Los exdirectivos descargan la culpa en sus empleados
Los dirigentes de Caixanova y Caixa Galicia se desentienden de la ruina de ambas entidades
Han tenido que quebrar las dos cajas gallegas, recibir el banco resultante de su fusi¨®n 9.000 millones de euros de fondos p¨²blicos y salir a la calle decenas de miles de personas estafadas con la comercializaci¨®n de participaciones preferentes para que los todopoderosos gestores de Caixa Galicia y Caixanova se sentasen en el Parlamento a dar explicaciones a los representantes de los ciudadanos. Durante d¨¦cadas, Julio Fern¨¢ndez Gayoso y Jos¨¦ Luis M¨¦ndez gobernaron a sus anchas las entidades con las que se financiaban gobiernos, partidos y empresas, sin que el poder pol¨ªtico osase entorpecer sus operaciones, tal y como se ha apuntado ya en la comisi¨®n de investigaci¨®n que arranc¨® esta semana. En un formato c¨®modo, con intervenciones medidas en las que a los diputados no se les permiten interrupciones ni repreguntas a los comparecientes, Gayoso y M¨¦ndez eludieron ayer cualquier responsabilidad en la comercializaci¨®n masiva de acciones preferentes y subordinadas a jubilados, trabajadores, menores y, en general, personas sin la formaci¨®n para adquirir estos productos financieros de alto riesgo.
Ambos financieros apelaron a su ¡°buena fe¡± (usaron la misma expresi¨®n) y se refirieron con distancia a la dolorosa situaci¨®n de los ahorradores afectados. Pero el exdirector general de Caixa Galicia fue m¨¢s all¨¢ y explic¨® que si la entidad que dirigi¨® llev¨® a cabo esas pr¨¢cticas (a ¨¦l mientras mand¨® nunca le constaron) fue a sus espaldas. Para justificarlo, M¨¦ndez dio lectura a una circular remitida a sus trabajadores en la que se les advert¨ªa que ¡°solo deb¨ªan informar y no realizar labores de asesor¨ªa¡± a los clientes. ¡°La normativa interna de la entidad exig¨ªa que quienes adquirimos, como fue mi caso, preferentes o subordinadas deber¨ªamos superar el test de idoneidad. Solo puede haber abuso por el incumplimiento de la normativa. No tuve conocimiento de ninguna transgresi¨®n de la normativa, mientras fui director general¡±, explic¨®.
Cuando los partidos le recriminaron que endosase las responsabilidades sobre supuestos incumplimientos de sus exempleados, M¨¦ndez trat¨® de desdecirse a su manera: ¡°No echo la culpa a nadie ni a la red, me echo la culpa a m¨ª, pero dije que hab¨ªa instrucciones muy precisas para la comercializaci¨®n de los productos¡±. Admiti¨®, no obstante, que dichas obligaciones ¡°no debieron ser comercializadas¡± aunque mantuvo en todo momento que ¡°no hubo incentivos de ning¨²n tipo¡± para vend¨¦rselas a los ahorradores y que se comercializaron ¡°con buena fe¡±. Gayoso tambi¨¦n afirm¨® ante la comisi¨®n que ¨¦l no firm¨® la instrucci¨®n que ordenaba vender estos productos en 2009, en plena crisis, y que nunca recibi¨® advertencias de irregularidades por parte del supervisor. Igual que su antecesor en las comparecencias, defendi¨® que estos productos estaban autorizados por el Banco de Espa?a, la CNMV y la Xunta.
Los partidos se afanaron en interrogar a los gestores por el fiasco del sistema financiero pero tanto M¨¦ndez como Gayoso se las arreglaron para sacarse de en medio. Dieron a entender que hasta su salida las cajas estaban saneadas. El exdirector general de Caixa Galicia afirm¨® que el ¨²ltimo balance que pas¨® por sus manos antes de jubilarse en 2010 arrojaba un beneficio de 100 millones de euros. ¡°?C¨®mo pas¨® la caja de tener ese resultado a necesitar una vez fusionada con Caixanova 9.000 millones de fondos p¨²blicos? Yo tampoco lo s¨¦¡±, respondi¨® el alto directivo ante el pasmo generalizado de los diputados. M¨¦ndez insisti¨® en que no tiene responsabilidad en la fusi¨®n ni en lo que pas¨® despu¨¦s de abandonar la entidad. Al hacerlo, seg¨²n ¨¦l, ¡°a petici¨®n propia¡± y no por exigencia del Banco de Espa?a tal y como denunci¨® la oposici¨®n, no percibi¨® ¡°indemnizaci¨®n alguna¡±. S¨ª cobr¨® dentro de su plan de jubilaci¨®n 16,5 millones de euros.
