Una perla

Una de las perlas de la presente edici¨®n del festival Grec es sin duda el estreno de Capricis, la ¨²ltima coreograf¨ªa de ?ngels Margarit para su compa?¨ªa Mudances. La pieza no defraud¨®, el p¨²blico se encontr¨® ante una brillante y rica coreograf¨ªa sobre la m¨²sica de los 24 Caprichos de Paganini. El reto no era f¨¢cil pero Margarit con maestr¨ªa y coraje ha creado una magn¨ªfica pieza cuyo fluido baile combina la abstracci¨®n y el gesto minimalista con la emoci¨®n, en la l¨ªnea de Next, su anterior obra. A lo largo de los 70 minutos que dura el espect¨¢culo el p¨²blico aplaudi¨® en diferentes ocasiones. Al final de Capricislos bravos y los aplausos inundaron el Mercat.

Margarit con talento y convirtiendo la austeridad en elegancia, ha estructurado meticulosamente para baile los Caprichos, considerada una de las piezas t¨¦cnicamente m¨¢s complejas escritas para viol¨ªn. En un espacio esc¨¦nico desnudo, doce bailarines vestidos de blanco van traduciendo a trav¨¦s de sus cuerpos la compleja y rica partitura, logrando que la riqueza musical coincida con la riqueza gestual.

Los diferentess Caprichos, que tienen una duraci¨®n de un minuto veinte hasta seis minutos cuarenta se bailan sin orden de n¨²mero. El trabajo coral e individual de los int¨¦rpretes exhibe un fecundo y ¨¢gil baile, que destila m¨²ltiples combinaciones. La ¨²nica objeci¨®n ser¨ªa qu¨¦ se trata de correctos bailarines pero en proceso de maduraci¨®n art¨ªstica. Les falta personalidad esc¨¦nica.

Algo que fue muy evidente cuando Margarit bail¨® el Capricho n¨²m 2. Fragmento que fue interpretado en directo por Kai Gleusteen, concertino de la Orquesta del Gran Teatro del Liceo. La core¨®grafa logr¨® con su calidad y madurez de movimiento cortar la respiraci¨®n del espectador.

Al final el 24 Capricho, que tambi¨¦n fue interpretado en directo por Gleusteen, fue bailado por toda la compa?¨ªa, logrando unos de los momentos m¨¢s bellos de la velada.