¡°Bret¨®n dijo junto a la hoguera que los ni?os estaban cerca¡±

Jos¨¦ Bret¨®n conoci¨® al jefe del subgrupo de Homicidios de la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa por su nombre de pila: Luis. Este agente se convirti¨® en una especie de confidente, el ¨²nico polic¨ªa que acompa?aba a Bret¨®n a todas horas mientras los investigadores rastreaban el paradero de sus hijos Ruth y Jos¨¦, desaparecidos el 8 de octubre de 2011. Este agente ha comparecido este lunes en la d¨¦cima vista del juicio que se sigue contra Bret¨®n por el doble asesinato de sus hijos, de seis y dos a?os.

Seg¨²n la fiscal¨ªa y la acusaci¨®n, el padre asesin¨® a los ni?os y los inciner¨® en una pira funeraria casera en su finca de Las Quemadillas, a las afueras de C¨®rdoba. El acusado afirma que perdi¨® a los ni?os mientras estaban paseando por un parque. El m¨®vil del doble crimen habr¨ªa sido la venganza contra su entonces esposa y madre de los peque?os, Ruth Ortiz, quien acababa de pedirle el divorcio. Fiscal¨ªa y acusaci¨®n piden contra Bret¨®n 40 a?os de c¨¢rcel.

El tema de los ni?os no le interesaba. Daba respuestas cortas y pocas explicaciones

Luis vivi¨® en directo la r¨¢pida transformaci¨®n que Bret¨®n sufri¨®: de v¨ªctima denunciante de una desaparici¨®n a ¨²nico sospechoso en un caso de doble asesinato. Y todo ello, sin dejar de ser el t¨¦mpano impasible y ajeno a todo lo que hab¨ªa asombrado a todos. ¡°El sorprendido siempre era yo¡±, ha dicho el agente de polic¨ªa que acompa?¨® a Bret¨®n entre los d¨ªas 10 y 17 de octubre de 2011, d¨ªa en que se le detuvo. ¡°No esperaba una persona tan fr¨ªa, tan poco emocional, tan distante. No ten¨ªa el sentimiento de culpa normal que tienen los padres que viven situaciones as¨ª¡±, recuerda el investigador, con m¨¢s de diez a?os de experiencia en asuntos de homicidios y desapariciones.

¡°El tema de los ni?os simplemente no le interesaba. Su conversaci¨®n era esquiva, de respuestas cortas y de pocas explicaciones. Era un tema, el de sus hijos, del que no quer¨ªa hablar¡±, asegura el agente. Por todo ello, las largas conversaciones que, en un principio mantuvieron, derivaron en ocasiones a temas absolutamente peregrinos. Era un intento del polic¨ªa de dar rodeos para abordar de forma tangencial qu¨¦ hab¨ªa pasado con los peque?os Ruth y Jos¨¦.

Pero la armadura de Bret¨®n muchas veces parec¨ªa resquebrajarse. Como cuando, en una inspecci¨®n policial en casa de sus padres, se descubrieron unas recetas m¨¦dicas que inquietaron enseguida al agente. ¡°Bret¨®n estaba de pie, r¨ªgido, con la mand¨ªbula desencajada. ¡®?D¨®nde est¨¢n las pastillas?¡¯, le pregunt¨¦. ¡®No s¨¦¡¯, me respondi¨®. ¡®?D¨®nde has comprado las pastillas?¡¯, insist¨ª. ¡®No me acuerdo¡¯, repiti¨®. No pregunt¨¦ m¨¢s, pero las pastillas no me gustaban nada¡±, declara el agente. En ese registro, el polic¨ªa escuch¨® decir a Antonia G¨®mez, la madre de Bret¨®n, que tem¨ªa que su hijo pudiese haber hecho da?o a sus hijos, versi¨®n que ha sido apoyada por el comisario Manuel Piedrabuena, quien inici¨® la investigaci¨®n de la desaparici¨®n de los peque?os.

Los polic¨ªas niegan que se rompiera la cadena de custodia de los restos ¨®seos

De la misma forma, Bret¨®n pareci¨® derrumbarse cuando el 17 de octubre el polic¨ªa le condujo de nuevo a la finca. Harto ya de las respuestas esquivas e intrascendentes de Bret¨®n, lo situ¨® de nuevo junto a la hoguera. A diferencia de su reacci¨®n una semana antes, en las primeras excavaciones, la actitud de Bret¨®n era menos dicharachera y ajena. Y si entonces no tuvo tapujos de contarle sus aventuras sexuales al anonadado polic¨ªa Luis, ahora Bret¨®n se mostraba taciturno. El agente ha recordado c¨®mo ¨¦l mismo se situ¨® en medio del per¨ªmetro de la hoguera y le pregunt¨® al acusado si aquel lugar le tra¨ªa recuerdos. ¡°No contest¨® y agach¨® la cabeza¡±, dice el polic¨ªa. ¡°Le insist¨ª: ¡®?Est¨¢n aqu¨ª los ni?os¡¯. Y respondi¨®: ¡®Cerca. Detenedme ya¡±.

El agente ha descrito que entraron en la casa de la finca y Bret¨®n se sent¨® en el sof¨¢ y agach¨® la cabeza. ¡°Le dije a mi compa?ero que lo observara porque ah¨ª ha pasado algo¡±. Luego, se march¨® a comisar¨ªa y Bret¨®n se qued¨® en la finca. ¡°Le dije a mis jefes que este se?or hab¨ªa matado a sus hijos y que est¨¢ reclamando que lo detengamos. Est¨¢ en el l¨ªmite¡±.

En la vista de este lunes, tambi¨¦n se ha interrogado a los agentes que custodiaron los restos ¨®seos encontrados en la hoguera de Las Quemadillas, en su periplo entre C¨®rdoba, Sevilla y Madrid. Dichos huesos fueron identificados en primer momento como de origen animal. Diez meses despu¨¦s, se dictamin¨® que eran humanos.

La defensa de Bret¨®n insin¨²a que el cambio se debe a que los huesos pudieron ser alterados o que las pruebas fueron manipuladas al romperse la cadena de custodia. Pero todos los polic¨ªas han negado que se rompiera esta cadena y han confirmado que se sigui¨® escrupulosamente el protocolo de actuaci¨®n.