Arreciaron las preguntas de todos los partidos sobre las excesiva dependencia del ladrillo, las aventuras inmobiliarias en Levante o en Canarias y algunas inversiones especulativas. Con gesto serio y acompa?ado de un letrado que le fue pasando algunas notas, el hombre que lo fue todo en Caixa Galicia asegur¨® que la construcci¨®n representaba el 19% en sus balances, un porcentaje similar al de otras entidades (que tambi¨¦n acabaron quebrando). En las r¨¦plicas, M¨¦ndez tuvo que o¨ªr palabras muy duras. ¡°Es usted el rey desnudo¡±. ¡°Est¨¢ al frente de la cueva de Al¨ª Bab¨¢¡±, atac¨® Yolanda D¨ªaz de AGE. ¡°Es nuestro Rodrigo Rato, instaur¨® una monaraqu¨ªa y hasta pudo colocar a sus hijos como altos cargos en la corporaci¨®n¡±, replic¨® desde el BNG, Francisco Jorquera. La insistencia de Pedro Puy, del PP, para que pidiese perd¨®n(algo que demand¨® a todos los gestores) logr¨® arrancarle una leve mea culpa. ¡°?Disculpas? Evidentemente que s¨ª, en 30 a?os de trabajo se hacen cosas acertadas y no acertadas, si no hay mala intenci¨®n, se pueden pedir disculpas¡±, cerr¨® su intervenci¨®n.
Tambi¨¦n Gayoso agot¨® el tiempo de su comparecencia extendi¨¦ndose en las luces de su legado y minimizando las sombras, sin aclarar qui¨¦n actu¨® tan mal como para que las dos cajas gallegas desaparecieran, una p¨¦rdida que, dijo, le tiene ¡°atormentado¡±. Sobrevol¨® las ruinas de las entidades insistiendo en que el mayor ¡°error estrat¨¦gico¡± de sus d¨¦cadas al frente de Caixanova fue no invertir m¨¢s fuera de Espa?a. Presumi¨® de que Caixanova era una de las dos cajas ¡°m¨¢s internacionales de Espa?a¡±, con oficinas en Miami, Sao Paulo, Buenos Aires o Suiza, aunque tambi¨¦n con dinero atrapado en la burbuja inmobiliaria de El Pocero, le record¨® el BNG. ¡°Es uno de los errores mayores que hemos cometido las cajas: centrarnos en Espa?a y olvidarnos de Latinoam¨¦rica y Europa¡±, se lament¨® Gayoso en su comparecencia parlamentaria, en la que se present¨® como el art¨ªfice de la creaci¨®n de la Universidad de Vigo y el m¨¢ximo responsable de una entidad que reuni¨® la ¡°mayor colecci¨®n de arte privado que se ha creado en Galicia¡± y una escuela de negocios ¡°conectada con Georgetown y Berkeley¡±.
Gayoso critic¨® la fusi¨®n de Caixanova y Caixa Galicia, afirm¨® que nunca la quiso, que hubiera preferido una alianza con una entidad de fuera de la comunidad ¡ª¡°lo negoci¨¦ con entidades de primer nivel¡±¡ª pero que su opci¨®n no fue posible. Sin embargo, pese a las insistentes preguntas del PSdeG sobre si hab¨ªa sido forzado por la Xunta de Feij¨®o, no os¨® a explicar por qu¨¦ finalmente acept¨® una integraci¨®n en la que incluso se cambi¨® la ley para que ¨¦l pudiese seguir al mando pese a rebasar el tope de edad.
