El ¨²ltimo naufragio del naval

Si las gestiones de ¨²ltima hora no lo evitan, el 17 de julio se firmar¨¢ el acta de defunci¨®n de lo que queda de sector naval en Vigo. Ese d¨ªa, el Colegio de Comisarios de la Uni¨®n Europea, el m¨¢s alto ¨®rgano director de la Administraci¨®n comunitaria, aprobar¨¢ la propuesta del responsable de Competencia, el socialista espa?ol Joaqu¨ªn Almunia, por la que se forzar¨¢ la devoluci¨®n de 2.800 millones de euros de desgravaciones fiscales aplicadas mediante el tax lease entre 2005 y 2011. Unos 1.800 millones sirvieron para financiar la construcci¨®n naval en los an¨¦micos astilleros de Vigo. ¡°Es una noticia demoledora¡±, lamenta el responsable comarcal de industria de Comisiones Obreras, Ram¨®n Sarmiento.

Tras reponerse de la dur¨ªsima reconversi¨®n de los primeros a?os ochenta y de la privatizaci¨®n de Barreras de finales de los noventa, hace apenas cuatro a?os el naval de Vigo daba empleo a 12.000 personas. Solo quedan 3.000 en activo, incluidas las que se dedican a esa parte del sector auxiliar que sobrevive gracias a las exportaciones. Pero el sector es mucho m¨¢s, es ¡°una aut¨¦ntica econom¨ªa alrededor del naval¡±, explica Sarmiento, compuesta por sectores que dependen directamente de la construcci¨®n de barcos como los transportes especiales, ingenieros, f¨¢bricas de equipamiento... ¡°Es todav¨ªa una parte significativa de la ciudad¡±, contin¨²a. Todo eso caer¨¢ como un castillo de naipes en apenas dos semanas, cuando Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso y sus 27 comisarios den su visto bueno a la propuesta de Almunia.

Frente a las encarnizadas cr¨ªticas a Almunia del secretario general del PSdeG, Pachi V¨¢zquez, y del tambi¨¦n socialista alcalde de Vigo, Abel Caballero, el eurodiputado Antol¨ªn S¨¢nchez Presedo opta por la cautela. ¡°Hasta el 17 de julio hay tiempo para introducir cambios en ese borrador¡±, apunta. Su optimismo contrasta con la crudeza con que se expres¨® este jueves el propio Almunia, cuando avanz¨® que no hay marcha atr¨¢s en su propuesta. Con todo, Presedo se agarra a la disposici¨®n que establece que no ser¨¢n los astilleros, sino los inversores que se beneficiaron de las bonificaciones fiscales, en su mayor¨ªa grandes fortunas, quienes deber¨¢n reintegrar el dinero.

Esa cl¨¢usula tiene un valor nulo para los sindicatos. ¡°No nos enga?emos, ser¨¢ la quiebra total de los astilleros¡±, zanja Manuel Garc¨ªa, secretario de la federaci¨®n gallega del metal de UGT. ¡°Sostener que la devoluci¨®n no va a recaer en la construcci¨®n naval es un argumento mentiroso y demag¨®gico¡±, a?ade. Las razones son variadas. El principal, que la quiebra de los clientes, en este caso los armadores, no puede dejar de tener consecuencia en los astilleros. ¡°Al fin y al cabo, el sector no tiene m¨¢s de 10 o 12 grandes compradores de buques¡±, apunta Sarmiento. ¡°Y si finalmente el banco que gestion¨® la operaci¨®n pierde, est¨¢ claro que no volver¨¢ a apostar por este sector", contin¨²a Garc¨ªa.

Pero hay m¨¢s implicaciones de los astilleros en el tax lease que acabar¨¢n por arrastrarlos con la decisi¨®n de Almunia. ¡°Muchos inversores exigieron garant¨ªas patrimoniales a los constructores que ahora se har¨¢n efectivas¡±, revela el sindicalista de Comisiones Obreras. ¡°En las operaciones, el m¨¢s d¨¦bil, que era el astillero, era el que se responsabilizaba de los posibles problemas. Eran exigencias muy frecuentes en los a?os en los que m¨¢s se recurri¨® al tax lease, para ofrecer un escenario con una garant¨ªa del cien por cien de seguridad. Es decir, que al final el astillero s¨ª responde¡±.

Con todo, la simple incertidumbre sobre la resoluci¨®n de la Comisi¨®n Europea lleva a?os castigando unas inversiones que suelen superar los 100 millones de euros, y que por lo tanto requieren obligatoriamente de fondos ajenos. ¡°El que financia y el que reclama la financiaci¨®n exigen seguridad, y seguridad es precisamente lo que el naval de Vigo hace a?os que no ofrece: estamos espantando a los clientes¡±, alerta el directivo de un astillero. De ah¨ª que el sector no se est¨¦ beneficiando de los incipientes s¨ªntomas de recuperaci¨®n que la construcci¨®n naval experimenta en otros pa¨ªses europeos. Pase lo que pase el d¨ªa 17, no parece que la incertidumbre se vaya a despejar. Los sindicatos conf¨ªan en que la Administraci¨®n plantee un pleito comunitario, que podr¨ªa prolongarse durante a?os. Pese a su tendencia a ver la botella medio llena, Antol¨ªn S¨¢nchez Presedo no oculta otra de las posibles consecuencias de la resoluci¨®n de Almunia: ¡°No debe descartarse una cascada de demandas al Estado¡±.