¡°Nos preocupa la deriva que est¨¢ tomando el caso del Madrid Arena¡±
El exfiscal jefe provincial de Madrid, Eduardo Esteban, deja el puesto tras estar cinco a?os en el puesto Vuelve a su cargo en el Tribunal Constitucional
El exfiscal jefe Provincial, Eduardo Esteban, abandon¨® el pasado viernes su despacho en la planta 13? del edificio de la Audiencia Provincial, en la calle de Santiago de Compostela. Tras cinco a?os en el cargo, vuelve a su puesto en el Tribunal Constitucional. Antes hab¨ªa ejercido en Barcelona y en Madrid. Reconoce que aun le quedaban fuerzas para continuar en su puesto y que siente el no haber podido concluir algunos casos importantes.
Pregunta. ?C¨®mo han sido estos cinco a?os?
Respuesta. Para m¨ª un orgullo, una satisfacci¨®n. Ha sido un trabajo muy duro, pero hay mucha satisfacci¨®n cuando se logran resolver los problemas.
P. ?Son suficientes los fiscales que tiene Madrid?
R. No, en ninguna plantilla de Espa?a, pero en Madrid es m¨¢s evidente. Cada vez nos aumentan m¨¢s las funciones. Durante los tres primeros a?os de estos cinco, hemos tenido un aumento de plantilla que ha hecho posible atender m¨¢s cosas, pero los dos ¨²ltimos por culpa de la crisis se han congelado las plantillas y lo estamos notando de una manera importante.
P. ?Cu¨¢ntos fiscales m¨¢s necesitar¨ªa la regi¨®n?
R. Calculo 25 o m¨¢s. Esto sin contar con la implantaci¨®n de sistema de investigaci¨®n por parte de la fiscal¨ªa. Si al final se produce, habr¨¢ que ver consecuencia tiene para las plantillas.
P. ?Qu¨¦ consecuencias tiene para el ciudadano?
R. Lo m¨¢s habitual en este puesto es recibir quejas. Muchas veces van por la tardanza en el informe del fiscal o por su ausencia en aquellos ¨¢mbitos en que se necesita su presencia.
P. ?De qui¨¦n es la culpa?
R. No hay medios suficientes. En los ¨²ltimos a?os se ha paralizado el incremento de plantillas. Si se hubiera seguido como en los primeros a?os, s¨ª tendr¨ªamos 15 o 20 de esos fiscales que necesitamos.
P. ?Es l¨®gico que se tarde tanto en instruir un caso?
¡°Con el C¨®digo Penal no se soluciona el problema de las manifestaciones¡±
R. No. Hay casos como Guateque, que empez¨® en 2006 y en el que todav¨ªa no hay escrito de acusaci¨®n. Si la investigaci¨®n y la instrucci¨®n se realizan con criterios judiciales, hay que hacerla con todas las garant¨ªas y todos los actos se hacen con la presencia de todas las partes, pero realmente no es necesario hacer una declaraci¨®n con todas las garant¨ªas. Esto produce una gran inflaci¨®n de recursos y de impugnaciones, que hacen que los procedimientos se eternicen. Pero hay muchas m¨¢s.
P. ?C¨®mo cuales?
R. Por ejemplo, y esto se ha dado muy claramente en el tema de los controladores a¨¦reos. Hasta que se decide qui¨¦n es el ¨®rgano competente se han perdido ocho o diez meses. Y no estoy exagerando. Estoy hablando de cifras tristemente razonables. Eso no ocurrir¨ªa nunca con un fiscal instructor, porque estamos todos bajo la misma direcci¨®n. Hay casos de cierto renombre, como la operaci¨®n Bloque o la operaci¨®n Puerto, que ya estaba antes de que yo llegara, todav¨ªa no ha acabado. En este ¨²ltimo caso, no hay sentencia firme a¨²n. Creo que esto no es de recibo. Somos el ¨²nico pa¨ªs en el mundo que tenemos este sistema judicial y es triste.
P. ?Qu¨¦ le parece la gesti¨®n de la justicia por parte de la Comunidad de Madrid?
R. Tambi¨¦n hay un antes y un despu¨¦s de la crisis. No vamos a negar su esfuerzo por la modernizaci¨®n de la justicia. Est¨¢n creando en una continua actividad instrumentos procesales. Si antes habl¨¢bamos de carencia de fiscales, de lo que m¨¢s falta tenemos es de funcionarios. Esto es ancestral. La propia Comunidad nos lo ha reconocido. No llegamos a un ratio de un funcionario por cada fiscal. Hay menos funcionarios que fiscales, lo que es bastante insuficiente. Llevamos mucho tiempo con la misma plantilla y siempre insuficiente. Ahora hay determinadas actitudes que no logramos entender como el que no se nombren sustitutos cuando hay vacantes o bajas.
P. ?Qu¨¦ medidas habr¨ªa que tomar?
R. Lo primera es la de prestar los medios necesarios para poder desempe?ar nuestras funciones. Es verdad que es un problema en estos ¨¢mbitos donde hay ciertas interferencias. Por un lado est¨¢ el Ministerio de Justicia y por otra est¨¢n los medios y los funcionarios. Entre las obligaciones de la Comunidad de Madrid es dar los medios suficientes. Creo que hay buena intenci¨®n, que se intenta, pero no se consigue.