?Por qu¨¦ fracas¨® la fusi¨®n?, pregunt¨® el PP. Gayoso asegur¨® que las exigencias de recapitalizaci¨®n y provisiones y los vaivenes normativos hubieran dejado hasta ¡°a la se?ora Merkel sin cajas¡±. Sobre las indemnizaciones millonarias por las que lo investiga la Audiencia Nacional le cayeron a Gayoso reprobaciones de todos los partidos. ?l opt¨®, como hizo cuando intervino en el Congreso de los Diputados, por refugiarse en el silencio de los imputados.
Pego afirma que Xunta y Banco de Espa?a impusieron la fusi¨®n
Jos¨¦ Luis Pego, exdirector general de Caixanova y durante unos meses de la entidad fusionada, era el ¨²nico de los comparecientes de ayer en el Parlamento que cobr¨® directamente una indemnizaci¨®n por abandonar su cargo. Fueron 7,7 millones de euros ¡ªa los que a?adir¨¢ otros 10,8 millones de pensi¨®n cuando cumpla 65 a?os¡ª que le colocaban como un blanco aparentemente f¨¢cil para los diputados. Pero logr¨® esquivar la cuesti¨®n alegando que est¨¢ sometida a investigaci¨®n judicial y extendi¨¦ndose en pormenores sobre la situaci¨®n de la caja y el manejo pol¨ªtico de la fusi¨®n.
Sin muchos rodeos, Pego reconoci¨® lo que era un secreto a voces: Caixanova se opon¨ªa a la fusi¨®n con Caixa Galicia y fueron las ¡°autoridades financieras¡±, en alusi¨®n al Banco de Espa?a y a la Xunta, las que la forzaron a aceptarla. La entidad viguesa dio el brazo a torcer por ¡°responsabilidad institucional¡±, asegur¨® su antiguo director general. Cuando se empez¨® a plantear la reestructuraci¨®n del sistema financiero y la necesidad de reducir el n¨²mero de cajas, el equipo de Gayoso y Pego encarg¨® estudios para estudiar diversas opciones. La uni¨®n con Caixa Galicia fue desaconsejada. Seg¨²n Pego, no hab¨ªa sinergias entre ambas, las duplicidades obligar¨ªan a sacrificar un gran n¨²mero de oficinas con los consiguientes puestos de trabajo y la inyecci¨®n de dinero p¨²blico que se necesitaba era ¡°m¨¢s de lo que pod¨ªa ofrecer el FROB y resultar¨ªa dif¨ªcil de devolver¡±.
La opci¨®n de Caixanova fue entonces buscar una fusi¨®n fr¨ªa con otras cajas espa?olas, dentro de un conglomerado en el que la caja viguesa tendr¨ªa un peso de ¡°entre el 26% y el 34%¡±, relat¨® el exdirector general. Todo se precipit¨® en 2010, en medio de un ¡°ambiente muy tensionado¡±. Fue en ese momento, seg¨²n Pego, cuando el Banco de Espa?a y la Xunta plantearon a Caixanova que el plan de reestructuraci¨®n del sistema financiero exig¨ªa su fusi¨®n con Caixa Galicia. ¡°Como profesionales y como gallegos¡±, se plegaron. Con todo, Pego no ahorr¨® reproches, como que la Xunta nunca le entregase la auditor¨ªa de la consultora KPMG que el Gobierno de Feij¨®o us¨® para benedecir la fusi¨®n.
La integraci¨®n funcion¨® bien al principio, asegur¨® el que fue el primer director general de Novacaixagalicia, e incluso ¡°se cumplieron algunos objetivos antes de los plazos fijados¡±. El fracaso, se?al¨® Pego, se produjo porque la situaci¨®n ¡°cambi¨® a un ritmo endiablado¡±. La reca¨ªda en la crisis convirti¨® en irreales todas las previsiones de los organismos econ¨®micos, no hab¨ªa comprador para las oficinas sobrantes y, sobre todo, el Gobierno de Zapatero cambi¨® el marco legal con unas nuevas exigencias de capitalizaci¨®n ¡°imposibles de cumplir¡±.
