre bueno¡±, es el consejo de los expertos internacionales en comunicaci¨®n.Y el ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert, lo ha tomado al pie de la letra. Ha cambiado el t¨¦rmino exclusi¨®n por excelencia y lo ha dirigido como una bomba de relojer¨ªa contra los estudiantes sin recursos econ¨®micos. Ha empleado la palabra ¡°pobre¡± con profusi¨®n, ¡°excelencia¡± con delectaci¨®n y ha acusado a Andaluc¨ªa de tener demasiados estudiantes sin recursos en la Universidad. Para finalizar ha afirmado que est¨¢ dispuesto a ser duro con los pobres por que ¡°cuando se recibe dinero p¨²blico, es l¨®gico pedir un esfuerzo extraordinario¡±.
La ideolog¨ªa de la derecha es muy h¨¢bil en hacer creer a la clase media, que hay una horda de holgazanes viviendo a nuestra cuenta. Es una vieja estrategia de tensi¨®n y de confrontaci¨®n que intenta servir de v¨¢lvula de escape a unas clases medias cada vez m¨¢s empobrecidas por la crisis. Por eso, es muy importante que la verdadera informaci¨®n y que la pedagog¨ªa nos ayuden a separar los argumentos ficticios de los reales.
Antes de que ning¨²n lector se apunte a las tesis de Wert es conveniente conocer la realidad. La Universidad se sufraga fundamentalmente con dinero p¨²blico. Dependiendo de la Comunidad, las tasas solo suponen entre el 15% y el 25% del coste total del servicio universitario. En Andaluc¨ªa, al haber mantenido las tasas en su horquilla m¨¢s baja, la subvenci¨®n p¨²blica cubre el 85% del coste universitario en la primera matr¨ªcula.
En consecuencia, no solamente est¨¢n becados los ¡°pobres¡± sino que la totalidad de los estudiantes universitarios disfrutan de una ¡°beca¡± porque sus estudios son financiados con los impuestos de toda la ciudadan¨ªa. Curiosamente, el 80% de estos impuestos procede de trabajadores y, casi el 40% de cotizantes mileuristas. Por eso, todos los que hemos estudiado en la Universidad, incluido el ministro Wert, hemos sido becarios. Sin embargo, solo hablamos de control del dinero p¨²blico y del esfuerzo para referirnos a los estudiantes a los que ofrecemos un peque?o plus en forma de beca oficial.
La ideolog¨ªa de la derecha es muy h¨¢bil en hacer creer a la clase media, que hay una horda de holgazanes viviendo a nuestra cuenta
Es m¨¢s, cuando el ministerio niega ayudas p¨²blicas a un estudiante por haber suspendido alguna asignatura, no est¨¢ defendiendo ning¨²n criterio de excelencia de la educaci¨®n universitaria. Simplemente lo condena a la exclusi¨®n mientras sigue regando con dinero p¨²blico los estudios de su compa?ero de aulas que ha suspendido el curso completo.
El t¨¦rmino ¡°excelencia¡± se ha convertido en el caballo de Troya de la exclusi¨®n social, en un arma arrojadiza contra los estudiantes sin recursos, mientras la verdadera excelencia universitaria se desangra por la fuga de cerebros j¨®venes al extranjero o se guillotina con el recorte brutal a la investigaci¨®n.
Si alguien piensa que el debate sobre las becas solo ata?e a las personas sin recursos algunos, se equivoca gravemente. En esta primera fase del proyecto educativo de la FAES, se trata de reducir a la mitad el n¨²mero de alumnos sin recursos que pueblan las aulas universitarias, pero tras este ajuste, se pretende ¡°adecuar las tasas universitarias a sus costes reales¡±, es decir, encarecer de forma exponencial el acceso a la Universidad.
Aunque a las clases medias les guste pensar que su futuro est¨¢ ligado a los sectores de mayor nivel adquisitivo, la realidad es que el empobrecimiento galopante y el recorte de los servicios p¨²blicos acabar¨¢n con ellas. De hecho, los precios de los m¨¢steres y estudios postgrado son ya un factor de selecci¨®n econ¨®mica, que no acad¨¦mica, del curr¨ªculo de nuestros j¨®venes.
Por eso, el debate sobre la excelencia, planteado en estos t¨¦rminos, acabar¨¢ siendo una trampa que devorar¨¢ el modelo universitario. Esta medida es el primer paso para imponer nuevas restricciones, mayores tasas y privatizaciones de este servicio. Los que aplauden la retirada de becas, que vayan preparando cien o 200.000 euros para que estudien los j¨®venes del futuro. Avisados estamos.
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