P. ?C¨®mo ha vivido el caso de los ni?os robados?
¡°Siento mucha frustraci¨®n
R. Siento mucha frustraci¨®n. Lo dijimos desde el principio a todo aquel que nos ha querido escuchar. Hemos tramitado m¨¢s de 300 denuncias en la Fiscal¨ªa y todas se han agotado en las medidas de nuestras posibilidades. En todas hemos recibido al denunciante y hemos hablado con ¨¦l. Siempre hemos querido transmitir una idea y era la enorme dificultad que supon¨ªa investigar hechos cuando han ocurrido hace 30 o 40 a?os. No es porque no haya habido colaboraci¨®n, pero muchos archivos han desaparecido. En un tema que iniciamos con mucha dedicaci¨®n hemos terminado sin pruebas con las que imputar a alguien en la mayor¨ªa de los casos.
P. Y despu¨¦s el fallecimiento de la supuesta autora.
R. S¨ª, ha habido circunstancias sobrevenidas, como la muerte de sor Mar¨ªa Valbuena ha provocado que no se pueda imputar a nadie. Conclusi¨®n: frustraci¨®n porque hab¨ªa muchos ciudadanos y sobre todo ciudadanas en nuestras investigaciones y al final no ha sido posible. Desde la fiscal¨ªa, se ha hecho un gran esfuerzo.
P. ?Est¨¢ conforme con la instrucci¨®n del Madrid Arena?
R. El trabajo que est¨¢ haciendo la fiscal es muy bueno y nos mantiene informado a diario, pero hay un tema que nos preocupa y es la deriva que est¨¢ tomando la investigaci¨®n. Esta no es mejor porque sea ilimitada. El juez tambi¨¦n tiene obligaci¨®n de eliminar aquellas pruebas que sean innecesarias. Ahora se ha hablado de una posible falsedad documental. Hemos pedido que se haga una investigaci¨®n aparte porque no creemos que tengan ninguna trascendencia sobre los hechos, sobre los resultados. Si se ha producido, se ha realizado a posteriori. En definitiva, lo que hay que determinar qui¨¦n fue el responsable de esas muertes y esos son los hechos en los que hay que centrarse. Me temo que se est¨¦ ampliando demasiado el campo de imputaciones sin mucha base jur¨ªdica. Al final eso hace engrosar el volumen de la causa.
P. ?Qu¨¦ opina del uso que est¨¢ haciendo la polic¨ªa y la Delegaci¨®n del Gobierno del derecho penal?
R. No vamos a descubrir nada diciendo que en la calle hay un problema. La crisis lo impregna todo. Si la gente est¨¢ en la calle es porque tiene algo por lo que protestar. Utilizar el C¨®digo Penal para frenar los problemas que tiene la gente no me parece un buen acierto. El C¨®digo Penal debe ser utilizado en los casos m¨¢s graves. Muchos asuntos se pueden resolver con criterios de orden p¨²blico. No es penalizando m¨¢s como se va a solucionar los problemas de las manifestaciones. Se ha pretendido calificar como hechos delictivos, como de alta traici¨®n, actos que tradicionalmente eran propias de la calle. S¨ª que ha habido una tendencia que no es la adecuada. No voy a decir nunca que la polic¨ªa tenga que soportar que sea agredida, pero lo que no puede pretenderse es acabar con la ocupaci¨®n de la calle a trav¨¦s del c¨®digo y penalizando hechos que nunca lo han estado o que es dudosa su penalizaci¨®n.
P. Cuando entr¨® en el cargo estaba sobre la mesa el macroproyecto de la Ciudad de la Justicia, que ahora est¨¢ en v¨ªa muerta. ?C¨®mo afecta la dispersi¨®n de las sedes judiciales a su trabajo?
R. Ese proyecto nos ilusion¨® porque pens¨¢bamos que ¨ªbamos estar juntos, que es la mejor manera de trabajar. Se pec¨® de un exceso megal¨®mano al querer hacer una Ciudad de la Justicia como un museo arquitect¨®nico al encargar cada uno de los edificios a un autor emblem¨¢tico. S¨ª que se han reagrupado las sedes, pero aun as¨ª tenemos nueve sedes distintas en la capital y esto no es el problema principal, sino que tenemos que ir a las sedes judiciales, que hay 13 o 14.
P. ?Eso ocurre en otras provincias?
R. No. En otros sitios s¨ª que se ha producido la unificaci¨®n. Somos la ¨²nica ciudad de Espa?a, que no ha tenido un edificio judicial propiamente dicho. Lo tiene Barcelona, Sevilla, Valencia¡ Esto nos afecta ya que se pierde mucha energ¨ªa laboral. En noviembre, hemos tenido un serio problema del traslado a la nueva sede entre los juzgados de la plaza de Castilla y la sede de Capit¨¢n Haya. Aunque solo hay 150 metros hay que llevarlos en coches, en furgonetas y por el personal autorizado y adecuado. Los secretarios judiciales han sido reticentes en ese cambio. No s¨¦ c¨®mo pueden sobrevivir a esta dispersi¨®n. Desde luego es el principal problema organizativo que tiene la fiscal¨ªa.
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