Cuando naci¨® Novagalicia Banco, el nuevo presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Castellano, explic¨® a Pego que un grupo de inversores americanos interesados en la entidad le hab¨ªa puesto como condici¨®n que prescindiese de los directivos provenientes de las cajas. Pego asegura que advirti¨® a Castellano que su contrato ten¨ªa una elevada cl¨¢usula de indemnizaci¨®n, pero que este le contest¨®: ¡°Los contratos est¨¢n para cumplirlos¡±. M¨¢s adelante a?adi¨® que las condiciones de su contrato ¡°eran conocidas por las autoridades que ten¨ªan que conocerlas¡±, otra alusi¨®n al Banco de Espa?a y a la Xunta. Y ah¨ª detuvo ¡ª ¡°por consejo de mi abogado¡±, se justific¨® ¡ª su versi¨®n sobre las indemnizaciones, un caso por el que est¨¢ imputado en la Audiencia Nacional. Por lo dem¨¢s, Pego no rehuy¨® la autocr¨ªtica. Se declar¨® ¡°culpable de muchos errores¡± y aunque proclam¨® que siempre hab¨ªa actuado ¡°bienintencionadamente¡± admiti¨® que decisiones como la comercializaci¨®n de preferentes ¡°tuvieron consecuencias que nunca pudimos imaginar¡±.
Pero el discurso m¨¢s autocr¨ªtico que se escuch¨® ayer en el Parlamento fue el del compareciente con menos poder ejecutivo en la gesti¨®n de las cajas. Mauro Varela, que fue presidente de Caixa Galicia y despu¨¦s copresidente con Gayoso de la entidad fusionada, admiti¨® haber fallado. Aunque subray¨® que sus cargos eran ¡°institucionales¡± y que formaba parte del consejo de administraci¨®n como representante del C¨ªrculo de las Artes de Lugo, admiti¨® que ten¨ªa responsabilidades de vigilancia y asumi¨® su ¡°culpa¡± en el ¡°descalabro¡±. Varela, que dimiti¨® tras unas pol¨¦micas declaraciones en las que aseguraba que los preferentistas sab¨ªan d¨®nde met¨ªan el dinero, volvi¨® a pedir disculpas por aquello y admiti¨® que no fue solo la crisis la que tumb¨® el sistema financiero de Galicia.
Varela reconoci¨® que las cajas olvidaron su car¨¢cter p¨²blico y crecieron actuando como bancos, pilotadas por consejos de administraci¨®n ¡°no profesionales¡±. ¡°La ampliaci¨®n de las cajas fue lo que llev¨® en gran parte al descalabro de estas instituciones¡±, confes¨® ante los diputados. El expresidente de Caixa Galicia explic¨® que la venta masiva de preferentes se produjo porque, al no tener accionistas, las cajas no ten¨ªan otra forma de capitalizarse. El sistema ¡°funcion¨® bien¡±, a?adi¨®, hasta que lleg¨® la crisis. Fue el consejo de administraci¨®n de la entidad el que dio el visto bueno a la comercializaci¨®n de estos productos ¡°en base a las informaciones¡±, explic¨®, ¡°que recib¨ªamos de los ejecutivos¡± de la caja.
Caixa Galicia nunca negoci¨® unirse a otra entidad que no fuera Caixanova, afirm¨® Varela, quien admiti¨® adem¨¢s que accedi¨® a participar de forma entusiasta en la fusi¨®n sin ver siquiera la auditor¨ªa de KPMG. Sobre las indemnizaciones millonarias que percibieron exdirectivos de la caja fusionada y que investiga la Audiencia Nacional, Varela defendi¨® su legalidad pero reconoci¨®, tras la insistencia del PP, que desde el punto de vista ¨¦tico eran ¡°excesivas teniendo en cuenta las circunstancias¡±. El excopresidente de Novacaixagalicia, la caja fusionada, asegur¨® que ¨¦l no percibi¨® ni un euro al dejar la entidad y que, durante los a?os en que tuvo cargos en las cajas, solo cobr¨® dietas, aunque no concret¨® cu¨¢nto. ¡°Sal¨ª como entr¨¦, mejor dicho peor, porque dej¨¦ gran parte del trabajo profesional¡±, se defendi¨®.
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